El Ebro, desbordado

Europa Press. El nivel del río Ebro se mantiene alto en el tramo final de su recorrido por Navarra, por lo que siguen inundadas tanto las calles del Casco Viejo de Tudela como las viviendas que fueron desalojadas preventivamente a últimas horas de la tarde de este pasado viernes 27 de febrero en Buñuel. Durante la noche no se han registrado incidencias significativas y son varias las carreteras cortadas y afectadas por los desbordamientos o desprendimientos.

Entre las 23.00 horas de este viernes y las 9.00 horas de este sábado 28 de febrero el nivel del agua había descendido unos 12 centímetros en el Casco Viejo de Tudela y desde que se registró la máxima avenida ha bajado alrededor de 20 cm, por lo que siguen inundadas la mayor parte de las calles que se vieron afectadas el viernes 27 por el desbordamiento del Ebro, según ha informado el Gobierno de Navarra en una nota.

Lo mismo puede decirse de Buñuel, donde el nivel baja también muy despacio e impide que la quincena de inquilinos que desalojaron preventivamente seis viviendas de la parte más baja de la localidad pueda regresar a sus hogares.

En Tudela está activado el plan de emergencia por inundaciones que coordina el Ayuntamiento y en el que participan la Policía Municipal, centrada en las incidencias que puedan producirse en la ciudad, la Policía Foral y la Guardia Civil, que vigilan el estado de las carreteras de la zona y ordenan la circulación, y voluntarios de Protección Civil y de la Cruz Roja. Se encuentra asimismo en Tudela el Grupo de Rescate Acuático de la Agencia Navarra de Emergencias.

La Agencia Navarra de Emergencias (ANE) mantiene el nivel de alerta 1 del Plan Especial de Inundaciones e informa de que hasta el momento no se han registrado daños personales ni desperfectos graves en cascos urbanos a pesar de la magnitud de la riada, porque se trata de una subida de nivel del agua sin fuerza en la corriente. Las afecciones más numerosas son los cortes de carreteras por inundaciones, desprendimientos y balsas.

Carreteras. Sólo permanece cortada en la red principal la carretera N-113 (Pamplona-Madrid) entre los pk. 75 y 77, en Castejón. También se han visto afectadas la N-135 (Pamplona-Francia por Valcarlos), a partir de Roncesvalles (pk. 46 a 61,5), que permaneció cerrada por hundimiento de la calzada hasta que consiguió abrir un carril por el que se circula alternativamente con regulación semafórica, y la N-121-A, entre las Ventas de Arraitz y Endarlatsa, un tramo de tres carriles en el que el tráfico se desvía por el central en el pk. 66 a causa de un desprendimiento.

En la red secundaria destaca el hundimiento de la calzada en la NA-7042, de acceso a la localidad de Arzoz, y en la que Fomento está trabajando para establecer un camino alternativo por una finca próxima a la vía.

Por otra parte, el puerto de Belagua, en la NA-137 (Burgui-Isaba-Francia), se encuentra cerrado desde el pk. 47 (Venta de Juan Pito) por existir un riesgo elevado de aludes que impide la intervención de las máquinas quitanieves en condiciones de seguridad.

Además, hay varias carreteras afectadas por el agua y los desprendimientos, por lo que se recomienda a los conductores que consulten en la página web www.navarra.es la situación de la red viaria antes de empezar el viaje y extremen la precaución, ya que además pueden soplar rachas muy fuertes de viento en cotas altas y en la Ribera.

Zaragoza. Por otro lado, en la provincia de Zaragoza, la punta de la crecida del Ebro ha llegado a Gallur durante la mañana de este 28 de febrero. El río ha sobrepasado una mota y un muro de contención que tenía la localidad y, durante la noche, ha habido que «improvisar» una defensa que, de momento, «aguanta».

Así lo ha indicado el alcalde de Gallur, Antonio Liz, quien ha explicado que, por el momento, el caudal del río lleva dos horas estabilizado en la altura de ocho metros a su paso por la localidad.

Liz ha relatado que el agua ha sobrepasado el muro de contención fijo que tienen en la localidad para las riadas y una mota alternativa que habían colocado.

Ante esta situación, el alcalde de Gallur ha precisado que se ha tenido que improvisar otra defensa con la que, en principio, se está logrando contener la entrada del agua y evitar que alcance las calles de la localidad.

Antonio Liz ha explicado que hay un dispositivo constantemente pendiente de este dique, que está siendo coordinado por el Ayuntamiento y la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (SARGA).

No obstante, ha asegurado que, por el momento, no se plantea ningún desalojo de los vecinos de la localidad. «Ha entrado el agua en algunas casas, pero en las plantas bajas y no hemos considerado oportuno desalojar a nadie».

En este sentido ha hecho un llamamiento a la calma y ha asegurado que «todo está preparado» por si hubiese una emergencia mayor que obligase al desalojo de los vecinos.

La punta de la crecida ya ha pasado por Novillas, al mediodía lo hace por Boquiñeni y Pradilla y por la noche por Alagón. Se prevé que alcance la capital aragonesa al mediodía de este domingo.

Desalojo en Padrilla y Boquiñeni. Asimismo, el repunte que ha experimentado el caudal del río Ebro a su paso por los municipios de Pradilla de Ebro y Boquiñeni, alcanzando los ocho metros de altura en el primero de ellos, ha hecho aconsejable activar el desalojo, según ha informado el Gobierno de Aragón.

En el caso de Pradilla de Ebro, el Ayuntamiento ha activado el plan de emergencias por inundaciones y se ha procedido a evacuar a las personas mayores, niños y mujeres al polideportivo de Tauste, si bien algunos vecinos se están alojando en viviendas particulares.

Así, técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro están vigilando la mota de contención y se están realizando labores de recrecimiento de la misma con camiones de tierra.

Por su parte, en Boquiñeni se ha activado inicialmente el plan de evacuación, si bien, tras el análisis de los técnicos se ha rebajado el nivel de la emergencia. En este momento permanecen evacuadas unas 150 personas en el polideportivo de Luceni y siete personas con movilidad reducida han sido trasladadas a la residencia de Figueruelas.

Igualmente, técnicos de la CHE vigilan, además, los municipios de Alcalá de Ebro y Cabañas. Se ha cortado la carretera A-126 (Alagón-Remolinos) entre los puntos kilométricos 37 y 54.

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