Garteh Bale y Koke disputan un balón en el encuentro. /EFE
Díaz. Ninguno de los dos conjuntos pudieron hacerse con el triunfo en un disputado partido donde se pudo disfrutar de dos estilos de juego completamente diferentes. No fue hasta el final de la segunda mitad cuando comenzaron a verse los goles. El recién llegado James Rodríguez ayudado por Ansaldi abrió la lata en el minuto 82 para el combinado merengue y el de siempre, Raúl García, empataba en el 87 tras un magistral corner sacado por Koke.
El Real Madrid se sentía cómodo con la pelota y desde el primer minuto quiso llevar el peso del encuentro, pero respetando en todo momento las grandes contras que protagoniza el eterno rival de la capital. La primera parte se pudo hacer lenta para los espectadores ya que los de Carlo Ancelotti no querían perder el balón, intentando acabar todas las jugadas. Un atlético de Madrid bien plantado en defensa se lo impedían, por lo que continuamente tenían que estar retrocediendo el esférico en busca de algún hueco para poder hacer daño.
En conjunto de Simeone jugó como se esperaba, contundentes, intensos y presión continua sobrepasado los tres cuartos de campo ayudado por 2 líneas muy juntas dejando sólo arriba al delantero croata Mario Mandzukic, que no tuvo su mejor noche. El extremo Francés, Antoine Griezmann dio frescura y desborde en la banda izquierda aunque poco más pudieron hacer debido a los pocos balones que perdían en el bando contrario.
No será hasta el próximo viernes 22 de agosto cuando sepamos quién se proclamará campeón de la Supercopa de España que protagonizarán los dos eternos rivales de la capital española en el Vicente Calderón.
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