Trabajan en el aprovechamiento de los residuos del refinado de aceites y grasas

Redacción.  Un equipo de investigación del Instituto de la Grasa, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, participa en el Proyecto IRODDI (Innovative Refining process for valorization of vegetable Oil Deodorizer DIstillates), financiado por la Iniciativa Tecnológica Conjunta de Bioindustrias (BBI JU) en el marco del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea (acuerdo de subvención Nº 887407). El proyecto tiene como objetivo desarrollar nuevos productos de base biológica utilizando los ácidos grasos libres (AGL) contenidos en las corrientes laterales residuales del proceso de refinado de aceites y grasas, así como desarrollar tecnologías innovadoras para el aislamiento de compuestos menores contenidos en ellos utilizando condiciones operacionales más suaves.

El proyecto, de 36 meses de duración, celebró su reunión de lanzamiento el pasado 22 de septiembre y el consorcio ya ha comenzado oficialmente a trabajar en la planificación de las acciones que se realizará en los próximos meses. Este proyecto se centra en el desarrollo de procesos menos agresivos y más ecológicos para la obtención de bioproductos con propiedades específicas derivadas de los AGLs contenidos en los destilados de desodorización (DODs), que consisten en las corrientes secundarias de los procesos de desodorización. Se trata de los últimos pasos del proceso de refinado de aceites y grasas, en los que los compuestos responsables del mal olor, color y sabor del aceite se eliminan por destilación al vacío.

Avanzar científica y tecnológicamente en un mejor aprovechamiento

Debido a las condiciones del proceso de destilación, algunas fracciones con otros componentes menores también se separan y se convierten en un componente con alto valor en el producto. Así, compuestos valiosos como tocoferoles, tocotrienoles, fitoesteroles y esterificados libres, hidrocarburos como el escualeno, además de monoy diglicéridos, FFAs y triglicéridos también pueden encontrarse en los DODs.

El grupo del Instituto de la Grasa que participa en el Proyecto es el de “Modificaciones de los Lípidos” que lidera el WP4 “Extracción de compuestos de valor añadido”, siendo la investigadora María Victoria Ruiz-Méndez su responsable. “El objetivo del Instituto es avanzar científica y tecnológicamente en un mejor aprovechamiento de los subproductos del proceso de refinación de aceites comestibles, tanto para usos alimentarios como no alimentarios, aplicando técnicas analíticas novedosas así como mejora de las tecnologías de separación de escualeno y antioxidantes pro-vitamínicos, realizando ensayos en nuestras plantas pilotos”, afirma Ruiz.

El Departamento de Caracterización y Calidad de Lípidos de los Alimentos del IG está constituido, además de por la Investigadora Principal María Victoria Ruiz-Méndez, por el investigador Joaquín Velasco y la técnico Irene Pérez de la Rosa, y los colaboradores Rosario Zamora y Francisco Javier Hidalgo, profesores de Investigación especialistas en Técnicas complejas como RMN y Espectrometría de Masas.

Recuperar estos compuestos

El proyecto IRODDI tiene como objetivo recuperar estos compuestos con valor añadido de las corrientes residuales laterales y obtener nuevos bioproductos
como:

  1. Tensioactivos biocompatibles y ecológicos con una mayor solubilidad en agua fría (mediante la neutralización química de los AGLs con líquidos iónicos ecológicos).
  2. Aceites base biodegradables que pueden utilizarse directamente en la formulación de biolubricantes (mediante reacciones de esterificación enzimática con las mezclas de desodorización de destilados).
  3.  Polioles para la producción de poliuretanos a través de síntesis sostenible (utilizando DODs como materia prima). IRODDI también tiene como objetivo recuperar el tocoferol y el escualeno utilizando tecnologías innovadoras que no deterioren la calidad de estos componentes.

Demostrar la aplicabilidad de estos componentes

Los resultados del proyecto se centrarán en demostrar la aplicabilidad de estos componentes en diferentes sectores industriales: detergentes de uso alimentario (tensoactivos), biolubricantes (aceites base), adhesivos (polioles) y cosméticos (compuestos menores, como el escualeno), para contribuir -a través de la bioeconomía- a una Unión Europea sostenible y descarbonizada mediante la sustitución de materiales de base fósil por alternativas de base biológica (biomasa).

El consorcio está compuesto por un equipo multidisciplinar europeo, en el que participan el Instituto de la Grasa (CSIC), FeyeCon y Zer0-E en Países Bajos, Fraunhofer, IoLiTec y Jowat en Alemania, Sophim en Francia, y BIOPLAT, Kliner Profesional, Sophim Iberia, y el líder, Fundación Tecnalia Research & Innovation, en España.

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