El Gregorio Marañón encabeza un ensayo con células madre cardíacas para reparar tejido infartado

Equipo del Hospital Gregorio Marañón. / Foto: madrid.org
Equipo del Hospital Gregorio Marañón. / Foto: madrid.org
Equipo del Hospital Gregorio Marañón. / Foto: madrid.org

Redacción. El Hospital General Universitario Gregorio Marañón de la Comunidad de Madrid coordina el primer ensayo en humanos con células  cardíacas  alogénicas, es decir, procedentes de donantes y no del propio paciente. Es la primera vez que se administran este tipo de células para reparar el daño provocado tras un infarto agudo de miocardio con una afectación grave del tejido cardiaco.

Así lo ha conocido el consejero de Sanidad, Javier Maldonado, tras la presentación realizada por el jefe de Servicio de Cardiología, Francisco Fernández-Avilés, junto con la presidenta de la empresa del Grupo Genetrix, Cristina Garmendia.

Estas células se administran por vía intracoronaria, con un procedimiento seguro y sencillo similar a la realización de una angioplastia. El mecanismo de acción consiste en limitar el daño sufrido tras el infarto y producir nuevo tejido cardíaco, por activación de la capacidad regenerativa local del propio corazón. La administración de las células se lleva a cabo siete días después de que el paciente haya sufrido el infarto, cuando su situación clínica se ha estabilizado y cuando el efecto cardio-reparador puede ser más eficaz.

En el marco de este ensayo clínico se tratarán un total de 55 pacientes. Actualmente ya se han intervenido a siete enfermos cuya evolución es muy favorable pese a que presentaban una afectación grave del tejido cardíaco.

El material celular se obtiene, previo consentimiento del donante, de tejido cardíaco desechado durante intervenciones quirúrgicas, tales como cirugías valvulares. Las células se expanden en laboratorio hasta alcanzar la dosis necesaria, que es de 35 millones por paciente. De esta manera, el producto puede ser cualificado antes de su uso y estar disponible para ser administrado al paciente en el momento en que así lo aconseje la práctica clínica.

Disposición inmediata. Los estudios pre-clínicos han puesto de manifiesto que estas células producen factores con un gran potencial terapéutico y provocan una mayor respuesta en el tejido cardíaco, mayor que el que se ha descrito para células de otras fuentes. Es decir, son células procedentes del corazón, lo que las hace idóneas para el tratamiento del corazón infartado.

El infarto de miocardio es un problema de salud importante especialmente en los países desarrollados. Se estima que en la Unión Europea y Estados Unidos se producen más de 1,5 millones de nuevos casos anualmente.

La mejora en los protocolos de actuación temprana tras un infarto ha disminuido considerablemente la mortalidad en el momento agudo de la enfermedad, sin embargo, ha incrementado el número de pacientes que sufre una insuficiencia cardiaca crónica, para los que no existe una terapia eficaz. Este nuevo tratamiento pretende mejorar la calidad de vida y la supervivencia de estos enfermos.

A este ensayo clínico también se sumarán el Hospital Universitario de Donostia, el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, el Hospital Val d’Hebrón (Barcelona), el Hospital Universitario de Salamanca, el Hospital Universitario de Valencia y el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.

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