Contratar un seguro de crédito es una alternativa que tienen las empresas para resguardar la inversión que efectúan para generar bienes y servicios. Este instrumento permite indemnizar a los empresarios en caso de que sus clientes caigan en condición de impagos. Existen seguros que están destinados a las transacciones nacionales y otras a la exportación.
Estos seguros de credito sirven como medida de protección para que las empresas no se vean afectadas en caso de que se produzca la quiebra o liquidación forzosa de la compañía a la que se le otorgó el crédito. También cubren posibles riesgos políticos en casos de exportación o moras muy prolongadas.
La empresa que contrata el seguro recibe una indemnización en los casos de impago, que pueden ser derivados de un concurso de acreedores o cuando el deudor se queda imposibilitado financieramente hablando.
Las ventajas de asegurar las ventas
Entre las ventajas que obtienen las empresas que aseguran los créditos de venta, destaca el hecho de que son calificadas positivamente por los bancos al momento de solicitar algún tipo de financiación. Esto se debe a que las cuentas por cobrar pasan a ser activos de bajo riesgo.
Están dirigidos principalmente a tratos entre empresas, no para negocios con particulares, instituciones públicas o empresas que guarden relación con socios de la compañía asegurada.
Estas herramientas están creadas para ofrecer estabilidad en las transacciones mercantiles. Además, permiten incrementar las ventas, debido a que permiten tener más y mejores clientes.
Contar con este tipo de seguro facilita poder hacer transacciones en el exterior con un mínimo riesgo, en vista de que se puede aplicar en casi todo el mundo, previo estudio de la empresa con la cual se hará el negocio. El uso de este tipo de seguro permite que una empresa sea más competitiva en el mercado mundial.
En el caso de exportación, se da una amplia cobertura al riesgo político, en otras palabras, la aseguradora responde en caso de impagos que puedan surgir por motivos ajenos al cliente y que estén asociadas al riesgo del país.
Recuperan hasta el 90% del importe asegurado
Este tipo de pólizas de crédito están disponibles para empresas que facturen por encima de los 300 mil euros al año. Protegen las deudas, tanto en España como en el mercado internacional, y cubren cualquier tipo de actividad y empresa.
Los seguros de crédito son herramientas para gestionar el riesgo y resguardar a la compañía ante posibles pérdidas por mora e impagos. Brindan servicios complementarios muy útiles, como la evaluación previa del estado financiero de los clientes, además del cobro de las facturas impagadas y de indemnizaciones.
Generalmente, el importe asegurado cubre entre el 80% y el 90% de las ventas de la empresa, lo cual ofrece garantía de que no se sufrirá demasiado en caso de un proceso de quiebra de su cliente o retraso en los pagos, entre otros problemas.
Se reducen las provisiones de importes incobrables, así como facilitan el ordenamiento de la estructura efectiva de las políticas de crédito.
Qué tipo de crédito solicitar
Los seguros de créditos están clasificados fundamentalmente en tres tipos: de primera capa, de segunda capa y especiales. A los primeros se les conoce como póliza tradicional, y es el que eligen la mayoría de los empresarios. Este seguro cubre la totalidad de las ventas dentro del país, y en el ámbito internacional, y se adaptan a cada cliente.
Los seguros de créditos de segunda capa se refieren a aquellos en los cuales se acude a una segunda aseguradora para que aplique una doble garantía en la suma cubierta. Están destinados a empresas que tengan un crecimiento superior a los tres millones de euros.
Los seguros de créditos especiales son pólizas a todo riesgo. Tienen una cobertura del 90% y las pólizas están destinadas a empresas que facturen por encima de los 30 millones de euros, y que además, cuenten con una oficina propia de análisis de riesgos.