Redacción. Asier Gómez Olivencia, investigador Ikerbasque en la UPV/EHU, ha liderado una investigación que ha reconstruido en 3D los restos de un neandertal de dos años recuperados de una excavación de los años 70 en La Ferrassie (Dordoña, Francia), y que ponen de manifiesto la existencia de diferencias anatómicas entre los neandertales y nuestra especie, incluso en los huesecillos más pequeños del cuerpo humano.
Los neandertales (Homo neanderthalensis) habitaron Europa y partes de Asia occidental desde hace 230.000 hasta 28.000 años atrás, coincidiendo durante los últimos milenios con el Homo sapiens sapiens, y se extinguieron por motivos aún discutidos. El yacimiento arqueológico de La Ferrassie, excavado a lo largo de todo el siglo XX, es un enclave mítico debido a que allí se descubrieron siete esqueletos neandertales, desde fetos hasta esqueletos casi completos de adultos.
Entre los restos hallados en La Ferrassie se encuentra el esqueleto de un niño neandertal de dos años encontrado entre los años 1970 y 1973. Fue bautizado como La Ferrassie 8, y que ha servido, más de 40 años después de ser descubierto, para arrojar nueva luz sobre la anatomía de esta especie extinta.
El estudio comenzó con la revisión de las colecciones del Museo de Historia Natural de Paris y el Museo d’Archéologie National de St. Germain-en-Laye relacionadas con las excavaciones de La Ferrassie en 1970 y 1973 y allí se recuperaron 47 nuevos fósiles pertenecientes a La Ferrassie 8, que completan más su esqueleto. Entre los nuevos fósiles se han encontrado restos craneales, de mandíbula, de vértebras, de costillas y falanges de mano.
Entre los restos cabe destacar un hueso temporal izquierdo muy completo, en el interior del cual se encontraba un huesecillo del oído: un estribo completo. Mediante técnicas de reconstrucción virtual 3D, se pudo «extraer virtualmente» ese huesecillo y estudiarlo.
Este estribo es el más completo del registro neandertal y certifica que existen diferencias morfológicas entre nuestra especie y los Neandertales, incluso en los huesecillos más pequeños del cuerpo humano. En palabras de Asier Gómez Olivencia, «todavía no sabemos la relación entre estas diferencias morfológicas y la audición de los Neandertales. Esto supondrá un nuevo reto en el futuro».
El estudio de estos nuevos restos se ha publicado en la prestigiosa revista Journal of Human Evolution, en la que también han participado investigadores del CNRS de Paris y de Burdeos, y el hecho de que un descubrimiento de semejante relevancia haya sido realizado gracias a la revisión de restos excavados en la década de los 70, supone para el investigador una prueba de » la importancia y la necesidad de revisión de excavaciones antiguas. De eso estamos seguros».