Redacción. El 13 de enero de 1824 el Rey Fernando VII dictó una Real Cédula en la que se creaba la Policía General del Reino, primer antecedente de la actual Policía, y que ya recogía como principal función de los agentes «el servicio público de seguridad, garantizando el bien y la seguridad pública». Este 13 de enero se ha celebrado este aniversario durante un acto en el que además se han impuesto Cruces al Mérito Policial, condecoraciones a la Dedicación al Servicio Policial y se ha homenajeado a distintos comisarios principales que han pasado a la situación de jubilación.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, -acompañado por el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, y la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes- ha presidido los actos de conmemoración del 191 aniversario de la creación de la Policía Nacional.
El ministro del Interior ha subrayado que con este acto se quiere «tributar un sincero homenaje a quienes forman y han formado parte de este Cuerpo en algún momento de su historia», un Cuerpo que, en su nacimiento como Policía General del Reino fue considerado, según constaba en su decreto fundacional, como «garantía para conseguir el bien y la felicidad pública».
Por su parte, el director de la Policía ha destacado «los 191 años de historia que han servido para consolidar unos valores que se han ido forjando a lo largo de años de esfuerzo, sacrificio y heroísmo, y que han dado fuerza a este Cuerpo para proyectarse hacia el futuro y asumir nuevos retos».
Valores que están presentes en los agentes que hoy han sido condecorados con la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo, como el subinspector gravemente herido en el atraco de Vigo, el pasado 28 de noviembre, y otros dos compañeros de seguridad ciudadana que acudieron al incidente; los dos especialistas del Tedax-NRBQ que resultaron heridos al manipular un artefacto en unas prácticas policiales en Sevilla; o el agente fallecido en un accidente de tráfico cuando se dirigía a su trabajo, cuya distinción ha recogido su viuda.
Policía 3.0. Actualmente, más de 68.000 agentes, de las distintas escalas y categorías, integran la Policía Nacional, de los cuales más de 8.800 son mujeres, es decir, un 13%. La Policía Nacional es uno de los cuerpos estatales con mayor presencia de mujeres de Europa y pionera en su incorporación, hace ya 35 años. Todos estos agentes forman parte del cuerpo policial más antiguo de todas las Fuerzas de Seguridad españolas y que está inmerso en un plan estratégico que pretende la transformación del Cuerpo en una verdadera Policía Inteligente a través del objetivo denominado Policía 3.0.
Este ambicioso proyecto contempla la automatización de gran parte del control biométrico en las fronteras, la creación de una comisaría virtual, los registros informáticos que facilitarán la protección del patrimonio cultural, las nuevas herramientas de análisis de inteligencia o el nuevo DNI electrónico 3.0 que ya ha comenzado a implantarse en toda España.
La Policía Nacional se enfrenta hoy en día a retos muy distintos a los presentes en el siglo XIX. El terrorismo es la principal amenaza no sólo para nuestra seguridad interior, sino también para los intereses españoles fuera de nuestras fronteras. La estrategia policial frente a ETA se basa en el fortalecimiento de la lucha policial y el debilitamiento de la organización terrorista hasta su definitiva desaparición. El terrorismo internacional, especialmente el yihadista, focaliza la actuación policial en la lucha contra el ciberterrorismo, la radicalización, el reclutamiento y la financiación, siendo claves la prevención, la cooperación y la colaboración internacional. En esta área, la Policía está incrementando también su eficacia en la lucha contra el ciberterrorismo desarrollando una vigilancia digital que garantice la seguridad en el ciberespacio.
El tercer delito más lucrativo a nivel mundial es el cibercrimen, después de la prostitución y el tráfico de drogas, por ello se ha convertido por primera vez en una prioridad estratégica. La Policía Nacional posee un gran prestigio en la lucha contra esta modalidad delictiva, -especialmente por el trabajo realizado por la Unidad de Investigación Tecnológica (UIT) y la Comisaría General de Información-, pero la constante innovación y la complejidad tecnológica requiere también una permanente formación y nuevas herramientas policiales.
La lucha contra la trata y el tráfico de personas, especialmente de mujeres y de menores, es otro de los objetivos de la actual Policía. La lucha contra el tráfico de seres humanos requiere de los investigadores una mayor cooperación con otras administraciones y un incremento de la colaboración con entidades de la sociedad civil, especialmente de las organizaciones asistenciales especializadas. La Policía Nacional tiene en marcha la segunda fase del Plan Policial contra la Trata con fines de explotación sexual que pretende reforzar la prevención y concienciación de todos los ciudadanos, y especialmente los clientes potenciales de estos servicios, de los delitos cometidos por estas redes que trafican con personas para su prostitución.
Además, los agentes especializados se enfrentan hoy en día a nuevas modalidades delictivas unidas a organizaciones criminales y que van más allá de los delitos concretos que cometen. Redes de crimen organizado que influyen con sus actividades en el normal desarrollo económico del Estado y buscan influencias políticas y que constituyen una amenaza global que intenta canalizar sus beneficios ilícitos mediante un sistema financiero global.
La Policía Nacional está trabajando y potenciando el desarrollo de investigaciones patrimoniales y de localización de activos con el fin de aflorar e intervenir los bienes producto de la actividad delictiva. Para ello se promueve la implicación de todos los sectores públicos y privados en la lucha contra la corrupción y la delincuencia económica grave y emergente.