Teresa Corrales. Las ferias empresariales se han convertido en eventos muy importantes para las compañías que quieren empezar a hacerse un nombre en el mercado. Es de vital importancia acertar con la elección acerca de la manera en la que vamos a participar en esta feria pues, por un lado, podemos perder mucho dinero en montar stands que no necesitamos o, por el contrario, podemos perder una valiosa oportunidad si no lo hacemos. Hay que estar atento a alguna de las claves que se relatan a continuación para no fallar y tomar la decisión correcta.
Lo primordial es establecer los objetivos que tiene nuestra empresa y cómo puede influir en ellos la feria empresarial. Si decidimos poner un stand, tenemos que tener claro cuál es el tipo de exposición que queremos, puede ser muy amplia y espectacular (y en consecuencia de precio muy elevado) o, por otra parte, acorde a las pretensiones de nuestra empresa, puede ser un modesto espacio en el que dar a conocer nuestros servicios. Es muy importante optimizar este aspecto al máximo, los stands suelen ser oportunidades perfectas para visibilizarnos, hacer contactos y nuevos clientes, pero también tienen un coste muy alto, por lo que la decisión correcta nos puede dar un impulso importante, pero la errónea nos puede hundir muy seriamente.
Otro punto clave es lo que se conoce como hacer marca. Consiste en dar la máxima visibilidad posible al trabajo de imagen y diseño que tan importante es en el sector empresarial y hacer de nuestra fachada, de nuestro nombre, logotipo, etc., un icono claro del campo el que estemos trabajando, algo de importancia capital, pues la identificación del producto con la marca es uno de los grandes éxitos del ya mencionado trabajo de diseño, del de marketing y del de la elección de nuestro stand, pues esto sería señal clara de que hemos tomado la decisión correcta.
Como hemos visto todo esto puede servir para conectar con un público hasta ese momento desconocido para nuestra empresa y engrosar nuestra agenda de contactos notablemente, cosa que reforzará de manera importante nuestro negocio, así como, si todo va bien, para crear una imagen de marca. Si medimos bien las consecuencias de nuestra jugada y la cantidad que debemos invertir en ella, es una jugada de éxito garantizado.