Vicente Vera Esteve. Cumplida cuenta de la primera cita electoral en España durante este año 2015, año de elecciones en todas las instancias administrativas de nuestro país. Y algo obvio desde el lado de la economía es la implementación de una serie de políticas muy relacionadas con las elecciones. De momento las autonómicas andaluzas ya ha supuesto un primer cambio de modelo, las gana el PSOE, pero salen a escena los dos partidos que vienen revolucionando las encuestas, los sondeos y las cavilaciones del bipartidismo: PSOE y PP. En esta ocasión se derrumba el PP e irrumpen en el teatro democrático las dos fuerzas temidas por el establishment. No ha pasado nada extraño, raro o arriesgado. Se han ejercido los derechos democráticos de los ciudadanos, con respeto y civismo. Ciutadans y Podemos se configuran en Andalucía como la bisectriz del cambio político. Ahora será más difícil corromperse y defraudar vilmente al electorado. Lo relevante ahora es esperar a la próxima investidura y arrancar una nueva etapa legislativa para la modernización definitiva de Andalucía. Se respira cierto optimismo en el seno del PSOE andaluz, Susana Díaz sabe que la economía española y europea entra también en un proceso de crecimiento de las exportaciones de los productos españoles, industriales y agroalimentarios. La favorable devaluación del euro apuesta por un nuevo escenario de la economía mundial. Esta última semana el cambio euro/dólar se encontraba a 1,0776 dólares en el mercado de divisas. De todos es sabido que la política de un euro fuerte está haciendo impracticable una efectiva política de ajuste fino en el sector exterior de la economía española. Ahora será el gran beneficiado, y este beneficio irá in crescendo a medida que se vaya alcanzando la paridad con el dólar, esto será para finales de 2015 o primeros del 2016, si antes no se acelera la ya controvertida guerra de divisas.
De modo que a lo largo de 2015, la llegada de turistas a España será todo un éxito, si durante el periodo anterior a esta devaluación ya éramos uno de los países más visitados del mundo, a partir de esta temporada alta veremos como se disparan las cifras de contratos con agencias de viajes, hoteles, etc. No olvidemos que España se ha convertido en un país cuyo modelo de crecimiento está fundamentado en la exportación. Exportamos bienes industriales, de consumo o agroalimentarios. Desde zapatos y vino hasta bienes de equipo o trenes de ultima generación, el caso del AVE para los países árabes e incluso para los EEUU. Quiere esto significar que la política económica se va a ver beneficiada por esta importante coyuntura cambiaria. Afortunadamente para nosotros, el petróleo ha estado bajando su cotización mundial, ahora se prevé su estabilización permitiendo que no se encarezcan las importaciones y truncar este mágico momento de la devaluación del euro. Somos importadores netos de petróleo, recemos para que no suba el precio durante algún tiempo y nos permita sanear las cuentas de nuestra balanza de pagos y amortizar las deudas de nuestro déficit comercial. Es muy importante reducir la factura energética en la economía española. Esta paridad del euro /dólar incrementará el trafico comercial con nuestro socios, pero lo más atractivo será el previsible incremento de compras desde los países de Latinoamérica y los Estados Unidos.
Antes comentaba las novedades que el gobierno estaba lanzando al mercado con el fin de mejorar la opinión de los consumidores respecto a la política fiscal, a la política de impuestos. Al parecer se reduce el IVA cultural y de otra serie de productos pasando del tipo máximo del 21% al 10%. Lo que no sabemos es la duración de esta medida, suponemos que se prolongará hasta conocer el resultado de las elecciones generales, todavía no se conoce la fecha de la convocatoria, noviembre de 2015 o ya para 2016. Supongo que estará en función de los indicadores de éxito económico de las políticas del gobierno popular: evolución del paro, de los ingresos públicos, de los sondeos electorales, etc.
Estoy más que seguro de que el Gobierno central debe haber perdido el miedo al irresistible ascenso de Podemos. Es obvio que irrumpen en el Congreso, pero no con la fuerza de un tsunami. El electorado es sabio y antes debe valorar cómo se manejan con los demás partidos tradicionales y con su coetáneo Ciutadans (C´s). Es posible que se rompa la tendencia de las mayorías absolutas y nos estrenemos con gobiernos en coalición o gobiernos en minoría. El tiempo lo dirá. Es determinante evitar los sustos y las sorpresas, el dinero y la inversión huye de esas aguas confusas y turbulentas. Ahora sería un suicidio colectivo para nuestra economía. Si la tendencia monetaria continua por esta senda que hemos detallado en este apunte, estoy convencido de que las cosas pueden cambiar realmente para el país, sobre todo esperando que ese crecimiento general de ventas repercuta en una mayor dimensión de las empresas. Sería el cóctel ideal: un gobierno estable, con mayoría o sin ella, y una devaluación del euro hasta la paridad con el dólar o incluso algo por debajo. Sin dejarnos en el tintero una política bajista y estabilizada del precio del barril, del oro negro, que tanta falta nos hace para seguir adelante con nuestro desarrollo económico presente y futuro. Se vaticina que durante los próximos años, si no se producen retrocesos coyunturales, tendremos la fuerza del viento a favor de la economía española. Se prevén incrementos en el PIB, aprovechemos este buen momento para aumentar el presupuesto destinado a la I+D, es ahora cuando los políticos deberían replantearse de verdad la configuración de un nuevo y competitivo modelo económico industrial y comercial. Evidentemente no se podrá planificar nada hasta las próximas elecciones generales. Tendrá que ser el nuevo ejecutivo quien diseñe la nueva política económica para los siguientes cuatro años, al borde del horizonte 2020.