La pandemia ha provocado una crisis económica con unas características que no tienen parangón en toda la historia. A la crisis sanitaria se le suma un factor adicional que es motivo de preocupación entre los analistas: el significativo aumento en el ahorro de las familias, que tiene como objetivo lidiar con la posible pérdida de empleo y una caída de los ingresos familiares.
Según datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de ahorro de los hogares españoles, que mide el porcentaje de ahorro con respecto a la renta disponible de las familias, se situó en el 11,2% en el primer trimestre del año, un porcentaje que ha aumentado hasta el 22,5% en el segundo trimestre, el máximo de toda la serie histórica.
Este ahorro preventivo se ha convertido, de esta manera, en un freno para la recuperación del consumo y en un lastre para el crecimiento de la economía, al ser dinero que queda aparcado fuera de los canales productivos. Algunas de las actividades más perjudicadas serán las especializadas en el ocio como los viajes o la restauración, que fueron también las más perjudicadas durante el primer semestre del año.
El teletrabajo también ha contribuido a hacer caer el consumo. Muchos bares, cafeterías y restaurantes están notando los efectos de que los trabajadores estén ejerciendo su actividad desde casa. Se acabó el café y desayuno a media mañana, el menú para comer a mediodía y la cerveza después del trabajo. Unas previsiones de gasto con las que muchos establecimientos contaban para este año y que la expansión del coronavirus va a dejar en nada.
Más ahorro para finales de este año y para el 2021
Los expertos apuntan a que este ahorro puede ser incluso superior a finales de año y principios del próximo año, lo que agravaría aún más la situación y retrasaría una posible recuperación económica para el año que viene. La segunda ola está golpeando fuerte en España, y algunas comunidades ya están imponiendo restricciones más severas para frenar la expansión descontrolada del coronavirus. Todo ello se agravaría con un nuevo confinamiento domiciliario.
De hecho, un reciente informe de IPG Mediabrands afirma que, en 2021, los hogares aumentarán en un 40% el dinero destinado al ahorro, en lugar de gastar su dinero en otros aspectos más prescindibles. Es decir, casi 40 de cada 100 euros de las familias no se gastarán, cuando el año pasado esta cifra era de tan solo 7 de cada 100.
Ahorro preventivo equivale a menos consumo
La incertidumbre acerca de la recuperación económica está generando un estancamiento en el consumo de los españoles que se decantan por el ahorro preventivo.
Prueba de ello es que, frente a los fondos de inversión que suponen un mayor riesgo, los depósitos bancarios no han dejado de crecer durante la pandemia, a pesar de los bajos tipos de interés que ofrecen. Según datos del Banco de España, los españoles guardan hasta 879.815 millones de euros en depósitos a la vista y depósitos a plazo de hasta dos años, una cantidad que es un 5,2% superior a los datos de agosto de 2020.
No hay que olvidar que el consumo es uno de los principales componentes del PIB, junto con la inversión, el gasto público y las exportaciones netas. Si este se estanca, la producción se estanca y, en consecuencia, la recuperación económica se retrasa. Un problema que puede alargarse en el tiempo si la pandemia continúa sin control, y que pondría de manifiesto la debilidad de una estructura productiva tan dependiente del comercio y de los servicios como es la española.