Europa Press. Agentes de la Policía Nacional han desmantelado en la Pedanía de la Matanza de Orihuela (Alicante) un cultivo hidropónico de marihuana, se han incautado de 560 plantas y han detenido a sus tres responsables, a quienes se les imputa, además de un delito de tráfico de drogas, otro de defraudación del fluido eléctrico, pues realizaron un enganche ilegal al suministro eléctrico público para abastecer de energía a los 52 focos alógenos que utilizaban para cultivar la droga.
La operación comenzó hace aproximadamente un mes, a consecuencia de distintas informaciones recibidas por parte de los agentes de la Brigada Local de Policía Judicial de Orihuela, con la posible existencia de un invernadero ilegal de sustancias estupefacientes en la pedanía de la Matanza de dicha localidad, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
Tras verificar y corroborar la información, se inició un dispositivo policial con la finalidad de identificar a los responsables de la plantación, que ha permitido detener a tres personas por sendos delitos contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico.
En el registro domiciliario practicado en el chalet donde se encontraba la plantación, los agentes descubrieron un cultivo clandestino que ocupaba tres estancias del domicilio y estaba acondicionado con todo lo necesario para el pleno cultivo y desarrollo indoor de cannabis sativa.
Así, contaba con focos halógenos, circuito de ventilación, aparato de aire acondicionado con termostato y sistema de riego automatizado. Las paredes se encontraban perfectamente recubiertas y aisladas con papel reflectante diamante. En el salón se encontraban dos armarios de cultivo de cinco metros cuadrados cada uno, para el secado de las plantas.
Además, los agentes descubrieron el enganche ilegal, que abastecía al chalet de suministro eléctrico, mediante cuatro mangueras de 20 metros lineales que se encontraban enterradas y que eran conducidas desde una torre de electricidad sin pasar por el transformador hasta el interior del chalet.
Los tres responsables, de 54, 61 y 65 años, formaban un grupo criminal que tenían la capacidad de producir más de cien kilos de cogollos de marihuana al año, los cuales acarreaban unos beneficios anuales de cerca de 200.000 euros. Han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción Tres de Orihuela.