Europa Press. La sepsis es la forma de presentación clínica más grave de las enfermedades infecciosas y una de las principales patologías atendidas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y causa en torno a nueve millones de muertes al año en todo el mundo, por lo que su detección precoz es «clave» en tiempo de pandemia.
«Podríamos afirmar que la sepsis es una de las principales enfermedades atendidas en las UCI de Andalucía», ha explicado el coordinador del grupo de trabajo de Infecciones de la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (Samiuc), el doctor Ángel Estella. «Sin embargo, se trata de una enfermedad poco conocida por la sociedad a pesar de su gravedad».
En los últimos años, la comunidad científica internacional ha puesto en marcha medidas de gran relevancia en la lucha por combatir la alta mortalidad asociada a esta patología. Los intensivistas lideran el manejo multidisciplinar de esta enfermedad y han potenciado medidas encaminadas a su detección en fases precoces, conocedores de que influye de forma significativa en el pronóstico. Por ello, desde la Samiuc se trabaja desde hace años en la implementación del ‘Código Sepsis’, que aúna una serie de actuaciones encaminadas a combatir esta enfermedad desde sus estadios iniciales.
El citado código se basa en la consideración de patología tiempo-dependiente, como el infarto agudo de miocardio o el ictus, patologías cuyo pronóstico final depende de la rapidez de instauración de tratamiento adecuado.
Sepsis
La sepsis consiste en la aparición de una respuesta inflamatoria exagerada y generalizada frente a una infección de cualquier tipo –bacteriana, vírica o fúngica–. «Es fundamental detectar precozmente sus síntomas, que no siempre se presentan de una forma predecible o típica, hecho que dificulta aún más su diagnóstico en las fases iniciales», ha apuntado Estella.
En Andalucía afecta al año a más de 8.500 personas, de las cuales hasta un 30 por ciento puede morir por complicaciones diversas. Una cifra muy superior a los fallecidos, por ejemplo, en accidentes de tráfico y también a las muertes provocadas por cáncer de mama, colon o páncreas.
Asimismo, aunque muchos pacientes con sepsis llegan a recuperarse totalmente, otros tantos pueden desarrollar secuelas permanentes, «de ahí la importancia de su detección precoz y de su tratamiento adecuado que se ha demostrado está asociada a un mejor pronóstico de la enfermedad».
Ingresaron más de 700 pacientes en las UCI andaluzas
En palabras del doctor Estella, se debe «seguir concienciando a todos los agentes implicados con el objetivo mundial de reducir la incidencia de la sepsis, mejorando la sensibilización y conocimiento sobre esta patología y potenciando las medidas de prevención de las enfermedades infecciosas».
La infección por coronavirus, en sus formas graves, puede desarrollar la sepsis. En los primeros meses de pandemia ingresaron más de 700 pacientes en las UCI andaluzas; en esta segunda etapa se han atendido más de 200 pacientes críticos, de los que más de un centenar continúan actualmente ingresados en UCI. Lo que conlleva que «el actual reto de la Medicina Intensiva no está orientado exclusivamente a la pandemia actual, sino también a seguir atendiendo al resto de pacientes con otras patologías graves que ingresan en las UCI, donde no descansamos en el cuidado de los pacientes más graves, ofreciendo una atención continuada, especializada y de calidad».
Si bien gran parte de la sepsis se adquiere en el ámbito comunitario, los intensivistas combaten también la aparición de infecciones asociadas a los cuidados sanitarios. Los proyectos ZERO, coordinados por la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (Semicyuc) junto con el Ministerio de Sanidad, han supuesto un éxito en la reducción de complicaciones infecciosas graves en UCI.