Carlos Fernández / @karlos686. Esta película, ganadora del Oso de Oro a la mejor película y al mejor actor en esta última edición del Festival de Berlín 2014, titulada Black Coal se esfuerza pero no lo suficiente. Hay un sentimiento estético en esta película, una intención por parte de su director de sorprender en cada plano, cosa que consigue en ciertas ocasiones, pero no deja de hacer que mires el reloj en muchísimos minutos de su metraje. Uno tiene la sensación de estar esperando a que surja un momento realmente interesante y solo sigue una historia difusa con la que cuesta conectar, con unos personajes que no te importan y con una serie de misteriosos asesinatos que tampoco fascinan como deberían.
Diao Yinan (director) realiza varios planos secuencia prodigiosos con los que consigue hipnotizar visualmente, pero el resto del tiempo cae en el defecto de tener una buena historia pero no sabe mantener al público pegado a la butaca con la historia que es un objetivo muy marcado en la película.
¿Cine noir? Desde luego que sí, pero su director se ha esforzado en hacer una película de este género tan difícil y fascinante con una narrativa densa, cosa que no es siempre mala, pero uno tiene la sensación de estar viendo la clásica película de autor con todos sus elementos metidos en una batidora.
Conclusión, Black Coal le robó el Oso de Oro a Boyhood de una forma injusta, una película de autor con todos los elementos de la misma pero muy poco interesante a pesar de que su giro final sorprende de forma grata, aunque no es suficiente para devolverte los 106 minutos vividos en esa sala.