Redacción. El buque oceánico ‘Río Miño’ de la Guardia Civil ha intervenido 1.900 kilogramos de hachís y ha detenido a dos personas que iban en una embarcación rápida en el mar de Alborán y han sido trasladados a Melilla para ser puestos a disposición judicial.
Durante un acto desarrollado en el puerto, con la presencia del delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, un portavoz de la Guardia Civil ha explicado que esta importante aprehensión ha tenido lugar durante la madrugada de este lunes, 9 de junio, sobre las 06.30 horas.
Así ha detallado que los elementos de navegación y control de los que dispone el buque oceánico de la Guardia Civil ‘Río Miño’, de servicio en el mar territorial de Alborán, detectó una embarcación sospechosa que se dirigía desde la costa marroquí hacia la costa peninsular de España, activando el protocolo de actuación en estos casos, consistente en el lanzamiento de las lanchas operativas para su control y abordaje si procediere, dando resultado positivo.
La citada fuente ha indicado que una vez alcanzada la embarcación sospechosa, una neumática semirrigida, intentaron un primer abordaje, haciendo caso omiso sus ocupantes a las indicaciones de los agentes, imprimiendo más velocidad y realizando maniobras evasivas, a la vez que arrojaban «fardos por la borda de la embarcación».
Finalmente la embarcación pudo ser neutralizada y una vez a bordo, sus ocupantes, dos personas, no ofrecieron resistencia a los guardias civiles actuantes.
En el interior de la embarcación localizaron una gran cantidad de fardos envueltos en «arpillera», que debido a la celeridad con la que se ha realizado la operación, sus ocupantes no han tenido tiempo de arrojar al mar.
Asegurada la embarcación, detenidos sus tripulantes e izados los fardos al buque, un total de 79, los mismos contenían droga, del tipo «hachís», con un peso aproximado de unos 1.900 kilogramos, peso cercano a las dos toneladas de droga.
El portavoz policial ha informado que las personas que tripulaban y ocupaban la embarcación son dos varones, de nacionalidad española, que han sido detenidas como presuntos autores de un delito contra la salud pública, conocido en el ámbito coloquial como tráfico de drogas.
Con la intervención de la droga incautada, la Guardia Civil ha evitado la distribución de unos siete millones y medio de dosis en el mercado ilícito de drogas de este tipo de estupefaciente.