Ana Amador. Le vuelve loca escuchar a Malú, ver jugar a Juan Carlos Navarro, tener muchos amigos en Facebook y, sobre todo, le apasiona el baloncesto. Así es Claudia Oller, una joven de 19 años de la localidad barcelonesa de Arenys de Munt que, gracias a su entusiasmo por los deportes, ha logrado convertirse en un gran ejemplo de superación.
Su historia comenzó cuando se propuso practicar el deporte que veía jugar a su hermana María en el club deportivo Arenys Bàsquet y que a ella tanto le gustaba. “Mi hermano era entrenador y cada año iba a la India para enseñar a niños a jugar al fútbol y mi hermana jugaba al básquet. Entonces yo dije, ¿por qué yo no puedo jugar al básquet si también tengo derecho? No es nada malo”, afirma Claudia. Por ese motivo, a pesar de padecer el Síndrome de Williams, un trastorno en el desarrollo de origen genético que le ha provocado una discapacidad intelectual del 65%, se propuso luchar hasta lograr que su sueño se hiciera realidad.
Esa gran ilusión fue lo que motivó a Jaume Calopa, entonces presidente del equipo Arenys Bàsquet; Enric Cervera y Berta Carreras a poner en marcha el 16 de diciembre de 2013 una gran iniciativa deportiva. La Fundación Fedamar nació de la vocación de mostrar a la sociedad los problemas que viven las personas con discapacidades y lograr arrancar sonrisas a través del deporte.
“Claudia nunca había tenido la opción de poder hacer ningún tipo de deporte y el baloncesto era lo que más le gustaba. A partir de ahí comenzamos el proyecto, hablamos con gente y hemos ido trabajando poco a poco”, argumenta Enric Cervera, director de la Fundación Fedamar. Para desarrollar estas actividades deportivas cuentan con monitores cualificados y, con la ayuda de ayuntamientos, diputaciones o colegios, ponen en marcha la infraestructura necesaria para que las personas con discapacidad tengan acceso al deporte.
Este proyecto solidario comenzó su andadura en Arenys de Munt, pero en la actualidad su actividad se ha extendido por otros municipios de la región catalana de Meresme, como Carent de Mar o Mataró. “En la zona de Meresme había un vacío que hemos cubierto un poco nosotros. Queremos ayudar a cualquier persona, entidad y colectivo que necesite nuestro apoyo”.
Àngel Llàcer, el periodista Enric Sierra, el piloto de Rally Joan Pedrero, la waterpolista Ona Messeguer o figuras consagradas del baloncesto como Jordi Villacampa y Nacho Solozábal son algunos de los padrinos esta gran iniciativa solidaria.
Voluntaria honorífica del Campeonato del Mundo de Baloncesto 2014. Además de conseguir jugar a su deporte favorito, el 2 de febrero de 2014 Claudia Oller fue elegida embajadora del voluntariado en un acto que se celebró en el CosmoCaixa de Barcelona. A esta cita acudieron grandes figuras del deporte de las canastas como Amaya Valdemoro y Jorge Garbajosa; José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto; y antiguos jugadores como Fernando Romay y José Montero. “Me hizo mucha ilusión y me hice una foto con Romay, es enorme y muy simpático”, comenta Claudia.
Este encuentro deportivo en el que participaron las selecciones de 24 países se celebró en España desde el 30 de agosto hasta el 14 de septiembre de 2014. Esa fue la gran oportunidad de Claudia para estar cerca de la cancha y poder ver en persona a los mejores jugadores de baloncesto del mundo. “Para ella, que nunca había estado cerca de este mundo ni de ese nivel de baloncesto, fue algo extraordinario que se reflejó en su cara de felicidad”, comenta el director de la Fundación Fedamar.
Actualmente, Claudia sigue jugando al baloncesto, aunque también practica otros deportes como pádel, vela o equitación. Según Enric Cervera, ella simboliza “el espíritu de superación, de querer algo y no parar hasta conseguirlo. Significa la lucha, las ganas y la ilusión por un sueño y, a pesar de las dificultades que puede tener en su día, ha sido capaz de conseguir involucrar a mucha gente para que funcione este proyecto”.