Marta Plano. Cuando era pequeña y le preguntaban qué quería ser de mayor, Meritxell Huertas lo tenía claro: payaso. Finalmente el destino la guió hacia un camino algo diferente, aunque cada uno de sus pasos estaba acompañado por el humor.
Nacida en Barcelona, Meritxell es una apasionada del teatro y humor. Su paso por programas de televisión como El Club del Chiste o la película Que se mueran los feos no han pasado desapercibidos, arrancando las carcajadas de los espectadores. Actualmente, la actriz catalana estrena Confesiones de mujeres de 30 en el Teatro de las Esquinasacoge de Zaragoza, una comedia en la que comparte escenario con Anabel Totusaus y Ota Vallès.
– ¿Qué va a encontrar el público en Confesiones de mujeres de 30?
Es una obra de teatro muy cómica y divertida. Para empezar voy a aclarar que no somos mujeres de 30, sino de ‘treinta y’. La obra cuenta las confesiones de unas mujeres que pasan de la treintena que están en ese momento de la vida en el que te achucha todo, que si no tienes trabajo es que no has triunfado, que si no tienes pareja parece que no estás integrada en la sociedad… desmitificamos un poco todo y rompemos con esas barreras para liberar a las mujeres que no tienen ni pareja ni trabajo, que son estupendas, y que creo que somos la mayoría. Nos reímos de nuestras propias ‘miserias cotidianas’, por así decirlo.
– ¿Las mujeres damos demasiada importancia a cosas que realimente no las tienen?
Claro, desde luego. Cuanta menos importancia le demos a esas cosas más felices viviremos.
– Tres años en cartel y más de 650 funciones, ¿cuál es el secreto de Confesiones de mujeres de 30 para seguir conquistando al público?
Yo creo que es porque es una obra muy fresca que toca temas picantes y gamberros. La gente desconecta al verla y eso siempre se agradece. Es un espectáculo facilito que ofrece risas aseguradas, que es lo que hace falta ahora. Además se ha juntado que son tres mujeres cómicas explicando los cuchicheos y las tonterías, hablando de sexo, de amor, de las arrugas… Las mujeres se sienten reflejadas y los hombres también se ríen por las burradas que nos pueden llegar a pasar. Es un espectáculo que no tiene edad, yo se lo recomiendo a mujeres de 20 a 90 años porque son cosas que les pasa a todas las mujeres.
– ¿Se ha colado alguna confesión tuya en el guión?
Cuando concebimos la obra hicimos una versión de una que ya existía y que había escrito un brasileño. Junto con Yolanda Ramos y Mónica Pérez, que era el reparto original, la versionamos y los personajes que creamos eran bastante como nosotras. Algunas de las miserias que contamos forman parte de nuestras vidas, lógicamente de manera exagerada y adaptada, pero hay historias de las tres.
– Has actuado en cine con la película Que se mueran los feos, en programas y series de televisión, por supuesto en teatro e incluso también en radio. ¿Dónde te sientes más cómoda?
Donde me siento más cómoda como actriz es haciendo teatro, pero la televisión ayuda porque te lleva al comedor de las casas. Si pudiera elegir escogería la repercusión de la tele pero haciendo teatro. Con el teatro la gente paga una entrada para verte en ese momento, respiramos todos a la vez… tal y como está ahora la era digital que alguien se siente delante tuyo y te vea me parece mágico.
– Y hablando de magia… tus comienzos fueron en el mundo de la magia, ¿cómo fue la evolución de los trucos al teatro?
Yo comencé a hacer teatro hace 21 años con Josep Maria Lari. Él es mago y éramos muy amigos desde el colegio. A los dos nos gustaba mucho la magia y empezamos a hacer trucos. Incluso ganamos un congreso nacional de magia en Valladolid en el año 97. Las primeras veces que pise un escenario fue haciendo magia. Josep es uno de mis mejores amigos y el mundo de la magia me sigue gustando. El caso es que mientras estaba haciendo magia estudiaba filología catalana y teatro en un estudio de Barcelona. Cuando terminé mis estudios empecé a mandar currículos y una de las compañías que más me gustaba era ‘La Cubana’. Me llamaron para una entrevista y me cogieron, y estuve con ellos 11 años. Después estuve haciendo cosas en televisión y luego he vuelto al teatro.
– ¿Qué supone para ti el humor?
Yo desde pequeñita lo único que quería era tener a alguien que me mirara y hacerle reír, desde que estaba en la silla. Arrancar una carcajada a alguien es lo que me llena la vida, es lo primordial.