Ana Amador. Desde siempre los tradicionales mercados de abastos han sido algo más que puntos en los que se venden alimentos, ya que a su alrededor han surgido bares modestos en los que sin embargo los clientes pueden degustar tapas o raciones elaboradas con productos frescos comprados directamente en los puestos. Actualmente, la relación entre mercados y bares ha evolucionado para adaptarse a los nuevos tiempos dando vida a los mercados gastronómicos. Esta una nueva tendencia ha sabido combinar a la perfección los nuevos hábitos de la clientela, romper con el modelo del restaurante, incluir actividades de culturales como exposiciones y todo ello sin perder la calidad que demanda el público más exigente. Por ello te invitamos a conocer los mercados gastronómicos más famosos de España en los que podrás disfrutar de una experiencia única.
Mercado de la Boquería (Barcelona). Según un dicho popular, lo que no se encuentra en La Boquería, no existe. Puestos con verduras, carnes, pescados, flores, chocolates o hierbas aromáticas que hacen volar la imaginación de grandes cocineros y gourmets ávidos de exquisiteces constituyen este paraíso mundialmente famoso por sus sorprendentes sabores y aromas. Así que disfrutar en este destacado enclave gastronómico es una parada obligatoria para todos aquellos que visiten la ciudad condal.
La historia de este mercado, situado en la emblemática Rambla, se remonta al siglo XIII, cuando este punto se convirtió en el centro de los vendedores ambulantes de carne. En 1826, el marqués de Campo Sagrado, capitán general de Cataluña, decidió reglamentar el mercado ambulante que se congregaba en la gran plaza de que lo que antiguamente fue el convento de San José y finalmente fue inaugurado el 19 de marzo del año 1840, convirtiéndose en el primer mercado municipal de Barcelona.
En la actualidad, más de 300 puestos de tenderos de tercera y cuarta generación ofrecen una impresionante variedad de productos expuestos con imaginativas presentaciones. Además, el público puede hacer un alto en el camino y deleitarse con las deliciosas tapas del mítico Bar Pinotxo.
Mercado Santa Caterina (Barcelona). Situado cerca de la Catedral de Barcelona, este famoso mercado destaca por su cubierta multicolor y de geometría ondulada, diseñada por los arquitectos Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.
El edificio original fue construido entre 1844 y 1848 en el lugar que tiempo atrás albergó el convento dominico de Santa Caterina. Además, durante las obras de remodelación se descubrieron restos arqueológicos que denotan las diversas culturas que habitaron en este emplazamiento.
En este icono arquitectónico situado en el distrito de Ciutat Vella, vecinos y turistas disfrutan de la variada oferta de frutas y verduras, legumbres, carnes, pescados, salazones, quesos y embutidos. Los visitantes también pueden hacer una parada en el restaurante Cuines de Santa Caterina, en el cual los fogones y cocineros están a la vista de los comensales.
Además, como curiosidad, cabe mencionar que este mercado gastronómico está hermanado desde el año 2008 con el Mercado de Leicester, uno de los más antiguos e históricos de Inglaterra.
Mercado de San Miguel (Madrid). Este mercado con estructura de hierro y crestería de cerámica situado en pleno corazón del Madrid de los Austrias es el último superviviente de una generación de la que también formaron parte los desaparecidos mercados de La Cebada y Los Mostenses. Debido a su importancia histórica y monumental fue declarado Bien de Interés Cultural.
Sin abandonar su vocación de mercado tradicional, esta bella edificación se ha transformado en un templo madrileño de la cultura culinaria. Realizar pequeñas degustaciones, compartir una copa de buen vino en compañía y respirar un ambiente cosmopolita es una oportunidad única y digna de recordar que no deben desaprovechar todos los amantes de la buena cocina.
Mercado Central (Valencia). Esta construcción de estilo modernista comenzó su construcción en el año 1914 por Francesc Guàrdia i Vial y Alexandre Soler i March. En 2004 se llevó a cabo un ambicioso proyecto de rehabilitación integral que realizó el estudio madrileño Fernández del Castillo Arquitectos, dirigido por Horacio Fernández del Castillo. Gracias a esta iniciativa se puso al día de la función comercial e instalaciones, de este modo se logró dotar al mercado de un nuevo ambiente innovador y moderno.
En sus pasillos se vende prácticamente de todo y debido a la gran calidad de sus productos abastece no solo a familias sino también a importantes restaurantes de esta ciudad mediterránea.
Además de su bella arquitectura, tradición e historia, esporádicamente se realizan eventos culturales. Uno de los más destacados fue la interpretación de piezas de La Traviata de Verdi por cantantes del Palau de les Arts. Así que este mercado se ha convertido en un referente turístics de Valencia que ofrece grandes sorpresas.
Mercado de la Ribera (Bilbao). Esta destacada referencia comercial para toda Bizkaia está ubicada a orillas de la ría del Nervión y el puente de San Antón. Comenzó su actividad comercial en el siglo XIV, sin embargo el edificio no se levantó hasta el 22 de agosto de 1929.
Esta monumental plaza de abastos no solo brilla por su estilo racionalista y Art Decó sino que está reconocida en el libro Guiness como el mercado municipal de abastos más completo del mundo en número de productos, comerciantes y puestos. Además, gracias a sus 10.000 metros cuadrados es el mayor mercado cubierto de toda Europa.
El complejo está compuesto por tres plantas y consta de aproximadamente 200 comercios en los que se pueden encontrar alimentos de todo tipo. Asimismo, la profunda remodelación que se ha realizado recientemente ha permitido abrir en los bajos del edificio un café teatro. El jazz café La Ribera Bilbao es un enclave privilegio que se sirve de la amplia variedad gastronómica del mercado para ofrecer a sus clientes una gran experiencia culinaria combinada con los envolventes sonidos de un estilo musical embriagador.
La Lonja del Barranco (Sevilla). El pasado 25 de noviembre abrió sus puertas al público la antigua Lonja de Pescado, conocida también como el edificio del Husillo y Naves del Barranco. Esta joya arquitectónica del siglo XIX, cuyo diseño se adjudica a Gustave Eiffel, fue creada mediante la unión de hierro, acero laminado, hormigón armado y vidrio como elementos básicos de construcción.
Esta adaptación del edificio como mercado gastronómico al estilo del Mercado de San Miguel es un ambicioso proyecto en el han participado ocho socios, entre los que se encuentra el periodista Carlos Herrera y el torero Francisco Rivera.
Este mercado gourmet está formado por 20 puestos en el que se sirven especialidades gastronómicas, desde carne a pescado, pasando por los fritos, chacina, cócteles e incluso cocina japonesa. Además, la oferta culinaria se complementa con carros de degustación de productos, un espacio de show cooking en el que se puede asistir a talleres de cocina o jornadas gastronómicas y una terraza a la orilla del Guadalquivir que permite a sus clientes disfrutar de unas vistas privilegiadas del famoso barrio de Triana.