Redacción. España está trabajando a nivel nacional y europeo para la interoperabilidad de las aplicaciones de prevención de contagios frente al COVID-19 que contribuyan a la transición hacia una nueva normalidad.
La posición de España respecto a las herramientas digitales de prevención de contagios se alinea con la de la Comisión Europea y el Comité Europeo de Protección de Datos que abogan por la implementación de un modelo de uso voluntario, compatible con el Reglamento General de Protección de Datos, centrado en la protección de la privacidad de las personas, e interoperable a nivel transfronterizo.
Los representantes de todas las comunidades autónomas en materia de digitalización, transformación digital o políticas de innovación han compartido en una reunión los desarrollos autonómicos y su visión sobre la necesidad de incorporar estas herramientas tecnológicas en el proceso de transición hacia la nueva normalidad.
Herramienta para el proceso de desescalada
Las aplicaciones de prevención de contagios pueden convertirse en una herramienta útil y complementaria a las medidas sanitarias para el proceso de desescalada.
El funcionamiento se basa en la instalación de una aplicación en los dispositivos móviles que, a través del Bluetooth, emite y observa identificadores anónimos que cambian periódicamente. Cuando dos móviles han estado en proximidad durante un determinado periodo de tiempo, ambos guardan el identificador anónimo emitido por el otro y, si un usuario da positivo en el test COVID-19, es posible alertar a los móviles que hayan estado en contacto, siempre preservando la privacidad de los individuos.
Estos sistemas digitales que se están considerando a nivel europeo utilizan el Bluetooth de los dispositivos móviles, sin emplear datos personales y respetando la privacidad de la ciudadanía.
De esta forma, es posible disponer de una herramienta de prevención de contagios digital que complemente a las acciones manuales y contribuya a la transición hacia una nueva normalidad.
La adopción de estas herramientas dependerá de la decisión de las autoridades sanitarias en base a los resultados de los proyectos piloto que se puedan lanzar en las próximas semanas.