Redacción. Implantar el ajedrez obligatorio en todos los niveles de Educación Primaria podría ayudar a reducir el abandono escolar, según las estimaciones de la Federación Española de Ajedrez (FEDA). La extrapolación es un estudio realizado «hace años» por la institución, a partir de los datos de las escuelas que ya aplicaban la enseñanza de este juego entre sus estudiantes.
Según ha explicado el director técnico de la Federación Española de Ajedrez, Ramón Padullés, la FEDA «lleva mucho tiempo luchando» para que se aprovechen las ventajas de la enseñanza de ajedrez en las escuelas. «Ahora finalmente ha salido», ha explicado, en referencia a la proposición no de ley aprobada en el Congreso el miércoles 11 de febrero.
Gracias a la medida, propuesta por el PSOE y aprobada por unanimidad en la cámara, se implantará el programa ‘Ajedrez en la Escuela’ siguiendo las recomendaciones que la Comisión Europea (CE) realizó en 2012. Hasta ahora, en torno a un millar de colegios en España ofrecían Ajedrez como asignatura optativa, aunque sumadas a las que lo ofrecían como extraescolar son «un mínimo de 3.000», según el director técnico de la organización de ajedrecistas.
«Luego hay experiencias piloto muy interesantes impulsadas por gobiernos autónomos. La más clara es la de Baleares, donde esto ya está prácticamente implantado. En Cataluña se ha hecho una experiencia piloto con 120 colegios, en Cantabria también se ha hecho una experiencia piloto con unos 3.000 alumnos, aunque aún no se puede decir que se esté implantando», explica Padullés.
Para la federación, los estudios realizados hasta la fecha «han logrado demostrar que el ajedrez mejora en un 17% el rendimiento en matemáticas y lecturas poco tiempo después de empezar a jugar». Según su director técnico, este ejercicio, practicado por niños de edad temprana, «favorece un desarrollo más rápido de la inteligencia, un mejor desarrollo de su grado de madurez e, indirectamente, tiene beneficios para el aprovechamiento mejor y más claro de otras asignatura, como pueden ser las matemáticas, la comprensión lectora, la visión espacial».
«Aparte, les forma anticipadamente el carácter en cuanto a toma de decisiones y el saber perder, que es muy importante, y saber analizar por qué se ha perdido», asegura. En este sentido, explica que lo «ideal» es que el aprendizaje del ajedrez se inicie a los 6 años (primer curso de Primaria) y continúe hasta el término de este nivel de estudios (a los 11 años).
«Nosotros entendemos que, depende del grado de madurez que vea en los niños cada profesor y cada centro, a partir de los cuatro años ya se podría empezar, pero la edad ideal son seis años», ha puntualizado.
Para la enseñanza del juego, en las primeras etapas no es necesario que los niños se sienten frente a una mesa y venga «un entrenador de los de verdad a enseñarles estrategias». Por el contario, Padullés estima que lo mejor es «hacer que lo vean como un juego». «Primero que entiendan lo que son las verticales, horizontales y diagonales, luego que conozcan cada pieza, la dibujen… Luego ya se desarrolla un poco más y que sea algo progresivo», ha indicado.
Para el directivo de la federación, se está produciendo un «auge del ajedrez» (del que la iniciativa del Congreso forma parte) desde que la Comisión Europea decidió impulsar esta disciplina como una herramienta eficaz para el sistema educativo.
En marzo de 2012, la CE emitió un llamamiento a los Estados miembros de la UE para recomendar que la incluyeran en sus programas, al considerar que es un juego «accesible a los niños de todos los estratos sociales» y capaz de «mejorar su concentración, paciencia, perseverancia, intuición, memoria, y su capacidad de análisis y de toma de decisiones», además de «la deportividad, motivación y determinación».
Asimismo, aseguraba que la práctica del juego-deporte, puede contribuir a mejorar la integración y cohesión social y, por ende, «combatir la discriminación, reducir los niveles de criminalidad e incluso luchar contra las adicciones».