Haciendo las pruebas adecuadas, el Alzheimer se puede detectar incluso diez años antes

El Alzheimer amenaza con convertirse en la nueva pandemia del siglo XXI.
El Alzheimer amenaza con convertirse en la nueva pandemia del siglo XXI.

Redacción. Gracias a los nuevos avances científicos y a las nuevas pruebas diagnósticas se puede detectar el Alzheimer antes de que el paciente llegue a un estado de demencia, según ha señalado el neurólogo y uno de los directores de la Clínica de Memoria del Hospital Nisa 9 de Octubre, Antonio Olmo, en la Jornada Informativa sobre la enfermedad del Alzheimer y la familia organizada por la Fundación de Hospitales.

El PET-amiloide es una prueba diagnóstica que tienen a su disposición los neurólogos desde finales de 2013 y que consiste en la administración mediante vía intravenosa de un isótopo. Esta prueba es capaz de mostrar imágenes de los depósitos de amiloide que den respuesta a una sospecha fundada de Alzheimer.

El neurólogo, Antonio del Olmo y el neuropsicólogo, José Mazón, han hablado en estas jornadas sobre la importancia del diagnóstico precoz del Alzheimer y han contestado las numerosas dudas que tanto familiares como pacientes les han planteado.

Estos doctores tienen como objetivo luchar contra el Alzheimer en sus fases iniciales haciendo un diagnóstico precoz de esta enfermedad, que amenaza con convertirse en la nueva pandemia del siglo XXI, ya que uno de cada 10 mayores de 65 años padece Alzheimer, aumentando el porcentaje hasta el 40 por ciento en los octogenarios.

«La tendencia a no dar importancia a los fallos de memoria, repetición de preguntas, o a no encontrar la palabra adecuada, asociando estos síntomas a la edad, puede suponer la no detección de un deterioro cognitivo incipiente», afirma el doctor del Olmo.

Pruebas preventivas. El síntoma inicial de la enfermedad suele ser el trastorno de memoria, por lo que es importante que se haga una evaluación adecuada de este problema y de todos los factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes o el colesterol, pues estos pueden dañar el cerebro.

Para ello «trabajamos desde una consulta integrada neurológica (valoración de factores de riesgo, exploración física y neurológica completa) y neuropsicológica (realización de test cognitivos apropiados) con el fin de emitir un informe conjunto integrado sobre la situación funcional cognitiva, un análisis de los factores de riesgo de demencia y un programa estratégico de seguimiento personalizado para abordar las diferentes terapias tanto farmacológicas como no farmacológicas», explica el doctor del Olmo.

El estudio del paciente se puede completar con estudios de neuroimagen y otros análisis específicos como es el estudio de marcadores biológicos de la enfermedad de Alzheimer en LCR (liquido céfalo-raquídeo), que se obtiene por punción lumbar o mediante la PET-amiloide, cuando el diagnóstico sea dudoso.

 

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