Ana Rodríguez. Más de 150 millones de personas en todo el mundo calzaron zapatos españoles en 2014, un sector de nuestra economía del que poco se habla, pero que pisa con fuerza a nivel internacional. Si atendemos a los datos, el calzado ‘made in Spain’ ha obtenido cifras récord este pasado año, ganando un 17% más que en 2013, hasta alcanzar los 2.640,5 millones de euros, vendiendo un total de 154,2 millones de pares (lo que supone un incremento del 14% en relación al ejercicio anterior).
Las cifras hablan por sí solas, el calzado español no está en crisis: “no hemos perdido prácticamente empresas ni empleo en estos últimos años y ahora aumenta nuestra importancia”, indica Imanol Martínez, director de Marketing de la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE).
De hecho, la salud de este sector pequeño –su aportación al PIB es inferior al 1%- es bastante buena, ya que España es el segundo país fabricante y exportador de calzado de la Unión Europea y, junto a Italia, líderes mundiales del calzado de calidad. Asimismo, y según los últimos datos del INE, hay unas 1.430 empresas dedicadas al calzado en España que dan empleo a unos 25.000 trabajadores.
Aunque su situación actual es bastante buena, cabe recordar que el calzado también tuvo su particular crisis. Fue a principios del siglo XX, con la llegada de los productos asiáticos, cuando se destruyeron muchas empresas y empleo, sobre todo líneas de producto básicas que competían en precio. Pero a partir de 2009, aún con la crisis global de consumo y financiera, el sector ha capeado bien los contratiempos. La clave para ello, según Martínez, ha sido “el buen hacer de las marcas, la internacionalización y la diversificación de mercados, que han permitido crecer a nivel exterior en estos años. Las marcas que han sobrevivido a la crisis están más fuertes que nunca y están viendo los resultados”.
Y es que el calzado español se exporta a un total de 180 países, la mayoría de la Unión Europea que es nuestro principal comprador (81% de las exportaciones). En 2014 las ventas a nuestros socios comunitarios aumentaron un 20% en valor y un 16% en volumen, siendo los principales países receptores Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Portugal. Por otro lado, las exportaciones a destinos extracomunitarios, el 19% del total, aumentaron un 8% en valor, representando Estados Unidos (9%) y Asia (7%) los destinos principales.
España exporta fundamentalmente zapatos de piel y calzado textil (espadrilles, zapatos de raso de fiesta, etc.) y las principales fábricas se encuentran localizadas en la Comunidad Valencia (representa casi el 50% de las exportaciones nacionales), La Rioja (7%), Castilla-La Mancha (6%), Baleares y Murcia.
“Las exportaciones forman parte de la sustancia del sector”, explica Martínez, “existen empresas para el mercado nacional, pero son la excepción, suponen un porcentaje pequeño y, en los últimos años, también se han ido incorporando a la internacionalización. Ojalá tirara la demanda nacional, pero por ahora los huevos de la cesta están en el exterior y eso es algo muy positivo porque nos hace más competitivos y nos obliga a estar a la moda”.
Cuando una empresa española empieza a vender fuera, éstas siguen diferentes estrategias en función del producto. El mercado natural, como afirma el director de Marketing de FICE, es la Unión Europea, ya que con él “compartimos moneda y resulta todo más sencillo. Luego hay que ver en qué mercado tiene más sentido este producto, buscar agentes locales y participar en eventos locales y ya, por último, en internacionales si procede”.
Estos eventos locales e internacionales son las ferias, las cuales son fundamentales, aunque hayan perdido parte de su importancia en los últimos años debido a las nuevas tecnologías. “Antes eran el único punto de encuentro de la oferta y la demanda, ahora no. La Federación lleva a 600 empresas a más de 20 ferias (diez dos veces al año para las temporadas otoño-invierno y primavera-verano), donde exponen sus colecciones y productos por los cinco continentes. La tendencia es a hacer un gasto eficiente, por eso sólo vamos a las ferias más importantes, a las de mayor peso, como Milán o Nueva York”, señala Imanol Martínez.
En estas ferias, muchas de las cuales se están celebrando en estas semanas previas a la primavera, se puede comprobar qué se llevará la próxima temporada o qué es lo último en tecnología aplicada al calzado. En este sentido, las próximas colecciones que veamos serán de zapatos con menos tacón y más cómodos, según comenta el representante de FICE. Un calzado urbanita, con tendencia de nuevo a lo unisex, que unirá lo deportivo con lo casual, creando líneas muy cómodas.
