Europa Press. Las denuncias por violencia de género repuntaron un 1,5 por ciento en 2014 tras cinco años de caídas, aunque la cifra registrada por el Observatorio para la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, un total de 126.742, sigue por debajo de los niveles alcanzados en todo el lustro anterior.
En concreto, estas 126.742 denuncias presentadas el año pasado suponen una subida del 1,5% frente a las 124.894 registradas en 2013. Sin embargo, en 2012 habían sido 128.543, en 2011 un total de 134.002, en 2010 alcanzaron las 134.105, en 2009 llegaron a 135.540 y en 2008, tocaron techo tras una subida del 12,5% con 142.125.
La estadística, difundida este 20 de marzo, indica que siguen siendo muchas las mujeres que una vez interpuesta la denuncia, deciden retirarla. El año pasado se produjeron 15.721 renuncias a continuar con el proceso judicial, 421 más que un año antes. Esto supone que el 12,4% de las denunciantes de 2014 se echaron atrás, frente al 12,25 por ciento que lo hizo en 2013.
Un dato esperanzador. Por su parte, la presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ángeles Carmona, ha considerado «muy esperanzador» el aumento del número de denuncias por violencia de género registrado en 2014 en España y también en el conjunto de la región andaluza, donde subieron un 1,4 por ciento.
En declaraciones a los periodistas en Sevilla, Carmona ha valorado que se trata de un «buen» dato porque, por ejemplo, «la mayor parte de las mujeres asesinadas no han denunciado nunca», por lo que el hecho de que el número de denuncias «suba, aunque sea ligeramente, es muy esperanzador, teniendo en cuenta que en los últimos años ha habido una línea descendente» en este campo.
A su juicio, este dato «significa que las mujeres confían en las instituciones, en la justicia, y que quieren ser protegidas«, a lo que se suma además que en 2014 se elevó el número de condenas, «un dato muy positivo y esperanzador» porque se trata de delitos «que, en muchas ocasiones, ocurren en la intimidad de las familias, sin testigos».
«Que se hayan elevado las condenas, aunque sea en un porcentaje muy pequeño, también es muy esperanzador, sobre todo para que los maltratadores sepan y tengan claro que lo único que les va a quedar es la condena», ha puesto de manifiesto la vocal del CGPJ, quien ha considerado «muy importante» que «no haya una sensación de impunidad con estos delitos, que son un auténtico atentado a los derechos humanos».
Carmona, que ha querido agradecer el trabajo que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, jueces, fiscales, abogados o asistentes sociales, ha explicado que el hecho de que haya más denuncias «no implica más casos», subrayando que «la mayor parte de los hechos delictivos de maltrato no se denuncian».
Denunciar es esencial. «La denuncia es esencial para poner en marcha el mecanismo de protección de la mujer, es importante que las mujeres confíen y que sepan que la denuncia es fundamental para poder protegerlas y asistirlas de forma integral», ha indicado, aseverando que «no vamos a dejar de trabajar mientras haya un solo asesinato por violencia de género, que es el último tramo de la espiral de violencia».
También se ha mostrado preocupada con el porcentaje de mujeres que, una vez que han denunciado, deciden continuar con su agresor y desisten de seguir con el procedimiento, por lo que ha considerado «esencial» que la mujer «esté informada siempre, desde el primer minuto, de lo que significa el procedimiento, que es muy difícil y arduo, y qué riesgo entraña continuar con el agresor».
Carmona ha señalado que muchas mujeres renuncian a seguir con el procedimiento «por miedo, sentimiento de culpa o por sus hijos, porque entienden que pueden estar desprotegidos», punto en el que ha lamentado que los menores «son víctimas directas» de la violencia de género, pues «aunque no sean agredidos directamente, sólo presenciar estos actos violentos puede crear unas secuelas psicológicas muy importantes».