La Torre de Nerva es un FARO masón

La torre de Nerva es un faro masón. / Foto: Juan Carlos León Brázquez.

Juan Carlos León Brázquez.  Nada más enseñarle la foto de la torre del Ayuntamiento de Nerva a un alto grado masón este exclamó ¡¡¡¡Es un Faro, no una torre!!!! ¡¡¡Un Faro del conocimiento!!! Sorprendido por su reacción le indiqué que en la revista local ya habían publicado artículos sobre la vinculación masónica de algunos edificios de Nerva, pero desde luego nadie había relacionado la Torre con algo tan simbólico para un masón como es un Faro, contenedor y proyector de la luz, del conocimiento. Sorprendido me confesó que no conocía en Andalucía un edificio como este que marcara tanto su origen masón. Y, aunque no quiere dar su nombre, muy impresionado por el ‘descubrimiento’, me prometió visitar Nerva para ver directamente este Faro.

Ayuntamiento de Nerva de forma triangular con la Torre masónica en un vértice. Oleo de F. Navarrete. Foto: C. LeBraz.

No tengo nada más, solo cuento la singular experiencia que viví el pasado 29 de mayo, cuando estuve en la presentación de un estudio sobre Goya, en la Casa de América de Madrid, en el que el autor, Daniel José Carrasco de Jaime, mostró pruebas del origen borbónico y masón del pintor aragonés y los numerosos símbolos masónicos en la obra de Goya, lo que llevó a concentrarse en la Casa de América de la capital de España a un numeroso grupo de catedráticos, historiadores, expertos en arte y masones.

 

Ayuntamiento y Torre. Foto: C. LeBraz.

Para obtener algún dato complementario acudí a la revista Nervae de 2010, donde Juan Francisco Román puso la primera piedra literaria sobre la presencia masónica en la localidad, apuntando a su implantación en Nerva “a mediados y finales del siglo XIX”. Recuerda la tradicional relación de la masonería británica con la construcción de edificios en el Reino Unido, lo que pudo haber influido en las construcciones vinculadas con la presencia inglesa en la zona minera. De hecho, cuando se construye el Faro (El Ayuntamiento se inició en 1893 y un año después la Torre, ambos se terminaron en 1896) las minas del río Tinto y sus poblaciones llevaban más de veinte años en manos del capital y de la dirección británica de las viejas Reales Minas. Dice Juan Francisco, que “como dones predominantes de la masonería están la vocación laicista, racionalista, anticlerical, la decidida defensa de los valores de la justicia, tolerancia, paz, libertad, emancipación social y dignificación del trabajo, defensor de los derechos del hombre, con su actitud posterior de oposición a toda clase de tiranías y dictaduras”. Y señalaba como exponente de esta presencia masónica en Nerva a la figura del “Triangulo”, en el conocido Paseo del pueblo, actual Avenida de Andalucía, hoy representado por una fuente luminosa moderna triangular que preside prácticamente el centro de tan concurrida vía peatonal de la población. “El mítico lugar que desde tiempos ancestrales ha venido ostentado la consabida figura geométrica, a pesar de los cambios paviméntales”, dice Juan Francisco, quien apunta al signo de distinción y respeto que siempre representó el pavimento y evoca que en tiempos una farola coronaba el triángulo formado por una peana en mampostería de ladrillo. Recuerda que en Nerva existía en 1886 una logia masónica fundada con el nombre de Copérnico nº 210 y, en 1897 apareció una segunda logia, Emancipación nº 52 Triángulo de Nerva. “Una época -apostilla en la que la masonería era todo un referente de una capa ilustrada de la sociedad”.

El «faro» con los símbolos masónicos: los rombos (escuadra y compás), la esfera azul y los 33 metros de altura total.

Lo cierto es que Nerva, tras su independencia formal de Zalamea la Real, el 7 de agosto de 1885, se lanzó a la operación de crear pueblo, para lo que inició la tarea de dotarse de obras civiles que aún hoy marca la Villa minera: El Ayuntamiento, las fuentes públicas como La Reú o la del Jardín Viejo, el Cementerio, el Mercado de Abastos, el Teatro con nombre de Reina ¿española? ¿británica?, el viejo Matadero Municipal o incluso los Casinos sociales entre los más antiguos de España. ¡¡¡El Ayuntamiento!!!, tan singular obra civil con su Torre, con sus 33 metros rematado con una esfera azul y el pararrayos, mucho más alta y altiva que la espadaña de la iglesia parroquial y número simbólico para la masonería.  Aquella antigua Villa de La Libertad estaba en el epicentro de una mina dominada por el capital inglés y su influencia y mandamiento es notoria.

La torre, faro masónico con la esfera azul. Luz del conocimiento.

