EBN. La costa situada entre las desembocaduras del Guadalquivir y el Guadiana puede presumir de albergar muchas de las playas más hermosas y con mejores servicios de España. Extensiones de arena blanca que conquistan a los turistas con sólo echarles un primer vistazo. De éstas, quizá las que podríamos calificar como internacionales se encuentran en el extremo más occidental de este litoral. Internacionales no sólo por estar junto a la frontera con la vecina Portugal, sino porque cada año el número de visitantes extranjeros que las frecuenta es considerablemente mayor.
Hablamos de las playas de San Bruno, Isla Canela, Los Haraganes y Punta de Moral, las cuatro que alberga el término municipal de Ayamonte y que se extienden a lo largo de aproximadamente 7 kilómetros. Las más conocidas son Isla Canela y Punta del Moral, pero todas reúnen las mismas características que las convierten en auténticos spás naturales donde combatir el estrés, el calor y ganar en salud.
Lo primero que llama la atención de estos espacios, aparte de su arena, fina y dorada, es el frondoso paraje natural que los rodea y que recibe la denominación de Marismas de Isla Cristina. Asimismo, el agua de mar es en esta zona de gran calidad, dado que nos encontramos justo al lado de la desembocadura del río Guadiana. Su temperatura es muy agradable casi todos los días, apta para un baño regenerador, y en los últimos tiempos está alcanzando algún grado por encima de lo habitual, datos que se obtienen de los continuos controles y vigilancia.
Otro hecho a destacar es la amplitud de las playas, suficiente para instalarse en la arena con comodidad, sin necesidad, como ocurre en otras zonas turísticas del país, de bajar temprano a “plantar” la sombrilla para reservar un hueco. En este sentido, José María Mayo, concejal de Turismo del Ayuntamiento de Ayamonte, pone de relieve que “nuestras playas tienen la ventaja de no estar masificadas. Hay espacio para todos sin necesidad de pegarse a nadie”.
Aparte de sus innegables condiciones naturales, las cuatro playas ayamontinas cuentan con unas serie de servicios para hacer más plena la experiencia al visitante. Destacan los caminos de acceso, cuya longitud aumenta cada año, ya que se les van añadiendo metros de pasarela para acercarlos lo máximo posible a la línea del mar, respetando siempre el desnivel del agua entre la pleamar y la bajamar.
También a favor de la accesibilidad, Ayamonte cuenta con un servicio de asistencia para las personas con movilidad reducida que quieran acceder a las playas, posibilitando disfrutar de las mismas al colectivo.
La seguridad es un aspecto importante a tener en cuenta en cualquier zona costera. En las playas ayamontinas, hay un mínimo de 32 personas de Protección Civil velando cada día por el correcto desarrollo de las jornadas en la arena, además de agentes de Policía que hacen rondas por turnos para controlar cualquier incidencia. Una de las más recurrentes es la pérdida de niños, que se despistan jugando en la orilla. Para favorecer la localización rápida de los mismos, se distribuyen pulseras a rellenar con los datos de los pequeños, a fin de que puedan ser identificados con facilidad en el supuesto de que se extravíen.
A la hora de elegir playa, también alcanza en la decisión un peso importante dos factores: que haya un chiringuito cerca y se pueda aparcar con facilidad. En Ayamonte esto no es un problema. A lo largo de sus 7 kilómetros de arena blanca se encuentran un total de siete chiringuitos, así como cinco puestos más pequeños, de unos 20 metros, en los que se dispensan bebidas y productos para picar. Estos espacios de restauración son bastante nuevos y cuentan con una oferta gastronómica de calidad, variada y económica.
En cuanto a los aparcamientos, como es natural, encontrar un hueco donde dejar el coche en verano en una zona de playa no siempre es fácil a cualquier hora del día. El concejal de Turismo ayamontino afirma a este respecto que “se han habilitado zonas de estacionamientos especiales para estas fechas. La extensión de los aparcamientos va en paralelo a las playas y el paseo marítimo. En cualquier caso, en horas puntas, es más fácil aparcar cuanto más te alejas de los puntos de acceso centrales”.
