Redacción. Agentes de la Policía Nacional han detenido in fraganti a dos hombres que trataban de robar más de 300 kilos de estupefacientes de un depósito del Puerto de Valencia. Cuatro butroneros provistos de una lanza térmica asaltaron de madrugada el almacén donde se guardaban 100 kilos de cocaína, 150 de marihuana y 60 de hachís. Investigadores de la Policía Nacional que los vigilaban arrestaron a dos de ellos in fraganti y han desarticulado la organización, con siete detenidos más en Madrid y Valencia.
Las investigaciones comenzaron en septiembre de 2013. Desde entonces los agentes le seguían la pista de uno de los más importantes grupos organizados dedicados al robo de sustancias estupefacientes -bien en posesión de otros narcotraficantes o bien de la Administración-, robos conocidos como “vuelcos”. La organización, asentada en Madrid y Valencia, estaba compuesta por ciudadanos españoles con una alta experiencia y especialización delictiva. El grupo se dividía entre los intermediarios, encargados de proporcionar información sobre la seguridad del depósito y los medios necesarios para el asalto, y los ejecutores, expertos butroneros.
Disfraces para obtener información. Los integrantes del grupo investigado viajaron en varias ocasiones hasta el lugar donde se encuentra el depósito que pretendían asaltar en Valencia, con la finalidad de estudiar las condiciones del robo. Uno de ellos llegó incluso a entrar al edificio, haciéndose pasar por técnico de una compañía de telefonía y ataviado con la vestimenta de esta empresa, para conocer concretamente las medidas de seguridad existentes.
La última semana del pasado mes de mayo el grupo decidió ejecutar el golpe, por lo que cuatro expertos butroneros se desplazaron hasta Valencia. Vigilaron el entorno del depósito y, de madrugada, decidieron comenzar el asalto. Enmascarados fracturaron el bombín de la puerta de seguridad del edificio y accedieron al interior. Una vez habían logrado el acceso, tres de los asaltantes comprobaron las medidas de seguridad del edificio y esperaron el tiempo necesario hasta considerar que el acceso a las salas que contenían la droga era seguro. Verificado tal extremo, introdujeron las herramientas necesarias en el edificio, entre las que se encontraba una lanza térmica con gran cantidad de varillas, que les permitiría violentar las cámaras de seguridad.
Armas de fuego y chalecos antibalas. Los investigadores de la Policía Nacional que vigilaban al grupo intervinieron durante la ejecución del robo, con la colaboración del GEO. Dos de los butroneros fueron arrestados in fraganti y los otros dos lograron darse a la fuga, aunque uno de ellos fue interceptado horas más tarde en la autopista A-3 cuando regresaba a Madrid. La operación ha culminado con la detención de otras seis personas en Madrid y Valencia y la imputación de cuatro más. Asimismo se han practicado 12 registros en los que se ha incautado una pistola, un revólver, dos escopetas, tres chalecos antibalas, varios guantes y caretas, 15.000 euros en efectivo, 11 ordenadores portátiles, 45 teléfonos móviles, 7 vehículos de gran cilindrada (uno de ellos robado) y diversas sustancias anabolizantes.
La investigación ha sido desarrollada por agentes de la Brigada Central de Crimen Organizado de la Comisaría General de Policía Judicial, que durante el dispositivo final han contado con la colaboración de agentes del Grupo de Crimen Organizado de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia y del Grupo Especial de Operaciones (GEO).