Ana Amador. El derroche de talento a las cuerdas junto a la inconfundible voz de Camarón de la Isla o el inolvidable estilo fusión de Friday night in San Francisco junto a John McLaughlin y Al Di Meola son algunos de los maravillosos recuerdos que evoca la figura del artista mundialmente conocido Paco de Lucía.
En honor al genio de la guitarra flamenca, premio Príncipe de Asturias de las Artes y doctor honoris causa por el Berklee College of Music de Boston, Algeciras (Cádiz) ha organizado una ruta fascinante que permitirá a los amantes del gran artista andaluz conocer los lugares en los que vivió su infancia y marcaron profundamente el duende que lo encumbró.
Calle San Francisco. En el número ocho de esta calle de la localidad gaditana, situada en el sencillo barrio de la Bajadilla, nació el 21 de diciembre de 1947 Francisco Sánchez Gómez, conocido mundialmente como Paco de Lucía. A los cinco años su familia se trasladó a la Calle Barcelona, ubicada en misma zona, el lugar donde el artista compaginó sus estudios en la escuela primaria con las clases de guitarra impartidas por su padre Antonio y hermano Ramón.
En 1962, junto a su hermano Pepe (cantaor), Paco de Lucía ganó varios premios. Gracias a estos logros y el dinero que mandaba su hermano Ramón, que trabajaba con el gran Juanito Valderrama, la familia se trasladó a Madrid. Sin embargo, la distancia no pudo arrancar al artista gaditano el amor por su tierra y en varias ocasiones su antiguo barrio fue testigo de su embriagador talento en los conciertos celebrados en la Sociedad del Cante Grande.
Calle Munición. En 1998 el artista dedicó a su madre el disco Luzia, en el cual se pueden disfrutar las alegrías con el nombre de esta calle. Durante su infancia, en esta zona abundaban los bares que visitaban los señoritos para organizar saraos y los amantes del cante jondo de esta localidad gaditana. A pesar de no gustarle la vida nocturna, hasta allí iba también Antonio Sánchez Pecino (padre de Paco de Lucía), conocido como Antonio de Algeciras, quien se ganaba unos duros acompañando a algún cantaor o señorito aficionado.
Antonio nunca quiso que sus hijos se vieran obligados a tener que ganarse la vida en tablaos de mala muerta, así que les enseño a dominar el arte de la guitarra española para que llegaran a lo más alto.
Plaza Alta. Éste es el nombre de una hermosa soleá que se puede escuchar en el álbum Almoraima, un trabajo que destaca por los continuos guiños a su tierra y en el que perfecciona un estilo que le hizo único.
Esta zona es el corazón de Algeciras desde que fuera levantada sobre las ruinas de una antigua ciudad musulmana y a ella se asoma el hermoso Santuario de Nuestra Señora de Europa. Tras la Plaza Alta se encuentra el Callejón del Muro, un enclave que inspiró el título de una minera del disco Siroco de 1987.
Mercado de Abastos. Aquí se encontraba el puesto de telas y quincalla de su padre, un lugar en el que Paco de Lucía y sus hermanos solían hacer los deberes del colegio mientras Antonio Sánchez atendía al público.
Esta zona comercial era también visitada diariamente por Luzía Gómes Gonzálvez, madre del guitarrista. “La portuguesa” era una mujer de talante afable y fama de graciosa, un encanto que hacía disfrutar con sus bromas a quienes acudían a los puestos a comprar.
El Chorruelo. Esta playa algecireña hoy desaparecida da vida a otra de las populares bulerías del guitarrista. Estaba situada frente al Hotel Reina Cristina, un hermoso edificio victoriano del siglo XIX que aún se mantiene en pie y en el que trabajó Antonio, hermano mayor del artista. Tras sus jornadas, éste relataba en casa las historias del hotel, algo que impresionó al artista por todo ese mundo exótico y lejano.
Monumento. El genio de la guitarra, que nunca dejó de visitar su tierra, fue nombrado hijo predilecto de Algeciras. Como homenaje, la localidad gaditana le dedicó en 1994 una escultura en bronce creada por Nacho Falgueras, una obra que visitó orgulloso.
Punta del Faro. Este es el nombre de las preciosas bulerías incluidas en el álbum El duende flamenco de 1972, consideradas por los aficionados uno de sus mejores trabajos del guitarrista y compositor.
Ese año ya se escuchaba en la Bahía de Algeciras la inimitable voz de José Monge Cruz, Camarón de la Isla. Bajo la dirección de Antonio Sánchez, los dos genios grabaron su primer disco en 1969 e iniciaron un camino revolucionario que supuso un antes y después en el flamenco jondo.
Cementerio Viejo. En el Patio de San José de este enclave quiso descansar para siempre el artista, junto a sus padres, hermano Ramón y hermana María. Paco de Lucía falleció de un infarto la tarde del 25 de febrero de 2014 en el hospital de Tulum en Quintana Roo (México).
Su busto y una guitarra de cobre decoran la tumba, un lugar que desde su partida se ha convertido en un punto de peregrinación para quienes le conocieron y a los que enamoró para siempre con la magia que arrancó a las cuerdas de la guitarra.
Casa Bernardo. Este es el título de una rumba incluida en su trabajo Cositas buenas y también el nombre de un chiringuito a pie de playa que solía visitar. Muy cerca de éste se encuentra la Playa del Rinconcillo, donde se alza la casa de verano del maestro y el lugar al que dedicó uno de sus tangos.
Esta playa tuvo para Paco de Lucía un significado muy especial, porque en ella podía relajarse con sus amigos de siempre, pescar, echar una pachangas y pasar la tarde charlando de música.
Río de la Miel. Cerca de La Bajadilla pasa el río al que dedicó sus famosas bulerías. Paco de Lucía disfrutaba contemplando las vistas de estas aguas hasta su desembocadura en el muelle, aunque no olvidó dedicar un tema en su disco Luzia a la sierra del Cobre, el lugar en el que nace. El impacto visual del río Miel caló hondo en la inspiración del maestro, quien llamó Río Ancho a una de sus rumbas más famosas y personales.
