Entre barritos y ki ki ri kis

Imagen: Carlos Javier.
Imagen: Carlos Javier.

Vicente Vera Esteve. Rozando sensiblemente la Navidad 2016, salimos de unas jornadas intensas de lluvia, nieve y mucho frío acrecentado por la fuerte humedad de estos últimos días. Este será el artículo que despide este complicado año que termina y siempre confiando que el próximo nos depare mejor suerte a todos.

Lógicamente, trataré de contarles algunas reflexiones acerca de algunos comportamientos económicos tanto nacionales como internacionales. Es obvio que la globalización no distingue ya entre interior y exterior de una economía. Todo lo que sucede fuera de nuestras fronteras geográficas repercute para bien o para mal en nuestro día a día. Por lo tanto hay algo determinante en cualquier análisis que queramos hacer sobre el presente y el futuro de la economía española, la propia dinámica de la globalización rampante nos impondrá la mayoría de los buenos o peores resultados en el balance global de la gestión económica cotidiana.

En mi caso particular, me tranquiliza saber que algunas de las mejores empresas de nuestro país siguen dando buenas noticias: crecen sus buenos resultados, aumentan sus inversiones y su comportamiento en Bolsa es tranquilizador, pero sobre todo lo que más me alegra es la creación de empleo que promueven año tras año. Ahora trabajar en Inditex o en Mercadona es una garantía, es como ocurría hace ya algún tiempo cuando nuestras familias consideraban que nos había tocado la lotería cuando algún miembro de la misma era contratado por un banco de ámbito nacional. Hoy esto ha cambiado sensiblemente. Ahora ya no contratan, ahora regulan y despiden plantillas. Leemos en prensa que durante este ejercicio que termina, Inditex eleva las ventas un 11% y gana 2.205 millones en nueve meses. Además ha generado unos 10.000 puestos de trabajo en todo el mundo. Y vale la pena citar otro dato que consolida mi confianza en la economía de este país mientras estos indicadores sigan creciendo. Inditex cerró octubre con una posición neta de caja de 5.584 millones de euros, la más alta de una empresa, récord en la historia de esta compañía con base en Arteixo. Desde aquí felicitamos a la empresa presidida por Pablo Isla. En cuanto a Mercadona, comentar que invertirá 1.800 millones de euros en los próximos diez años para reformar los supermercados de toda España. La empresa presidida por Juan Roig presentó unos beneficios de 611 millones de euros en 2015, un 12% más con respecto al año anterior.

Lo que me ha impulsado a admitir mi sosiego tranquilizador, en cuanto a la confianza empresarial para el año 2017, ha sido la lectura del las proyecciones macroeconómicas de la economía española (2016 – 2019) recientemente publicadas por el Banco de España. En dicho informe se confirma mi moderado optimismo en cuanto al futuro económico de España: “A lo largo del periodo de proyección, se espera que continúe la fase de expansión de la economía, sustentada, entre otros factores, en el mantenimiento del estímulo monetario y en los avances registrados en los procesos de desendeudamiento de los agentes privados (empresas y familias) y de recuperación de la competitividad exterior”. Continuamos la exposición relatando una divertida forma de relatar cual ha sido la evolución de las rentas familiares durante los años 1988- 2008, esta información ha sido recopilada y estudiada por un economista muy reconocido en el mundo académico, Branko Milanovic. La explicación completa de los resultados ha sido publicada en su libro Global Inequality: A new approach for the Age of Globalization.

Decía antes que es una exposición más bien divertida, aunque la temática que respalda toda su investigación es más bien seria y muy sensible a los bolsillos de miles de familias en todo el mundo. En realidad el divertimento consiste en denominar “Curva del Elefante” a los resultados estadísticos obtenidos en el estudio económico de Milanovic. En Internet pueden ver diversas opciones y opiniones respecto a este trabajo científico. Trata de analizar la evolución de las rentas familiares de un mundo globalizado, detallando que durante esos 20 años de investigación ha habido ganadores y perdedores. En concreto, el gráfico nos dice que el 2% más pobre del mundo experimentó un aumento de ingresos del 22% y que las personas situadas en el punto medio de la distribución mundial, la clase media global experimentó un aumento de ingresos de alrededor del 70% en estos 20 años. Para no cansarles, les resumo que dicho gráfico determina un resultado concluyente, es en el tramo que podríamos denominar cuello del elefante donde se producen las noticias más desfavorables para las clases medias, avances muy limitados e incluso estancamiento. Son muy interesantes las reflexiones hechas por el economista Luis Garicano sobre este espléndido trabajo en el que se observan las dos caras de la globalización. Los ricos siguen siendo más ricos, han mejorado las rentas de las familias medias de China e India y un deterioro en las clases bajas de los países ricos.

Entramos en un horizonte económico más bien lleno de retos y oportunidades ante los próximos ejercicios. Respecto a esta aportación, al análisis económico del economista Milanovic, debemos asumir que se trata de una investigación aplicada, y se queda en el papel. Otra cosa es la realidad que nos circunda y que sufrimos todos los días. Sabemos que el elefante es un mamífero muy conocido por todos desde la infancia y la adolescencia, cine y literatura nos han impregnado tanto de su bondad como de sus mecanismos de defensa y ataque. Se caracterizan por su gran tamaño y peso, sin olvidar la característica prolongación nasal muy desarrollada denominada probóscide o trompa. Emite sonidos, barritos de diferentes tipos , incluyendo sonidos infrasónicos. Debemos ser previsores y evitar que, ante situaciones adversas entre miles de habitantes del planeta cunda la desesperación y, de repente, el potente elefante se desgañite lanzando ruidosos barritos manifestando su cansancio y disconformidad ante el constante retroceso de sus rentas y calidad de vida. El populismo radical y extremo se encuentra latente, a flor de piel, en las democracias más avanzadas. De otro lado, nos enfrentamos al nuevo año chino, el Año del Gallo 2017. Imploremos a la gobernanza mundial para que no se fragüe un escenario más complicado y tengamos que padecer el canto del gallo, vulgarmente identificado por el Ki Ki ri Ki. En modo alguno pretendo ser agorero. No estoy atrapado en el pesimismo, pero hay que tomar decisiones urgentes cuando sientes que la ONU no sirve y el FMI sólo ambiciona implantación de políticas duras y poco sociales para estabilizar las democracias. Así no vamos.

Les deseo que pasen una feliz Navidad y un feliz año 2017. Esperemos que la mejor música que podamos disfrutar una vez demos los primeros pasos en dicho año sean las notas que vuelan y brillan en el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, a ritmos de alegres valses y la popular marcha Radetzky.

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