Por otro lado, desde el Ayuntamiento se trabaja para que las playas estén siempre impecables, poniendo en marcha cada verano un Plan Especial que incluye la limpieza de las playas, recogida de residuos y el aumento del número de contenedores instalados en la zona. Apelar a la concienciación ciudadana también es imprescindible, sensibilizando al usuario para que sea respetuoso con el entorno y ayude a mantenerlo en el mejor estado posible.
Para que cada verano, y también en Semana Santa, vecinos y turistas encuentren el espacio natural en perfectas condiciones, Ayamonte lleva a cabo a partir de primeros de año la preparación de su costa. Se realiza un importante trabajo de jardinería, podando y retirando restos de plantas; se reparan y mejoran los accesos; se retira la arena acumulada en zonas de tránsito que dificultan el paso y, si el invierno ha sido virulento, se acometen las actuaciones necesarias para devolver la playa a su ser. Para llevar a cabo estas actuaciones, el municipio trabaja mano a mano con la Dirección General de Costas.
En esta línea, José María Mayo apunta que, debido a las excepcionales condiciones climáticas de los últimos años, el inicio de la temporada estival se ha adelantado 15 días, a mediados de junio, y su cierre atrasado otros 15, hasta la mitad de septiembre. Ello ha propiciado que todos los servicios municipales de playas (colocación de duchas, pasarelas, atención sanitaria, autobuses, etc.) también se amplíen en el tiempo para dar cobertura a esos veraneantes que llegan en junio y que alargan sus estancias hasta septiembre u octubre.
Todo este esfuerzo para ofrecer unas playas impecables, modernas y cómodas ha desembocado en la obtención de la Bandera Ecoplayas, un distintivo de calidad que se otorga a entidades que velan por la conservación de la naturaleza, el buen acceso a las zonas de baño, la señalización y la disposición de accesos adecuados para sillas de ruedas, así como contar con sillas flotantes para personas con movilidad reducida.
La oferta de las playas ayamontinas se refuerza cada verano con un amplio abanico de actividades, principalmente deportivas, habiendo acogido, por ejemplo, hace sólo unos días el Campeonato de España de Voley Playa y la primera prueba del circuito nacional de kitesurf. En el ámbito cultural y de ocio, sobre las arenas blancas se organiza en los meses estivales una feria de artesanía y también una feria del libro, así sesiones de cine de verano por las noches, proyectando los jueves, de manera alternativa en las playas de Isla Canela y Punta del Moral, una película gratuita al aire libre. Por último, la localidad organiza junto al mar talleres medioambientales para niños, a fin de que sean conscientes de la importancia de conservar limpio el entorno.
Pero el programa de actividades no se queda aquí. Durante los meses de julio y agosto, el núcleo urbano es un hervidero de vida que bien vale la pena conocer. Para hacer más fácil a los bañistas disfrutar de todo lo que ofrece el término municipal, el Ayuntamiento mejora el servicio de transporte entre el centro de la localidad y sus playas, que están a unos 7 kilómetros. En la zona urbana, los turistas podrán apreciar la historia y patrimonio de Ayamonte, descubrir su gastronomía y su rica actividad cultural, que en esta época abarca desde la gran muestra al aire libre ‘Un paseo por el Arte’, a la Noche en Blanco, pasando por su Festival Internacional de Música.
Buena climatología, playas de cine, exquisita gastronomía, actividades culturales, deportivas, de ocio, seguridad y tranquilidad… Con tales bondades no es de extrañar que en los últimos años se haya incrementado el número de extranjeros que eligen la localidad onubense para pasar sus vacaciones. Según explica el concejal José María Mayo, “tenemos un turismo familiar, principalmente nacional, y hemos detectado en los tres últimos años un incremento de familias de origen francés, belga, holandés, polaco y eslovaco, que habitualmente no elegían esta zona. Ello se suma al turismo británico, que es más común”.
Las 3.400 plazas hoteleras y los cada día más numerosos apartamentos turísticos de Ayamonte alcanzan el 100% de ocupación los meses de julio y agosto y, en los últimos tiempos, el 80% de media en junio y septiembre. Unas cifras que hablan por sí solas y que coronan a la localidad costera y sus playas como uno de los destinos más internacionales de la costa suratlántica española.