Europa Press. Las comunidades autónomas volverán a incumplir el objetivo de déficit público en 2016 pese al nuevo margen otorgado por el Gobierno, al elevar la previsión del 0,3% del PIB al 0,7%. Concretamente, la cifra final será cercana al 1% del PIB, una desviación de alrededor de 3.000 millones de euros.
Esta es la conclusión a la que llega el análisis de los presupuestos de las comunidades autónomas para este año realizado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que deja claro que el problema no es tanto de gastos, como de una previsión de los ingresos «exageradamente optimista».
El informe explica que esta sobrevaloración de los ingresos ha llevado a las comunidades autónomas a incumplir sistemáticamente los objetivos de déficit desde 2007; la última vez en 2016, cuando sobrepasaron el límite del 0,7% del PIB hasta el 1,66%.
El principal problema está concretamente en la partida denominada ‘resto de ingresos’, que engloba los recursos procedentes del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos Documentados, ingresos patrimoniales, enajenación de inversiones reales o el fondo de compensación interterritorial.
Las comunidades autónomas prevén aumentar esta partida respecto a la ejecución de 2015 en 3.772 millones de euros, lo que supone una corrección significativa respecto al pasado año, cuando este incrementó se fijó en 6.071 millones, pero que, en opinión de Fedea, implica una nueva sobrevaloración.
De media, esto supone que las comunidades autónomas prevén incrementar sus ingresos en este capítulo en un 0,3% respecto al cierre de 2015. Pero por comunidades se observa que mientras Galicia, cumplidora en 2015, prevé una caída del 0,3%, Extremadura, de las más incumplidoras el pasado año, ha vuelto a presupuestar la mayor subida de la recaudación por esta vía, hasta un 2,9%.
Desfase también respecto a los presupuestos nacionales. En paralelo a esta sobrevaloración, Fedea advierte de que, además, las comunidades autónomas están presupuestando para 2016 unos ingresos por entregas a cuenta y liquidaciones que no se corresponden con lo que está previsto en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), pese a que estos ingresos «se conocen con exactitud en el momento en el que se elaboran los presupuestos autonómicos».
Dentro de este apartado, que constituye el 70% de los recursos de las comunidades autónomas, se incluyen el reparto de la recaudación de impuestos compartidos (IVA, IRPF e impuestos especiales) y de Fondos (de Garantía, Suficiencia y Convergencia).
Para 2016, las comunidades han ‘inflado’ sus presupuestos con unos ingresos mayores en 2.778 millones de euros a los que realmente tendrán por parte del Estado. Concretamente, las diferencias se encuentran en los presupuestos de Asturias (26 millones), Comunidad Valenciana (1.325 millones), Cataluña (1.400 millones) y Murcia (27 millones).
En el caso de Asturias y Murcia, estas diferencias obedecen a la inclusión de la participación provincial en los recursos del sistema en concepto de IRPF, IVA e impuestos especiales, mientras que en Comunidad Valenciana y Cataluña recogen en sus presupuestos un anticipo de los fondos de competitividad, no previsto en los PGE de 2016.
Fedea recomienda medidas adicionales. Así pues, el informe señala que el exceso de ingresos previsto sobre lo que previsiblemente recaudarán las comunidades en 2016 asciende a un 0,6% del PIB -0,3% del resto de ingresos y 0,3% de recursos procedentes del sistema de financiación autonómica-.
«Creemos que las comunidades autónomas sobrepasarán, incluso después de haberse elevado del 0,3% al 0,7% del PIB, el objetivo de estabilidad presupuestaria» hasta «cerca del 1%», añade.
Fedea señala que van a ser necesarias medidas adicionales para poder ajustar las cuentas de las comunidades autónomas, más allá de la aplicación rigurosa de la regla de gasto.
Insiste en que, en años anteriores, a medida que avanzaban los meses, el riesgo de incumplimiento se iba haciendo más evidente porque los ingresos no cuadraban, pero las comunidades optaban por no ejecutar algunos gastos. Sin embargo, avisa de que «por muchos esfuerzos que hagan mediante, por ejemplo, retenciones de crédito, nunca es suficiente para cumplir el objetivo».
Un problema que viene de atrás. Y es que Fedea avisa de que esta sobrevaloración de los ingresos «no es novedosa» desde que se inició la crisis. En el último capítulo de los incumplimientos de déficit, las comunidades autónomas se desviaron en 10.430 millones de su presupuesto para 2015, de los que el 60% se produjo por el lado de los ingresos, hasta los 6.144 millones.
Durante el pasado año, el peor comportamiento de los ingresos se concentró en los ingresos patrimoniales, las enajenaciones e inversiones reales y en el resto de transferencias corrientes y de capital.
Por comunidades autónomas, las que mayores desviaciones entre los ingresos presupuestados y los que obtuvieron fueron Extremadura, que alcanzó un desfase del 2,9% del PIB, Cantabria (1%) y Murcia (0,8%). En el lado opuesto, Canarias y Galicia, dos de las únicas tres regiones que cumplieron en 2015, obtuvieron, junto a Navarra, más ingresos de los previstos.