Rakel Cernicharo, ganadora de Top Chef 4, se plantea como objetivo «llegar a mucha más gente»

Rakel Cernicharo, ganadora de Top Chef 4. / Foto: Europa Press.
Rakel Cernicharo, ganadora de Top Chef 4. / Foto: Europa Press.

Europa Press. La ganadora de la cuarta edición de Top Chef y propietaria del restaurante Karak de Valencia, Rakel Cernicharo, ha afirmado que en estos momentos no se plantea ir a por la estrella Michelín porque está en «otro momento profesional», ya que tiene la «necesidad de poder llegar a mucha gente» y no le «apetece entrar en la dinámica de tener que incrementar los precios o dar esos servicios», aunque sí le «encantaría» ofrecerlos en dos o tres años.

Después de la emisión de la final del concurso de cocina «más duro de España», la ganadora ha respondido a preguntas de los periodistas sobre sus expectativas de futuro tras su paso por el programa, durante una rueda de prensa celebrada en Valencia en su restaurante, en la que ha explicado que, a su juicio, «hay tantos buenos cocineros con estrella como sin ella».

Cernicharo ha mostrado su entusiasmo expresando su «necesidad de poder llegar a mucha gente». «Incluso ceder mis recetas a la humanidad, me encantaría», ha añadido.

Asimismo, ha explicado que un cocinero con estrella Michelín tiene una oferta gastronómica y una trabajo detrás «brutal» que hace que incrementen los precios, «porque se tienen que incrementar, que las cosas se pagan porque lo valen», ha aseverado.

No obstante, la valenciana ha indicado que su oferta gastronómica está en «otro punto», y ha añadido que dentro de dos o tres años le gustaría «seguir con la siguiente etapa» e ir a por esa «meta», que para la chef supone la estrella.

Cocina Michelín vs cocina de ‘ensamblaje’. Preguntada por a las declaraciones que realizó su contrincante en la final, Víctor Gutiérrez, durante el programa diciendo que «esta es la cocina de un estrella Michelín –refiriéndose a la suya– y eso es ensamblaje» –la de Rakel–, la ganadora del concurso ha indicado que «el ser humano responde con miedo e inseguridades cuando algo puede ser una amenaza», y que el comentario es «absurdo», ha apostillado.

En cualquier caso, ha reconocido que los cocineros –y se ha incluido– son personas «ególatras». «Ahí está el estallido», ha ilustrado: «estar rodeado de cámaras, más la presión del tiempo de las pruebas y la explosión nacional» es, para la joven chef, «muy duro». «Porque yo no podía expresarle a nadie lo que estaba sintiendo», ha subrayado.

Así, ha reconocido haberse sentido «muy mal» durante el programa hasta el punto de sentirse «violenta» en un ambiente en el que «duermes poco porque son muchas horas de grabación» y «rodeada de cocineros que hacen los mismo que tú».

No obstante, Cernicharo ha dicho que todos sus compañeros son «grandes cocineros». «Y no lo digo por ser políticamente correcta, realmente lo pienso», ha recalcado.

Sesiones intensas, tensión y violencia. La chef valenciana ha rememorado las horas «intensas» y, en ciertos casos, «excesivas» del programa, al tiempo que se juntaban con la «tensión» de tener cámaras encima y «con un jurado como Chicote, Paco Roncero y Susi, que, como cocineros los tienes en una escala y, por lo tanto, hay un respecto, añadido a una tensión y a una violencia, y a gente preguntándote constantemente qué estas haciendo y con la obligación de responder». «Más violento que esto no hay nada», ha asegurado.

Finalmente, la nueva ganadora de la cuarta edición de Top Chef ha dicho que se queda con la reacción de los niños cuando van a visitarla su restaurante y que el nuevo Karak, cuya apertura está prevista entre el día 15 y 31 de junio en el hotel One Shot Mercat 09, «es un local chulo con una propuesta humilde y cercana, la cocina de aquí –del antiguo Karak– viaja allí», ha concluido.

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