Europa Press. Agentes de la Guardia Civil, en el marco de la operación ‘Dismantle’, en la que han participado más de 400 agentes, han realizado registros en localidades de las provincias de Cádiz, Málaga, Huelva, Sevilla y Ciudad Real, han detenido a 32 personas, entre ellos a Antonio Tejón, uno de los cabecillas del clan de ‘los Castañas’. Además, se ha incautado cerca de diez toneladas de hachís en varios alijos realizados por el clan, así como armas, dinero en efectivo, documentación y vehículos.
La operación se inició el pasado mes de marzo cuando tuvo conocimiento de un narcoembarcadero situado en la playa de Palmones (Los Barrios), desde donde estarían botando embarcaciones semirrígidas de potentes motores, conocidas como gomas. Los investigadores tuvieron conocimiento que las personas que controlaban el narcoembarcadero estaban relacionadas directamente con el clan de los Castañas.
Tras meses de investigación, la Guardia Civil averiguó que la organización funcionaba a modo de cooperativa y contaba con dos ramas operativas y otra de logística.
Por su parte, cada una de las ramas operativas contaba con una «sucursal» en caso de que la presión policial les impidiera operar en su zona de «confort», operando en el río Guadalquivir y Huelva. En uno de los alijos perpetrados por dicha red en Sotogrande falleció uno de los implicados en el mismo.
La rama de logística se dividía a su vez en otras tres: la de los narcoembarcaderos, la de cambios de tripulación y repostajes y por último, la de adquisición de gomas. Para ello, la organización contaba en Ciudad Real con una empresa de transporte que recogía las embarcaciones en la costa para prepararlas y así evitar la presión que tenían de la Guardia Civil en Andalucía.
Drones para vigilar a la Guardia Civil
Por su parte, los miembros de la red tomaban extremas medidas de seguridad con el fin de dificultar la investigación de los agentes. De hecho, según ha indicado la Guardia Civil, los investigadores comprobaron que había personas con medios aéreos no tripulados que controlaban los movimientos de las patrullas uniformadas del Cuerpo. Asimismo, la organización contaba con personas (conocidas como puntos) para dar seguridad a los alijos, así como a las botaduras y los repostajes de las embarcaciones.
Además, los pilotos de las embarcaciones del grupo usaban barcos pesqueros como parapetos hasta llegar a la zona de alijo para esconderse y evitar ser vistos desde la costa.
Durante la investigación, la Guardia Civil ha descubierto que la organización contaba con tres narcoembarcaderos, lugares desde donde hacían tareas de botadura y puesta a punto de las narcolanchas.
En la fase de explotación de la operación han participado 400 guardias civiles de las Comandancias de Algeciras, Málaga, Cádiz, Huelva, Sevilla y Ciudad Real, así como del CCON-SUR, OCON-SUR, GAR, Servicios Aéreo y Servicio Marítimo.