Tecnología, relaciones y sociedad

Tecnología, relaciones y sociedad

Luna Díaz. El avance tecnológico constatado en los últimos años es un hecho innegable. El uso de la tecnología ha pasado en la última década de ser algo para unos pocos a lo más popular posible, hecho que es muy positivo.

Al fin y al cabo, aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología es indispensable para ahorrar tiempo, acortar distancias, mantenerse informado, aprender cosas nuevas y estar en contacto con los seres queridos.

En este sentido, no sólo ha cambiado el concepto, sino también la forma de vivir las relaciones. Todo este proceso de exposición constante a la información tiene su precio, y cuando se trata de las relaciones, que de por sí ya son mucho que gestionar, puede pasar factura al final de todo.

De forma un tanto paradójica, los teléfonos móviles pueden acercar a los que están lejos, pero por otro lado pueden distanciar a los que están al lado. Una encuesta reveló que el 80% de las parejas se han peleado por la tecnología en algún momento.

Y no es de extrañar ya que, de hecho, las posibilidades online son muchas. Desde compartir fotos en las redes sociales, hasta los portales de citas y contactos con calientes escorts en Zaragoza, pasando por el acceso a los contenidos para adultos, a menudo incluso gratuitos en Internet.

Ya no es necesario gastar tanto tiempo del que se dispone ni tener suerte para conocer a más gente, sólo hay que crear un perfil, añadir algunas fotos y ¡ya está casi listo! En la actualidad, cada vez son más las personas que adoptan esta tendencia y utilizan la tecnología para facilitar incluso la búsqueda de pareja.

Skokka lo sabe muy bien, puesto que es un portal para adultos líder en su sector y está presente en más de 25 países, y por eso, junto a las mujeres escorts más bellas de Madrid, a continuación, profundizará en este tema tan actual que es la relación entre el uso de la tecnología en las relaciones y la sexualidad.

El uso de la tecnología: ¿un aliado o una molestia?

Las parejas desean un vínculo significativo de afecto y reciprocidad entre ellos, en cambio, a menudo los dispositivos móviles están superando el cara a cara. No es inusual ver a una pareja en un bar, por ejemplo, en la que uno espera en silencio mientras el otro revisa sus notificaciones y contesta algunos mensajes. Hay quienes se quejan, incluso, de recibir menos atención que el portátil por parte de su pareja.

Y aunque no se verbalice muchas veces, estos pequeños detalles pueden acumularse y provocar discusiones e incluso en algunos casos la ruptura total de la relación.

Esta situación se presenta tan común en la actualidad que incluso ha recibido un nombre, del inglés Phubbing, es una combinación de las palabras phone («teléfono») y snubbing («desprecio»). Y hace referencia a cuando una persona ignora fatídicamente a los demás a su alrededor por el uso de un teléfono móvil.

Sin embargo, los que piensan que es necesario aislarse digitalmente para evitar problemas en la relación de pareja se equivocan. Se trata de una cuestión de moderación, equilibrio y respeto por la persona que se tiene delante.

Cuando se integra en las relaciones afectivas, la tecnología puede ayudar mucho. Los mensajes, las fotos, una llamada telefónica o la grabación de un audio a la persona amada son una buena manera de recordarle que se preocupa por ella a lo largo del día.

Lo mismo ocurre con la exploración de la sexualidad. Intercambiar mensajes picantes antes de llegar a casa para poner a la otra persona con ganas, enviar una foto de la nueva lencería que se acaba de comprar o incluso tener sexo virtual cuando se está lejos. Para las parejas más atrevidas, incluso, invitar a una hermosa escort en Cancún para dar sabor a las cosas.

Cuando el tema son las redes sociales, también conviene hablar claro y poner límites. Acordar de antemano qué tipo de información sobre la pareja se publicará es una forma de respetar la intimidad individual y mostrar al compañero que su opinión sobre el tema es válida.

Igualmente, es importante aclarar cuestiones tales como la compartición de las contraseñas de los teléfonos móviles o de los chats y los «likes» con otras personas. Al fin y al cabo, cada persona es única y su forma de relacionarse digitalmente o personalmente es diferente. Por lo tanto, para evitar las crisis de celos por detalles tontos, una conversación clara juega un papel crucial en este aspecto.

Después de todo, el uso de los móviles es fundamental para cualquiera en la actualidad, por lo que no hay razón para prohibirlo o cortarlo. Sin embargo, para preservar las relaciones y la vida amorosa, resulta fundamental prestar atención a los detalles mencionados anteriormente. Un poco de empatía con la otra persona y no hacer lo que no quisiera que hicieran es una forma de lograr relaciones más sanas y, por consiguiente, una sociedad más saludable.

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