Redacción. El Príncipe de Asturias ha elogiado el nivel «muy considerable» alcanzado por la ciencia en las últimas décadas. También ha manifestado que es «de gran importancia» que las administraciones, las empresas y la sociedad se comprometa con el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación.
Durante el acto del centenario del Instituto Español de Oceanografía, ha dicho que es preciso profundizar en esa dirección para fomentar las vocaciones científicas y un mayor aprecio popular por la ciencia, al tiempo que ha llamado a lograr retener más talento y dar más oportunidades a los jóvenes investigadores. Además, ha destacado que las Ciencias del Mar es una de las áreas de mayor potencial.
A su juicio, la generación de conocimiento es «fundamental para el crecimiento económico y para el progreso de las sociedades» y, en ese sentido, ha insistido en que la I+D+i es clave, es una de las palancas más necesarias para poder generar ese conocimiento.
Don Felipe ha reconocido los «importantes esfuerzos» para consolidar un sistema que permita que muchos de los mejores talentos puedan desarrollar su labor en centros españoles de primer nivel, para que sus descubrimientos sean justamente valorados a escala internacional y para que las grandes infraestructuras internacionales cuenten con los científicos y técnicos españoles.
«Para que estemos entre los primeros países del mundo en producción científica y que se hagan avances importantes en muchos campos, desde la medicina a la energía, pasando por la astronomía o las humanidades», ha deseado.
En este contexto, ha felicitado al Instituto Español de Oceanografía y a su personal, porque es un «activo fundamental de la ciencia» y «no cabe duda» de su compromiso con la I+D+i, así como por su extensa experiencia en el estudio de los mares, que le han llevado a «ser ejemplo» del compromiso con la ciencia y la innovación. «El IEO, un instituto que cuenta con una historia centenaria, pero también con un futuro prometedor», ha añadido.
El Príncipe ha evocado la vinculación histórica de España con los mares y los océanos y su «vocación mantenida en el tiempo» y una «verdadera primacía histórica» en los océanos. De este modo, ha defendido que españolas fueron las naves que primero atravesaron el Atlántico; el descubridor para occidente del océano Pacífico; hispánica fue la expedición que atravesó por primera vez ese océano y que dio la vuelta al mundo y, también las primeras incursiones en el océano Antártico, a donde ha añadido que tiene una visita pendiente, «como hizo el Rey».
Asimismo, ha explicado que el aragonés Odón de Buen del Cos convenció a su bisabuelo el Rey Alfonso XIII de la necesidad de crear un instituto como el IEO que, con el mismo nombre, desde entonces ha estudiado los océanos y resolviendo «los desafíos» de los mares. Esto, a su juicio, es «imprescindible» en un país tan ligado a la mar y a sus costas.
Don Felipe ha confesado su «pasión por el mar», que le viene no solo por herencia, sino también por afición personal que intenta «nutrir en la vida» en la medida en que sus obligaciones se lo permiten, no tanto como quisiera «y quizás ahora aún menos», arrancando la sonrisa del auditorio.
Respecto a los retos a los que la institución se enfrenta, se ha referido al cambio climático y el calentamiento global, como cuestiones que afectan a la salud de las mares, a la seguridad en las zonas costeras y a la explotación de los recursos del mar de manera sostenible.
En el acto, celebrado en los Jardines de Cecilio Rodríguez en el Parque del Retiro, el director general del IEO, Eduardo Valguerías, ha resaltado que pocas instituciones de investigación han alcanzado tamaña longevidad y ha repasado la historia del instituto que, en su vocación de estudiar las condiciones físicas, químicas y biológicas de los mares «no ha cambiado significativamente».
Por su parte, la secretaria de Estado de Innovación, Carmen Vela, ha agradecido el apoyo constante de la Casa Real cuando los temas de ciencia aparecen en sus agendas. Del IEO ha subrayado que ha sabido diversificarse; que es un activo fundamental para la ciencia española y ha elogiado su labor de apoyo a la sociedad, como por ejemplo en la erupción del volcán submarino de El Hierro, donde participó el buque Ramón Margalef.
De este modo, ha augurado un futuro «prometedor y extraordinario» al IEO así como al desarrollo y la innovación en España que, tras los momentos «muy difíciles» que ha atravesado ha comenzado a despegar y, por primera vez desde 2009 el presupuesto para la ciencia ha aumentado.
Mientras, el escritor Arturo Pérez Reverte, ha evocado su relación con el mar desde su infancia, a través de la lectura de obras como Moby Dick, La isla del Tesoro o 20.000 leguas de viaje submarino, así como de las experiencias y aventuras que vivió junto con los marinos con quienes creció y las travesuras que realizaba en las embarcaciones y se ha mostrado «orgulloso» de su título de capitán de yate que le costó más sudor y tinta que sus libros más vendidos.