@JesusRivilla / Prof.Universidad y Prep.Físico Selección Española Balonmano. Un día – no muy lejos en el tiempo – reflexionarás sobre la crítica, más por haberla sufrido que por haberla ejercido. Así somos: rara vez pensamos en cómo nuestras críticas impactan en los demás pero dedicamos ingentes cantidades de tiempo a rumiar sobre el daño que nos provocan las críticas de los demás.
Un día – no muy lejos en el tiempo – escucharás las decenas de tópicos que rodean a la crítica. Unos te dirán que la crítica útil es la constructiva, la que se hace con buenas maneras y sin faltar al respeto; otros te aconsejarán que hay que aprender a ignorar las críticas, conseguir que te resbalen; y algunos – los menos – te hablarán de su complejidad, de la importancia de tener un criterio propio sobre las críticas. Esta carta pertenece a esa misión.
Un día – ojalá que no muy lejos en el tiempo – descubrirás que la típica clasificación de crítica “constructiva o destructiva” pone el acento en las formas y tiende a ignorar lo verdaderamente importante: el contenido de aquello que te dicen. Yo tuve la suerte de tener entrenadores, profesores y mentores que me impulsaron a profundizar en el mensaje – aunque me lo dijeran cabreados –, a analizar bien lo que me decían – aunque me lo transmitieran gritando –, y a valorar a quien te hablaba honestamente de tus “defectos”, a quién te señalaba sin dobleces tus “errores” – aunque no fueran especialmente educados al transmitírtelo. Ojalá alguien pueda ayudarte a ti a desvestir los mensajes y descubrir su utilidad.
Un día – ojalá que no sea demasiado tarde – aprenderás que, efectivamente, hay dos tipos de críticas: las vacías y las que tienen algo. Ese día quizá te sorprenda descubrir que la crítica y el elogio son dos caras de la misma moneda; que ambos, pese al efecto contrario que suelen causar a corto plazo en tu corazón, pueden ser útiles o inútiles para tu crecimiento; ambos pueden estar vacíos de contenido o impulsar grandes aprendizajes en tu vida. Yo tuve la suerte de coincidir con personas que me ofrecieron grandes halagos vacíos que no tardaron en desaparecer de mi mente y otras que me regalaron críticas feroces cuyas lecciones jamás he olvidado.
Un día – muy cercano a esta etapa anterior – entenderás que hay personas que argumentan sus opiniones, sean críticas o elogiosas, mientras otras simplemente juzgan; hay personas que desean degradarte con sus palabras y otras cuya intención es ayudarte con su opinión, ya sea de apoyo o reprobación. Entonces sabrás que estas últimas merecen tu atención y agradecimiento porque, tanto si decides cambiar como si no, habrás mejorado gracias a su mensaje. También entonces sabrás que quienes se dedican a juzgar y criticar sin aportar no merecen un solo minuto de tu tiempo.
Puede que un día – tras mucho cavilar sobre las críticas recibidas – decidas pensar en tus palabras, en tus críticas vertidas al mundo, en lo útil o inútil de tus opiniones, en la calidad de tu argumentación, en tus conocimientos objetivos sobre la materia que estás opinando y también en los conocimientos de la persona a la que estás analizando. Y pensarás, por encima de todo, en ayudar, en aportar, en sumar. Ahí, justo ahí, estarás haciendo que el mundo sea un lugar mejor donde vivir.
RECOMENDACIÓN: Son muchos los pensadores que han reflexionado lúcidamente sobre este tópico: Séneca, Schopenhauer, Kipling, Gracián, Cervantes, Lincoln, Emerson, Neruda, Whitman,…
1 comentario en «Elogio a la crítica»
Me ha parecido una asignatura muy útil e interesante, me atrevería a decir que la que más de toda la carrera en INEF. Me ha hecho descubrir un mundo que desconocía y que me ha gustado mucho, posiblemente sea una rama por la que querré especializarme en un futuro (entrenamiento personal).
Pero me da pena la situación que estamos pasando ahora que no nos ha permitido desarrollar la asignatura de la forma más idónea.