Europa Press. La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha mejorado una y dos décimas porcentuales sus previsiones económicas para este año y el que viene, y estima ahora que el PIB crecerá un 1,4% en 2014 y un 2,4% en 2015, impulsado por la evolución del tipo de cambio, el precio del crudo y los bajos tipos de interés.
Sin embargo, tal y como ha señalado el director general de Funcas, Carlos Ocaña, en rueda de prensa, los factores que impulsarán tanto el PIB son de naturaleza transitoria y pueden incluso llegar a darse la vuelta, por lo que es necesario seguir con las reformas para mejorar la competitividad de la economía española.
En la misma línea se ha manifestado el director de coyuntura y estadística de la Fundación, Ángel Laborda, que ha pedido que la cifra de 2015 no lleve a engaños, porque España aún no ha superado la crisis y porque estos factores no son extrapolables a 2016 y años posteriores.
«Más bien veo riesgo de que las autoridades y los agentes económicos caigan en cierta autocomplacencia al ver que crecimiento se acelera», ha señalado Laborda, tras recordar además que la inestabilidad en Grecia también puede afectar a España, así como el problema catalán y la proximidad de las elecciones.
«Esos riesgos están ahí, no se han materializado, pero hace falta que se resuelvan de forma adecuada y que desaparezcan las incertidumbres», ha añadido Ocaña.
La previsión de 2014 se ha elevado una décima porque se ha observado que el crecimiento no se ha enfriado en el último trimestre de este año como se esperaba inicialmente, periodo en el que el PIB podría volver a crecer un 0,5%. De hecho, Laborda cree que si hay desviaciones serán al alza, lo que lleva a estimar un 1,4% como media del año.
Muchas de las variables del cuadro macroeconómico se han modificado. Así, Funcas estima ahora que el consumo de los hogares crecerá un 2,3% este año y se acelerará al 3% en 2015, mientras que el consumo público podría crecer un 0,6% tanto este año como el próximo.
La formación bruta de capital fijo en bienes de equipo, por su parte, crecerá el año que viene a un ritmo más moderado que el actual -un 6,9% frente al 10,1%- por el agotamiento natural tras un prolongado periodo de crecimiento que se inició en el primer trimestre de 2013. La inversión en construcción, por su parte, crecerá en términos interanuales en 2015 por primera vez después de siete años de ajuste, tanto en el componente de viviendas como en el de otras construcciones.
Las exportaciones intensificarán moderadamente su crecimiento, mientras que las importaciones moderarán el suyo pese al mayor incremento de la demanda nacional. Así, la aportación del sector exterior al crecimiento será de -0,7% este año y de -0,4% en 2015.
Mejoran las previsiones de empleo. La Fundación también ha revisado al alza las previsiones de empleo y estima ahora que esta variable crecerá un 0,9% este año y 2% en 2015, lo que se traducirá en la creación de 140.000 y 330.000 empleos a tiempo completo, respectivamente. Así, la tasa de paro bajará al 24,4% este año y al 22,5% el año que viene, mientras que el crecimiento de la productividad se frenará a un 0,5% y un 0,4%, respectivamente.
En este sentido, Laborda ha admitido que parte del empleo que se está creando es precario y de bajos salarios, aunque ha considerado mejor que se cree empleo aunque sea en estas condiciones a que no se cree, ya que el país aún está en un estado inicial de la recuperación.
En materia de déficit, Funcas espera que el saldo negativo de las cuentas públicas baje al 5,5% este año –con un desvío de las comunidades autónomas– y al 4,6% el año que viene, por encima del 4,2% pactado con Bruselas. Además, cree que la deuda pública continuará al alza y se situará en el 102,6% en 2015.
¿Deflación? Sobre los precios, Laborda ha reconocido que los precios están en negativo, aunque ha descartado de plano un proceso deflacionario en la economía española porque los agentes no van a paralizar sus gastos pensando en que el IPC seguirá cayendo en los próximos meses.
De hecho, ha recordado que el consumo está creciendo más de lo que se estimaba en un principio, y que la inversión también está subiendo, condiciones que no son «coherentes» con un proceso deflacionario. «Yo diría que estamos en inflación cero, en precios congelados», ha subrayado, tras considerar que esta situación tiene más ventajas que inconvenientes para la economía española.
Superávit en balanza de pagos. En concreto, ha explicado que la desinflación permite cierta mejora de los salarios en un momento de moderación salarial, lo que redunda en un mejor comportamiento del consumo. A su parecer, si es bueno que los salarios sigan contenidos para impulsar el empleo, también es bueno que los precios sigan contenidos para impulsar el consumo.
Por último, el saldo de la balanza de pagos por cuenta corriente y la capacidad de financiación frente al resto del mundo continuarán siendo superavitarios en 2014 y 2015, aunque menos que en 2013.