España participa en una iniciativa europea para la investigación del patrimonio cultural

Investigadoras del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) estudian la escultura del buda. / Foto: Comunicación CSIC.
Investigadoras del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) estudian la escultura del buda. / Foto: Comunicación CSIC.

Redacción. Al igual que los astrofísicos y los físicos cuentan con telescopios y aceleradores de partículas repartidos por varios países para llevar a cabo sus observaciones y experimentos, los investigadores en patrimonio cultural disponen de una red de instalaciones y equipamientos en Europa para avanzar en sus proyectos de investigación en conservación y restauración. Este es el principal objetivo del proyecto IPERION CH, una iniciativa formada por 11 países de la Unión Europea, entre ellos España a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), más Estados Unidos. La intención última es llegar a establecer una única infraestructura de investigación europea en ciencia del patrimonio cultural.

“Un investigador necesita averiguar la autenticidad de una pintura guardada durante años en los almacenes de un museo o disponer de un acelerador de partículas para comprender el deterioro de una pieza de oro precolombino, por poner un par de ejemplos. IPERION CH se lo pone mucho más fácil, ya que su objetivo es promover una nueva cultura de intercambio y cooperación transdisciplinar entre los científicos del patrimonio cultural”, explica el investigador del CSIC Emilio Cano, del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas.

El proyecto integra centros de investigación, laboratorios en museos y universidades de cada país participante y pretende establecer una red con un plan de actividades sostenible, que incluye acceso a un amplio espectro de instrumentos científicos de alta calidad y especialmente adaptados al estudio del patrimonio cultural.

Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas, del CSIC, analiza mediante un laboratorio móvil el estado de una escultura. / Foto: Comunicación CSIC
Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas, del CSIC, analiza mediante un laboratorio móvil el estado de una escultura. / Foto: Comunicación CSIC

La iniciativa se enmarca en la experiencia y los conocimientos acumulados por los socios del consorcio durante el desarrollo de los últimos Programas Marco europeos, con los proyectos Eu-ARTECH y CHARISMA, que sentaron las bases para el acceso transnacional a infraestructuras científicas para la conservación del patrimonio cultural. Con el objetivo  de crear una infraestructura estable que dé continuidad a IPERION CH, en la actualización de 2016 de la hoja de ruta de la iniciativa ESFRI (European Strategy Forum on Research Infrastructures) se presentó E-RISH (European Research Infrastructure for Heritage Science). La propuesta fue aprobada en marzo de este año y ahora se dan los primeros pasos para establecer el funcionamiento de los aspectos científicos, administrativos y políticos de una infraestructura que pretende ser estable.

Un recurso “único”. “El patrimonio cultural europeo es uno de los más importantes del mundo, por volumen, importancia y variedad. Además de permitirnos conocer nuestro pasado para entender nuestro presente, es un recurso único desde un punto de vista económico, de desarrollo social y mejora de la calidad de vida. Pero es un recurso frágil e irremplazable, que requiere de una constante investigación para su conservación, difusión y puesta en valor”, destaca Cano.

Según los miembros de la iniciativa, los bienes culturales, muchos de ellos delicados, únicos, irremplazables e inamovibles, tienen unas características que hacen necesario el desarrollo de infraestructuras concretas y con el soporte del conocimiento especializado en patrimonio cultural. IPERION CH aborda estas necesidades mediante sus tres plataformas.

Una investigadora trabaja en la restauración de un buda en el IPCE. / Foto: Comunicación CSIC
Una investigadora trabaja en la restauración de un buda en el IPCE. / Foto: Comunicación CSIC

En primer lugar, MOLAB ofrece el desplazamiento a los museos y monumentos de equipos innovadores desarrollados específicamente para este fin y el personal científico para estudiar in situ y de manera no destructiva objetos que no se pueden mover. En segundo lugar, FIXLAB permite utilizar grandes instalaciones científicas con el soporte de personal y desarrollos instrumentales específicos para patrimonio cultural. Por último, ARCHLAB pone a disposición de la comunidad científica una gran cantidad de datos científicos, informes técnicos y de restauración y muestras únicas archivados en algunos de los mejores museos e instituciones de conservación europeas, y que en su mayoría son inéditos y de difícil acceso.

24 socios de 12 países (11 europeos más Estados Unidos) conforman el consorcio de IPERION CH, una iniciativa enmarcada en el programa europeo Horizonte2020.

Destacan grupos de investigación de los principales consejos científicos europeos (CNR, CNRS y CSIC), universidades y centros de investigación, museos de primer nivel como el British Museum y la National Gallery en Reino Unido, o la National Gallery de Dinamarca, así como algunos de los centros de conservación del patrimonio cultural KIK-IRPA de Bélgica, Opificio delle Pietre Dure de Florencia (Italia), el Laboratorio Rathgen de los Museos de Berlín, o The Getty Conservation Institute de Estados Unidos.

Por parte española, aparte del CSIC, la iniciativa cuenta con la participación del Museo del Prado y con la colaboración del Instituto del Patrimonio Cultural de España, perteneciente al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

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