Redacción. Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), dirigidos por el Centro de Investigación de Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), han detectado un desequilibrio inflamatorio celular en pacientes esquizofrenia. El estudio ha sido publicado en la revista ‘Schizophrenia Bulletin’.
Y es que, aunque siguen sin conocerse los factores que causan la esquizofrenia, la mayoría de sus síntomas sí están identificados. Uno de ellos son los episodios psicóticos tempranos, que sufre un 3% de la población.
Por ello, el equipo investigador ha analizado los linfocitos, células clave para el funcionamiento del sistema inmune, de 117 pacientes con este brote de psicosis inicial ingresados en diferentes hospitales, a los cuales ha comparado con 106 personas sanas.
«Hemos detectado un aumento de los marcadores proinflamatorios y un descenso de los antiinflamatorios, indicativo de que en este momento concreto de la enfermedad existe un desequilibrio entre ambos», ha explicado Mónica Martínez-Cengotitabengoa, profesora de UNED-Vitoria e investigadora de CIBERSAM en el Hospital Universitario de Álava que participa en el estudio.
Así que, a través de la medición de la presencia de factores indicativos de inflamación en estas células, en el núcleo y en el citoplasma, los científicos han observado que su presencia es distinta en los linfocitos de pacientes con un primer episodio de psicosis, comparados con los de personas sanas.
Uno de estos factores es la prostaglandina 15dPGJ, un regulador importante de la respuesta antiinflamatoria que ya se había detectado en niveles más bajos en pacientes con esquizofrenia. «En el estudio observamos que ya desde el inicio de la enfermedad aparecen disminuidos sus niveles», ha afirmado la psiquiatra y coordinadora del proyecto en el Hospital Universitario de Álava Ana González-Pinto.
El siguiente paso del proyecto es observar cómo evoluciona este proceso inflamatorio a lo largo del tiempo. En este sentido, Juan Carlos Leza, investigador de la Universidad Complutense de Madrid y uno de los coordinadores del trabajo, ha adelantado que próximamente se van a publicar los datos del seguimiento a los seis meses después de la enfermedad.
Además, el estudio abre la puerta al posible uso de medicamentos antiinflamatorios en el tratamiento de la esquizofrenia. «Quizás en futuro podrían utilizarse estos parámetros sanguíneos como marcadores o predictores de recaídas», ha sugerido otro de los coordinadores y psiquiatra del Hospital Clínic de Barcelona Miguel Bernardo.
En el la investigación, además de la UNED, participa la Universidad Complutense (Madrid), la Universidad de Cádiz, la Universidad de Barcelona, la Universidad de Zaragoza, la Universidad de Oviedo, el Hospital 12 de Octubre (Madrid), el Hospital Clínic (Barcelona), el Hospital Clínico Universitario Zaragoza, el Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), el Hospital Universitario de Álava e IDIBAPS (Barcelona). La financiación procede de CIBERSAM y del Fondo de Investigación Sanitaria del Instituto de Salud Carlos III.