Mohammed, el niño que salvó a su madre tras sufrir un desvanecimiento

Mohammed, el niño que salvó a su madre tras sufrir un desvanecimiento

Agencia EFE. Mohammed, un niño de 11 años de Leganés con una «especial vocación de ayudar» a los demás, no dudó en llamar a Madrid 112 cuando su madre sufrió un desvanecimiento en su casa. «A veces pienso que el es el padre y yo la niña», relata su progenitora Nabila a Efe.

«Hola, perdona, mi mamá de repente la acabo de escuchar gritar y se ha caído en el suelo y no sé qué le pasa», es el inicio de la llamada del niño que hizo el pasado 26 de enero a las 6:52 horas.

Mohammed se encontraba solo en su casa de Leganés (Madrid) junto con su hermano pequeño de 6 años, informa Emergencias 112, que ha publicado la conversación en sus redes sociales. El menor explica al gestor de emergencias que su madre, de 32 años, se encuentra «medio dormida, medio despierta», con los ojos entreabiertos.

Detalles de la llamada

También detalla que respira «un poco» y que no le contesta cuando le habla, mientras el gestor tranquiliza al menor y va recabando la información necesaria para enviar los recursos a la casa, antes de ponerle al teléfono con un médico. Tras el aviso se personaron en el domicilio miembros del SUMMA-112, Policía Nacional y Policía Local. Como consecuencia del desvanecimiento la mujer se había golpeado, y tras recibir asistencia fue dada de alta.

Cuando Nabila recuperó el conocimiento, Mohammed le dijo «tranquilamente» que en dos minutos los servicios sanitarios estarían en la casa. «Mamá te he quitado un objeto que estaba debajo de tu cuerpo para que no te hicieras más daño», le contó.

Una madre orgullosa

Nabila, que llegó a España desde Marruecos en 2008, se siente «orgullosa» del hijo que tiene, quien aprendió en el colegio que en situaciones peligrosas tienen que llamar al 112.

La mujer explica que ha sufrido más desvanecimientos y en todos los casos Mohammed se quedó a su lado hasta que despertó. «Algunas veces me toca las mejillas o me pone colonia para que despierte. A veces pienso que soy yo la niña y él el padre», relata.

Este niño de 11 años es «muy sereno», se explica como «un adulto de treinta años», y tiene la «vocación» de «ayudar a los demás».

Incluso es capaz de repartir litros de agua embotellada a los vecinos de edad avanzada de su edificio cuando sufren cortes de agua.

«Cuando ayuda a alguien dice que se siente feliz», explica Nabila quien se muestra «muy contenta» con la actitud de su hijo.

Mohammed tiene en mente dos profesiones para cuando sea mayor policía o empresario, «para ganar mucho dinero y ayudar a la gente».

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