243 años del Real Coliseo Carlos III, el teatro de corte más antiguo de España

El Real Coliseo Carlos III.
El Real Coliseo Carlos III.
El Real Coliseo Carlos III. / http://www.madrid.org

Ana Amador. Lograr arrancar miles de emociones sobre un escenario a un público cautivado por la magia del teatro es un arte que siempre ha fascinado a los españoles. Por ello, durante los siglos XVI y XVII, surgieron en las principales ciudades de nuestro país teatros públicos instalados en los patios y corrales de los edificios de vecinos, que fueron denominados los corrales de comedias.

Estos espacios fueron el marco de la dramaturgia del Siglo de Oro de las letras españolas y en sus escenarios se representaron obras de grandes autores como Calderón de la Barca, Lope de Vega o Tirso de Molina.

Hasta la llegada de los Borbones estas actividades lúdicas se habían desarrollado en esos lugares improvisados. Sin embargo, la corte borbónica, que estaba ubicada en el Real Sitio de San Lorenzo del Escorial y que era muy aficionada a este entretenimiento, propuso crear espacios permanentes y más adecuados para poder recibir a grandes compañías teatrales de Francia e Italia. Para ese menester surgió El Real Coliseo de Carlos III, la sala cubierta de representaciones más antigua que se conserva en España y el único teatro de corte que aún se mantiene en uso.

Carlos III.
Carlos III. / http://es.wikipedia.org

El monarca Carlos III, que encabezó el despotismo ilustrado, llegó a España desde Nápoles dispuesto a llevar a cabo grandes reformas urbanas, económicas, sociales y artísticas. Para ello contó con el apoyo de un gran equipo de colaboradores, ministros y arquitectos como Ventura Rodríguez o Juan de Villanueva.

Dentro de sus reformas urbanísticas se encuentra El Real Coliseo de Carlos III, una joya barroca del siglo XVII ideada para divertir a la corte. Su construcción fue proyectada por el arquitecto francés Jaime Marquet, quien inauguró su construcción en 1771. Sin embargo, entre 1792 y 1973, Juan de Villanueva lo mejoró.

Posteriormente se crearon las Compañías de los Reales Sitios, que se encargaban de girar un amplio repertorio por los diferentes teatros de corte. Asimismo, se fijaron unas pautas sobre el buen funcionamiento de estos espacios, la dignidad de las representaciones, la dicción de los actores e incluso instrucciones muy precisas sobre la vestimenta de los artistas y el público.

Fueron muchos los actores, músicos o cantantes que pisaron el escenario de este teatro durante su primera etapa y los palcos principales acogieron a ilustres personajes. Sin embargo, este lugar también fue testigo de otros momentos históricos menos gloriosos, ya que sus muros sirvieron de acuartelamiento de las tropas francesas durante de la Guerra de la Independencia (1808-1814), lo que provocó su deterioro y posterior abandono.

Obra teatral de Jacinto Benavente.
Obra teatral de Jacinto Benavente. / http://www.españaescultura.es

Años después el Ayuntamiento del Real Sitio subastó el recinto para su explotación comercial y en 1855 el Estado vendió el recinto por 28.000 pesetas, mediante la Ley de Desamortización que lideró Pacual Madoz, ministro de Hacienda. A partir de ahí solo se realizaron actuaciones artísticas de forma esporádica hasta que en el siglo XX, cual Ave fénix, el Real Coliseo vivió su resurgimiento gracias a los estrenos y representaciones de obras de grandes dramaturgos españoles como Jacinto Benavente (Premio Nobel de Literatura), los hermanos Álvarez Quintero, Muñoz Seca o Arniches.

Este periodo de esplendor duró poco tiempo, ya que la Guerra Civil (1936-1939) obligó a detener las representaciones y, aunque cuando finalizó el conflicto armado este espacio artístico retomó su actividad bajo el nombre de Teatro Lope de Vega, comenzó un progresivo deterioro.

El Real Coliseo Carlos III.
El Real Coliseo Carlos III. / http://guias-viajar.com

Este desgaste se agravó hasta que una iniciativa en los años 60’ adquirió la propiedad del edificio deteniendo su demolición y posteriormente la Sociedad de Fomento y Reconstrucción del Real Coliseo de Carlos III emprendió la primera gran reforma.

En 1995 fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento y, tras una gran renovación, en diciembre de 2010 las puertas del teatro volvieron a abrirse para acoger las mejores representaciones. Por tanto, a pesar de los periodos de luces y sombras, el emblemático teatro sigue alzándose imperecedero, albergando en su interior el recuerdo de tiempos grandiosos del arte español.

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