Europa Press. La localidad zamorana de Bercianos de Aliste revivirá este Viernes Santo una de sus procesiones más emotivas y sobrecogedoras, la del Santo Entierro, donde los cofrades visten las mortajas blancas con las que un día, cuando mueran, serán enterrados.
La celebración comenzará en las inmediaciones de la iglesia donde se producirá el sermón y donde los sacerdotes procederán a descender al Cristo de brazos articulados al que despojan de los clavos y de la corona de espinas, para posteriormente depositarlo en una urna de cristal.
Entonces comienza la procesión donde los cofrades, que visten sus mortajas blancas y llevan velas y un rosario, portan a hombros la imagen del Cristo mientras que los hombres del pueblo lucen las típicas capas alistanas y la virgen cierra el desfile.
El desfile llega hasta el Calvario, ubicado en la cumbre de un pequeño montículo cercano, donde se entonan las ‘Cinco llagas’, se hace la reverencia ante las cruces y se regresa de nuevo al pueblo cantando el Miserere, mientras que posteriormente, al caer la noche se realizará la procesión de la Soledad con la Dolorosa, hasta llegar a la iglesia, donde se entonará la Salve.
Se trata esta de una de las procesiones que más despierta el interés de los turistas y no está muy claro cuál es su origen, aunque se cree que el uso de las mortajas con la que los bercianos serán amortajados cuando mueran fue una promesa que hicieron cuando el pueblo se libró de una peste.