Uno de los problemas que sufren las parejas desde tiempos inmemoriales, son los tabúes. Fruto de la falta de confianza, de la educación o el entorno, entre otros factores, el sexo en la pareja se convierte en algo aburrido y repetitivo que degenera en falta de interés. Ni siquiera hace falta pensar en prácticas perversas, fuera de lo común o arriesgadas, sino a prácticas muy comunes y cotidianas.
El sexo menstrual
Muchas parejas tienen reparos a la hora de practicar sexo durante el periodo menstrual por diferentes razones. Aunque no es nada fuera de lo común, lo cierto es que la falta de confianza o la inseguridad, llegan hasta este punto en el que una práctica tan normal y habitual, se convierte en tabú.
En el caso de los hombres en una relación heterosexual, hay ciertos prejuicios y muchos lo ven como algo sucio que no se debe hacer. Desde el punto de vista de las mujeres, es más habitual que piensen que molestará a sus parejas o que ésta no se excitará por esta razón. Hay que romper con estos prejuicios porque es una práctica totalmente normal y que únicamente requiere cuidar la higiene.
Juego de roles
Es una práctica muy erótica y satisfactoria pero que provoca miedo escénico. Es algo que un gran número de parejas quiere experimentar pero que pocas se atreven. Desde el clásico uniforme de policía o de bombero, hasta el role play al estilo Pretty Woman en el que uno adopta el papel de cliente y el otro el de una escort. De nuevo, la inseguridad es más poderosa que el deseo, pero no requiere más que los dos miembros de la pareja entren en el juego y se diviertan. Perder el miedo, reírse de uno mismo y ser conscientes de que, si no sale todo lo erótico que debería, aporta diversión a la pareja, que sin duda es uno de los pilares de una relación y del erotismo.
Utilizar juguetes
Tanto para ellas como para ellos. Cabe mencionarlo, sobre todo para las parejas heterosexuales en las que el concepto “juguete sexual” se limita únicamente a un consolador para la mujer. Hay infinidad de juguetes y juegos sexuales tanto para ella como para él, simplemente hay que acabar con los prejuicios y abrirse a experimentar sensaciones nuevas y prácticas diferentes.
Sexo por videollamada
Otro clásico de nuestros días que aún muchas parejas se niegan a probar. Cada vez es más común por el ritmo de vida actual y el, cada vez más pronunciado, individualismo de las personas. Muchas parejas viven en ciudades o países diferentes y tienen que buscar soluciones a la escasez de contacto personal y de sexo. No obstante, aún muchas parejas lo ven como algo incorrecto o incluso “guarro”. Nada más lejos de la realidad, únicamente consiste en ganar confianza con la pareja para poder hacer lo que a ambos les gusta con la mayor libertad. Verse desnudos y masturbándose delante de una cámara, no debería ser un gran problema para una pareja que ha compartido toda su intimidad.