Josep Betalú ha hecho historia. El ciclista del equipo KH7-Logifrio ha escrito una preciosa y épica página del libro de las gestas deportivas al convertirse en la primera persona que es capaz de realizar la Ruta de los Conquistadores, en Costa Rica, sin parar, en solitario y en un solo día.
Y lo ha logrado, además, con unas condiciones climatológicas completamente adversas. Lloviendo desde el primer momento, el ciclista de Amposta tuvo que gestionar bien las fuerzas para lograr su objetivo. Y lo consiguió. Vaya, si lo consiguió. Lo hizo empleando poco más de 17 horas y media para recorrer los 300 kilómetros y 9000 metros de desnivel acumulado del recorrido. Se trata de una auténtica gesta si tenemos en cuenta que esta prueba costarricense por etapas, una de las pioneras y más duras del mundo, se realiza en tres días y que Betalú ha tenido que incluir los enlaces entre las etapas en su reto non stop.
Difícil desde el principio, pero no imposible
El inicio del reto se presumía complicado. De noche, Betalú afrontaba los primeros de los 300 kilómetros por el Parque Nacional de Carara, un lugar conocido por la peligrosidad de sus caminos. No en vano, son habituales animales peligrosos como pumas, leopardos, y serpientes terciopelo, cuya picadura es muy nociva para el ser humano. Además, para añadir dificultad, lo hizo lloviendo, algo que no estaba previsto en esa zona del recorrido, con lo que los caminos se embarraron, complicando avanzar y teniendo que luchar pedalada a pedalada.
“Empezábamos el reto de una forma muy positiva, muy optimista. Pero ya nada más salir empezó a llover y se complicó mucho el terreno. Fue impactante pasar el Parque Nacional de Carara con lluvia y mucho barro. Esto hizo que tuviese que gastar muchísimas fuerzas y eso pasa factura en un reto tan grande, de tantos kilómetros y que tienes que atinar todo al máximo para llegar al final bien. Incluso a veces, atinando al máximo, uno llega muy muy justo o llega muy mal. Empezamos la primera etapa y nos fue todo en contra. Bueno, todo el reto con la lluvia todo el día metida. Pensábamos que llovería en una parte del recorrido, pero no teníamos previsto que esto ocurriera durante tanto rato. Eso nos dificultó y nos hizo gastar muchas fuerzas. Tuvimos que gestionar un poquito diferente las etapas siguientes para llegar los más frescos posible a la línea de llegada”, comentó Josep Betalú a la llegada.
El paso de Carrara
Era uno de los pasos más emblemáticos del reto. El Parque Nacional de Carrara es un bosque tropical prácticamente virgen, una auténtica belleza que llega hasta el mar y que ofrece una diversidad biológica muy preciada. Es especialmente atractivo por la gran cantidad de aves y gran variedad de animales que se puede observar.
“Quería pasarlo de noche”, nos cuenta Josep. “Creo que era algo muy bonito y que acapararía mucha atención por parte de la gente porque, todo el mundo sabe que es muy peligroso» Pero la dificultad era añadida: de noche. “el tema se puso un poco feo. Y encima, con ese barrizal. Tenía que cuidar la mecánica. Fue realmente complicado. La gente que estaba grabando o el director, Manu Urbina, cuando me vieron les salió una sonrisa de oreja a oreja como diciendo: pasó, una cosa menos. Vamos a por la siguiente”, explica Josep.
Y el día no mejoraba, En lo que supone la segunda etapa de la Ruta de los Conquistadores, la zona de los volcanes, se desató de nuevo una tormenta que, añadido a las bajas temperaturas del lugar, 8 grados, hacía temer por el reto. Por suerte, cuenta Betalú, “teníamos un chubasquero de repuesto muy grueso, pero aún y así estuve tiritando hasta llegar abajo. Llovía muchísimo y había niebla, lo que dificultaba la bajada. Me empapé y tenía mucho frío”.
La tercera etapa
Y todavía quedaba la tercera etapa, en la que las previsiones auguraban peor climatología. Ello, junto al cansancio acumulado debido al sobre esfuerzo de los dos primeros retos, no pintaba el camino de color de rosa. Pero la suerte de los campeones, esos detalles que muchas veces han aupado a Josep Betalú hasta la victoria por cuatro veces en la Garmin Titan Desert o tres en esta Ruta de los Conquistadores, le sonrió. EL propio Josep saca fuerzas para sonreír y contarnos que “curiosamente, en la zona donde esperábamos más lluvia y peor tiempo, fue donde mejor tiempo y sol hizo durante todo el reto”.
No se detiene
17 horas y 34 minutos después, Betalú cruzaba la meta tras recorrer los 300 kilómetros que distancian Jacó de Caño Blanco y se convertía en el primero en realizar esta proeza. Josep, incansable, ya piensa en próximos retos. En mente tiene el próximo, también en Costa Rica. Un desafío de varias semanas y muchos kilómetros recorridos que no tardará en desvelar. El ‘Conquistador’ Josep Betalú, no se detiene.