Fue José Luis Lozano Alvez, quien en un Nervae posterior (2014) profundizó en la presencia masónica en la población, en tándem con el profesor David Martínez López, de la Universidad de Granada. Lozano Alvez remarca que la primera logia provincial fue El Triangulo, de 1870, en Huelva; la primera de la cuenca minera fue la Diógenes nº 184, en Minas de Río Tinto, en 1884 y como ya hemos dicho, en Nerva, la Copérnico nº 210, de 1886 y Triangulo Emancipación nº 52, en 1897, a las que siguió también la Fraternidad nº 245, en 1899. Todas, como vemos, a finales del siglo XIX. Lozano atribuye a la Logia Copérnico el lanzamiento de Nerva como pueblo y base de las numerosas obras civiles, hasta el punto de que señala a tres de los cinco primeros alcaldes de la Villa como miembros de la Logia Copérnico. Pero en su opinión, la presencia masónica en la población se retrotrae incluso antes de la llegada de los ingleses, hasta el punto de que el primer nombre adoptado -y fallido- fue Villa de la Libertad, “está muy ligado a los principales ideales masónicos de Libertad, Igualdad y Fraternidad”. Un lema inspirado en los principios de la revolución francesa y de la que el propio Napoleón Bonaparte fue Gran Maestro masónico de Francia. La mano metida en la chaquetilla es todo un símbolo masón, como se dice en el libro referenciado sobre Goya, apellido inventado y acrónimo masón: Gnóstico, Oriental Y Arquitecto, Gran Oriente Y Aragón. En Inglaterra era el Príncipe de Gales quien honoríficamente ostentaba el cargo de Gran Maestre de la Gran Logia inglesa. Incluso Lozano se cuestiona la probabilidad de que, hasta la elección del nombre de Nerva, para la antigua Aldea de Ríotinto, también tenga procedencia masónica, ya que no entiende cómo los habitantes de la población esperaron 123 años desde que se encontró en la mina la placa original con el nombre del emperador romano. Él habla de la importancia de los equinoccios y los tres San Juan (Bautista, Evangelista y de Jerusalén) en la masonería. Y en esto se retrotrae a la vinculación del Emperador romano Nerva con San Juan Evangelista, a quien amnistió tras una condena de Domiciano.  Evitó que fuera quemado con agua caliente, pero a cambio lo desterró a la isla de Patmos de donde fue perdonado por Nerva, lo que sirvió para que el discípulo de Jesús terminase sus escritos evangélicos. ¿Realmente también intervino la masonería en la elección del nombre?, un interrogante por despejar.

Baldosines del antiguo bar frente a la Torre. Hoy Cervecería Robles . Foto: C. LeBraz.

El profesor de la Universidad de Granada, David Martín López, quien colaboró con Lozano en el Nervae, profundizó en ese número de 2014 sobre el origen masónico de la estética de Nerva. En su opinión, “la presencia de una importante comunidad extranjera en la industria de la provincia favoreció la introducción de sus fórmulas asociativas próximas a la Orden del Gran Arquitecto del Universo”.  Sostiene la coexistencia en Nerva de dos masonerías, una más elitista, británica, “de corte capitalista y paternalista” y otra progresista, francesa y belga, “más cercana al socialismo obrero y a las primeras asociaciones sindicalistas”.

/ Foto: Juan Carlos León Brázquez.

Es un hecho que la simbología masónica necesita ser descifrada, pero sus elementos son claramente distinguibles en un Ayuntamiento con base triangular y especialmente en El Faro, la Torre del reloj. Un elemento que lleva de la sombra a las luces, bajo la premisa de que el hombre está en las tinieblas y debe dar el primer paso hacia la luz. El Faro es el referente para ello, para conducirlo hacia la luz. Lo que para la mayoría de los ciudadanos es algo bello, ornamental, para los masones todos sus elementos tienen sentido; léase los rombos a mitad de la Torre como una unión de la escuadra y el compás, o la esfera azul que adorna lo más alto del edificio, o los 33 metros. “Pese a restauraciones y remodelaciones, dice Martín López, subsisten elementos masónicos en los casetones de ladrillo de la torre que podrían representar una especie de esquematización geométrica de la escuadra y el compás, símbolos por excelencia de la masonería. Sin embargo, el más claro de los símbolos masónicos al ojo del ciudadano es la gran esfera azul que sobresale y diferencia el patrimonio nervense”. Según el historiador, la esfera representa para la masonería “la Regularidad y Sabiduría; la Tierra y el Cielo o Cosmos; la Ciencia”. Tanto el alcalde de la población como el secretario del Ayuntamiento pertenecían en aquel momento de la construcción a la primera Logia Copérnico instalada en Nerva, bajo la jurisprudencia del Oriente Nacional de España. “El globo esférico azul celeste que domina la composición de la torre -concluye- tiene una profunda carga alusiva a la masonería y a la revolución científica, al progreso de las avanzadas teorías de Copérnico y al progreso económico y social de Nerva tras su independencia”.

Un último apunte, la Torre/Faro mide 33 metros, justo el número que marca el grado más alto e importante en la escala masónica. El ascenso hasta este Grado supone haber recorrido todas las etapas del conocimiento y es cuando uno alcanza el grado de maestro, aunque en la base del masón está el aprendizaje continuo de por vida. Faro o Torre nadie dude del carácter masónico del edificio más singular de Nerva.

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