Andrés Espuelas. Hay veces que la vida te pone obstáculos para seguir avanzando. A Enhamed Enhamed (Las Palmas, 1987) le colocó uno a los ocho años cuando perdió el sentido de la vista. Sin embargo, pese a que muchos no creían en él, hizo de la piscina su hábitat natural.
El canario se elevó como una de las referencias en el deporte español gracias a las cuatro medallas de oro que consiguió en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008 y las dos platas y una de bronce en Londres 2012. Además, este año se convirtió en el primer invidente en completar el Ironman de Lanzarote, uno de los eventos más dura de esta modalidad de triatlón (3,86 kilómetros de natación, 180,2 de ciclismo y 42,195 carrera).
Ente sus próximos proyectos Enhamed planea escalar el próximo 24 de julio el monte Kilimanjaro en Tanzania, la montaña más elevada del continente africano con 5.895 metros de altitud, todo un reto en que el destacado deportista tratará de superarse a sí mismo. Por todo ello no es de extrañar que fuera galardonado con la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo en 2009.
– Enhamed, por encima de lo deportivo, vaya ejemplo de superación que eres.
– Nunca pienso en el tema de la superación. A lo largo de la vida te encuentras con muchas dificultades que se tienen que ir superando mediante unos determinados objetivos que te propongas. Si éstos son difíciles pues con más razón debemos superarlos. Ese ha sido mi caso.
– Cuéntanos un poco de tu infancia Enhamed.
– Yo me quedé ciego con ocho años y meses después de que me ocurriera empecé a nadar pero no tenía ni idea. Después, con 13 años me cambié de colegio y tuve bastantes pegas, al igual que en el Instituto, para poder correr y hacer deporte debido a mi discapacidad. A partir de entonces, me introduje de lleno en la piscina que era el único sitio donde podía sentirme libre.
– Y tras ello, cuatro oros en Pekín 2008, dos platas y un bronce en Londres 2012…
– La verdad es que he tenido una carrera muy larga. En Pekín gané en 50, 100, 400 metros libres y 400 metros mariposa y en Londres logré la plata en 400 libres, 100 mariposas y el bronce en 50 libres. Entreno siete horas al día con tan sólo dos semanas de vacaciones a lo largo del año, por lo que me ha costado mucho esfuerzo llegar a conseguir esas medallas. El punto de inflexión fueron los cuatro oros del Mundial de 2007, previo a Pekín, que supuso una enorme satisfacción para mí. A base de cambiar ciertos aspectos he podido conseguir más logros.
– Por todo ello te llaman el ‘Phelps’ de la natación española.
– Este tipo de términos son más mediáticos de lo que realmente significa. No me supone una gran diferencia a la hora de meterme en la piscina.
– Qué es Gayla, tu perro guía, para ti.
– Más que una amiga es como mi hija y la cuido como si lo fuera. Es todo para mí.
– En mayo de 2014 completaste el Ironman de Lanzarote y fuiste el primer invidente en conseguirlo. ¿Qué supuso para ti?
– Más allá de las medallas de Pekín y Londres, el Ironman ha sido lo que más satisfacción personal me ha dado porque me hizo cambiar mis planteamientos y forma de vida. Quería hacer algo nuevo, pese a que no apostaban en un principio por mí. Solo tuve siete meses, cuando lo normal son 14, para prepararlo. Trabajé como el que más y viví muchos momentos complicados, pero el cruzar la meta fue algo indescriptible. Superé un reto que parecía inalcanzable.
– Y el día 24 a por el Kilimanjaro. ¿Cómo te preparas?
– Es un desafío que me ilusiona mucho. Desde siempre me han fascinado las montañas, pese a que no he podido ver ninguna. Además, supone un nuevo objetivo para mí, aunque me tengo que adaptar al mal de altura. En cuanto a la preparación es bastante sencilla: mucho cardio, caminar por las montañas en Canarias junto a entrenamientos en la coordinación con el guía. Estoy muy ilusionado, pero cada vez que se va acercando el día más me preocupo por lo negativo que pueda pasar. Aun así, contar con el apoyo de Edurne Pasaban y Javi Cruz, los mejores escaladores profesionales, te alienta a conseguir este reto.
– Junto a Teresa Perales y demás deportistas paralímpicos sois unos ejemplos a seguir para la sociedad española.
– La sociedad necesita a gente de referencia para su día a día. El Mundial de 2014 era una fecha en la que referentes para los españoles podrían haber dado una alegría en una situación económica inestable actual. Queremos hacer ver que, si nosotros podemos conseguir lo que nos proponemos, por qué no va a lograr hacerlo el resto de la sociedad. Uno se puede quejar pero tiene que hacer algo al respecto, no se puede quedar parado.
– ¿Crees en la pérdida de los valores?
– Para nada. Se ha buscado una cierta comodidad, eso sí. Se han sustituido los valores actuales por otros que antes no se podían. Tienes que tener un objetivo en tu vida, eso es lo importante.
– ¿Cuál es la función de coaching que llevas a cabo junto a tu equipo?
– Realizamos ponencias, conferencias, hábitos personales y rendimiento. están dirigidos a equipos en los que aconsejamos una planificación y una comunicación, aunque también las orientamos a individuos. Queremos que se alcancen los propósitos que las personas se proponen.