Pero, ¿quién decide lo que se llevará? Como ocurre con el sector textil, en el del calzado también hay diseñadores que marcan las tendencias. En España tenemos grandes con nombre propio como Pura López, Sara Navarro o Pedro García, pero son excepciones, ya que, en nuestro caso, en este sector “tienen más peso los equipos de diseño dentro de las empresas y somos menos personalistas”, apunta Martínez.
Además del diseño hay otro punto importante para las empresas del calzado y que, para el ciudadano de a pie, puede resultar un tanto sorprendente: es la innovación, una palabra que parece estar vinculada sólo a la medicina o la ingeniería, pero que también tiene su aplicación a la industria del zapato.
En este sentido, el director de Marketing de FICE destaca que se están investigando nuevos materiales, muy flexibles y ligeros, que persiguen adaptarse a la piel como si fueran una huella. También exiten zapatos con microcápsulas en las suelas para evitar hongos y olores y los expertos trabajan en la customización o personalización: “todos tenemos pies distintos, pero se están estudiando las formas que sirven más a cada persona. En este sentido, el Instituto Tecnológico del Calzado es una entidad clave, que ayuda a las empresas en sus investigaciones, haciendo pruebas de resistencia de materiales, calzado para deportistas, ignífugo para bomberos, especial para diabéticos, etc.”, explica Martínez.
Pero la tecnología también ha irrumpido en el sector del calzado para revolucionar su manera de relacionarse con el cliente. Hablamos de Internet y de la venta on line de zapatos, un negocio que ha sorprendido mucho, que ha transformado la forma de trabajar y generado nuevos sistemas de orientación del negocio. Ahora el fabricante puede llegar directamente a través de la red al consumidor final, sin pasar por el comerciante de zapatos, algo imposible hasta ahora, lo cual tiene sus pros y sus contras, que hay que saber conjugar para evitar que estas nuevas posibilidades perjudiquen al cliente. Ahora nacen empresas que sólo vender por Internet sus marcas, a través de sus tiendas on line, siendo ésta también una manera de internacionalizar su producto.
Y es que la propia fama mundial del calzado español juega a favor de estos emprendedores. Como destaca el director de Marketing de FICE, “el éxito de las marcas españolas va haciendo patria. Hay un mayor reconocimiento. Nos falta, quizá, el segmento del lujo, que asocien a él nuestra imagen, pero sí somos los dueños de la moda que se vende a nivel mundial. Incluso hay marcas internacionales que se fabrican en nuestro país por la calidad de nuestros talleres y empresas”.
Vender calzado español es vender calidad, productos de alta gama, cuyas principales cualidades residen en su elaboración, muy trabajada dada la larga tradición en manufactura de la piel de nuestro país, su diseño, innovación, amplia oferta y excelente relación calidad-precio.
Con estos puntos fuertes, no es de extrañar que muchas personalidades de todo el mundo elijan nuestros zapatos. Celebrities que calzan productos de Pedro García, Mascaró, Pretty Ballerinas… Hemos podido verlas con ellos en los Oscars, en actividades privadas… como por ejemplo a Katy Perry o a Michelle Pfeiffer con unos Pedro García, Camilla Parker Bowles se casó con unos zapatos españoles, también los luce la duquesa de Cambridge, Kate Middleton y un largo etcétera.
A este respecto, Martínez narra una anécdota de hace unos años, cuando era el boom de la serie Sexo en Nueva York: “una de nuestras agencias logró que Sara Jessica Parker llevara unos Pedro García. Al día siguiente el modelo se agotó en todas las tiendas. La actriz se los puso porque se los mostraron y le gustaron, ya que nosotros nunca hemos pagado a ninguna celebrity por llevar nuestros zapatos”.
Cabe destacar que quien siempre ha apostado por el calzado ‘made in Spain’ es la Reina Letizia, una gran embajadora de la moda española, y también algunas de nuestras famosas como Paula Echevarría o Nieves Álvarez.
Para este 2015, el sector se encuentra optimista y está trabajando mucho, asistiendo a ferias, con nuevos proyectos e inversiones. Las empresas continúan realizando un fuerte esfuerzo en contención de costes y ajustando márgenes para seguir ofreciendo en los mercados internacionales un producto altamente competitivo y de máxima calidad y diseño, actuaciones que han logrado que España gane competitividad frente a sus competidores más importantes e incluso ampliado su cuota de mercado internacional en los últimos años.
1 comentario en «España lidera a nivel mundial el sector del calzado de calidad»
Hola, mi nombre es Gabriel Staffolani, soy Diseñador de Calzado y Modelista desde hace mas de 15 años, me he desarrollado en Argentina y quisieracontactarme con ustedes para poder acercarles mi Curriculum y ponerme a disposición