Redacción. Cáritas Española ha decidido aportar una partida de 50.000 euros al nuevo llamamiento de emergencia lanzado por Cáritas Internationalis para responder a la crisis humana que se vive en la República Centroafricana, un país que sigue inmerso en el caos político y la violencia provocada por el conflicto armado que desde diciembre de 2012 enfrenta al Gobierno y el grupo armado Seleka.
Según los datos facilitados por Naciones Unidas, unos 2,5 millones de personas necesitan ayuda urgente, especialmente los 567.000 desplazados internos dentro del país y los 356.000 refugiados que han huido a los países vecinos.
Este nuevo plan de emergencia puesto en marcha por la red internacional de Cáritas en la República Centroafricana cuenta con un presupuesto previsto de 1.283.000 euros, que se invertirán en la puesta en marcha de programas de ayuda urgente para las personas más vulnerables: desplazados, enfermos, familias sin recursos y con niños pequeños, víctimas de la violencia y personas que han perdido sus casas.
El citado plan de Cáritas ya ha comenzado a desarrollarse en nueve diócesis del país, donde se estima que al menos 21.400 hogares podrán beneficiarse de las acciones previstas en el mismo: distribución de alimentos y artículos de primera necesidad, planes de recuperación de los medios de vida (ganadería o agricultura) de los damnificados por el conflicto, programas de asistencia sanitaria y proyectos de retorno para los desplazados que quieran volver a sus comunidades de origen, así como planes de reconstrucción de viviendas, hospitales y escuelas.
La prioridad de apoyar la construcción de la paz
Dentro del trabajo que llevan a cabo de forma conjunta la red Cáritas y la Iglesia local en la República Centroafricana, uno de los sectores más importantes de cara al futuro es la construcción de la paz. Con este objetivo, Cáritas está apoyando la creación de una plataforma de paz interreligiosa a nivel estatal, similar a las que ya están funcionando en el ámbito local, para lograr la reconciliación entre las comunidades cristiana y musulmana (mayoritarias), y otras confesiones.
Según ha destacado monseñor Néstor-Désiré Nongo-Aziagbia, obispo de Bossangoa, las divisiones entre estas comunidades “han aumentado debido a la inestabilidad política y el letargo del Gobierno, y están siendo utilizadas por intereses económicos que buscan la explotación de los recursos naturales de la República Centroafricana”.
Apoyo a los damnificados sin distinción de credos
Desde el comienzo de la violencia en el país, la Iglesia y la Cáritas centroafricanas han buscado el restablecimiento de la paz y han tratado de proteger a la población, sea cristiana o musulmana. Cuando muchas familias se vieron obligadas a abandonar sus casas huyendo de los ataques de los Selekas o, más tarde de los anti-Balakas –milicias populares de autodefensa contra los primeros–, los templos y misiones católicas se abrieron a todas las personas afectadas por los enfrentamientos para ofrecerles refugio, abrigo y alimento.
Además de este último plan aprobado, la red internacional de Cáritas ya respondió en febrero de 2013 a la emergencia declarada en la República Centroafricana con el lanzamiento de un llamamiento de ayuda (Emergency Appeal) a favor de las víctimas del conflicto por valor de 468.386 euros, al que Cáritas Española contribuyó con 83.500 euros.
Apoyo permanente de Cáritas Española a los damnificados
La Confederación Cáritas Española ha estado desde el principio de estas crisis al lado de la Iglesia local, de la Cáritas centroafricana y de los más vulnerables: los desplazados, los refugiados y los que han perdido sus hogares y medios de subsistencia.
Este apoyo no sólo se ha manifestado a través de su respuesta a los llamamientos de Cáritas Internationalis, sino también a través de la puesta en marcha de proyectos propios en el país, como el impulsado por Cáritas Diocesana de Cuenca con el apoyo financiero de la Diputación Provincial de Cuenca, para garantizar la atención de las necesidades básicas de los refugiados que han huido a la vecina República Democrática del Congo y que se seguirá llevando a cabo hasta principios de 2015.
Además de este programa, Cáritas Española apoya otro proyecto de recuperación de medios de vida de los damnificados por el conflicto en las localidades centroafricanas de Selim y Dembia, donde muchas comunidades han perdido sus casas, cultivos y ganado a causa de las incursiones de grupos armados.