Redacción. Cáritas Española está respondiendo a los llamamientos de ayuda de emergencia lanzados por las Cáritas de Etiopía, Sudán del Sur y Níger para garantizar asistencia humanitaria de urgencia a los cientos de miles de damnificados por la crisis de alimentos que asola el Cuerno de Africa y por la violencia terrorista en el Sahel.
Para ello, se han movilizado sendas partidas de 300.000 euros para apoyar los planes de emergencia contra la hambruna en Etiopía, de 50.000 euros para Sudán del Sur y otros 100.000 para los desplazados a causa de la violencia de Boko Haram en Níger.
Hambruna en Etiopía. La región del Cuerno de África vuelve a ser el escenario de una suma de condiciones climáticas adversas y el enquistamiento de conflictos prolongados en los países de la región, que han dado lugar a una grave carestía de alimentos básicos. La sequía provocada por El Niño en diferentes regiones de Etiopía, Eritrea, Yibuti y el norte de Somalia está provocando que, a fecha de hoy, unos 20 millones de personas se encuentren en estado de inseguridad alimentaria, lo que supone un incremento del 64% desde el mes de agosto de 2015.
Las dificultades para acceder a alimentos afectan especialmente a Etiopía, un país en el que el 80% de población subsiste de la agricultura y la ganadería, y donde la sequía ha desencadenado una situación alarmante de escasez de agua y alimentos. Las tasas de desnutrición se han disparado y una cuarta parte de los distritos del país han sido declarados oficialmente en situación de crisis nutricional. Respecto al mismo período del año pasado, ha aumentado en un 65% el número de niños que necesitan tratamiento por desnutrición aguda severa, así como los casos de mujeres y niños que precisan alimentación suplementaria.
Se calcula que a lo largo de 2016 un total de 10,2 millones de personas necesitarán ayuda alimentaria en Etiopía.
Con objeto de hacer frente a la emergencia, Cáritas Etiopía ha lanzado una llamada de emergencia a toda la red internacional de Cáritas para recabar los fondos necesarios para poner en marcha un plan de intervenciones inmediatas para garantizar ayuda básica a las comunidades más vulnerables de nueve de las trece diócesis de Etiopía.
Cáritas Española ha comprometido la aportación de 300.000 euros, de los cuales ya se han transferido a Cáritas Etiopía los primeros 100.000 euros. La aportación de Cáritas Española supone el 35% del presupuesto solicitado por la Cáritas Etíope.
Desde hace más de 15 años, Cáritas Española apoya diversos proyectos de desarrollo y acción humanitaria de la Cáritas Etíope. Existe actualmente una estrategia de Cáritas Española centrada en los ámbitos de la seguridad alimentaria, el agua y saneamiento, y la promoción de la mujer en Etiopia las regiones de Oromia, SNNP y Tigray. Toda esta actuación de cooperación fraterna está siendo acompañada en el terreno desde 2014 por Rodrigo Sáez, un cooperante de Cáritas Española con base en Adiss Abeba.
La próxima semana, y con objeto de conocer en el terreno la situación de las comunidades afectadas por la sequía e identificar cuáles son las necesidades prioritarias, se desplazarán a Etiopía Carmen Cabotá, coordinadora de la región de África en el Area de Cooperación Internacional de Cáritas Española, y Beatriz Tavera, técnica de esa misma Área.
Sudán del Sur. Los efectos de la sequía que afecta a todo el Cuerno de Africa son también muy graves en Sudán del Sur, donde se estima que 2,8 millones de personas, la cuarta parte de la población del país, necesitan ayuda urgente. Cáritas Internationalis asegura que más de 40.000 personas estarán abocados a una seria hambruna en las próximas semanas.
El padre Jean Waweru, director de la oficina local de Cáritas en Rumbek, una de las áreas más afectadas del país, asegura que “pueden verse los huesos de los niños que sobresalen porque están desnutridos por la falta de alimento. Con ellos los que están sufriendo de verdad”. A esto se añade que “el año pasado el conflicto a lo largo de la frontera en el Alto Nilo comportó la pérdida de cultivos y de ganadería, y las personas se vieron forzadas a escapar por sus vidas.”
El enfrentamiento bélico en varias áreas del país y la intensificación de la crisis económica están acarreando consecuencias fatales para la capacidad de autoabastecimiento de las comunidades rurales. “La mayoría de estas personas, ya sea agricultores o pastores, no posee los medios para conseguir su propio sustento. Dependen de cualquier tipo de trabajo en la ciudad de Juba y los pueblos necesitan totalmente de la ayuda alimentaria”, alerta Gabriel Yai, director ejecutivo de Cáritas Sudán del Sur
La Cáritas Sursudanesa ha lanzado una llamada de emergencia a toda la red internacional de Cáritas para solicitar fondos con el objetivo de ayudar a 35.000 personas especialmente vulnerables en las zonas de Juba, Rumbek, Tambura-Yambio, Yei y Malakal. El plan de emergencia incluye la perforación de pozos, la distribución de semillas y herramientas, la promoción de salud y la higiene y el suministro de medicamentos y ayuda alimentaria.
Cáritas Española, que cuenta con una larga trayectoria de presencia en la región, se ha sumado a ese llamamiento y ha puesto a disposición de las necesidades de la emergencia una partida de 50.000 euros.
Ayuda para refugiados de Boko Haram en Níger. Otro de los frentes humanitarios abiertos en Africa para la red Cáritas está en Níger, donde la Cáritas local ha pedido también ayuda urgente para acoger a los miles de personas que están huyendo de los ataques de los combatientes de Boko Haram en el sureste del país.
Entre diciembre y enero pasado, alrededor de 100.000 personas fueron obligadas por los terroristas a abandonar sus hogares y 170 aldeas quedaron abandonadas. Asimismo, otros 100.000 refugiados de Nigeria también han huido a Níger.
Cáritas Internationalis ha lanzado un llamamiento urgente para recaudar los 830.000 euros necesarios para proporcionar víveres, albergue, ayuda básica, agua potable y saneamiento a 15.000 personas, tanto desplazados como comunidades receptoras.
Cáritas Española ha respondido a esa llamada con una aportación de 100.000 euros. A los problemas originados por la violencia, se suma la precariedad causada por la crisis alimentaria que azota Níger y que amenaza a 1,3 millones de niños y a 300.000 madres lactantes.
Los ataques de Boko Haram han dejado un saldo de al menos 17.000 muertos y más de 2,6 millones de personas han tenido que dejar sus hogares desde 2009. Están clasificados como una de las organizaciones terroristas más mortíferas. “La última esperanza de la gente es que se pueda restablecer la paz y la seguridad”, dice Raymond Yoro de Cáritas.