La vida después de un infarto

Cirugía torácica.
Cirugía torácica.
Es importante cuidar nuestro corazón. / http://www.finanzas.com

Rafael Artacho. El infarto agudo de miocardio se produce como consecuencia de la obstrucción súbita de una arteria coronaria por un trombo o coágulo. Como consecuencia, si no se desobstruye la arteria rápidamente, se producirá la muerte (necrosis miocárdica en términos médicos) del músculo cardiaco irrigado por esta arteria.

Los síntomas son dolor en la zona del pecho, de carácter opresivo, que se puede irradiar a los brazos, espalda o cuello. Puede acompañarse de sudoración, náuseas y vómitos. Si alguien presenta estos síntomas debe avisar rápidamente al servicio médico de emergencias para que lo atiendan y consideren el traslado al hospital si es preciso.

Es fundamental el factor tiempo, ya que cuanto antes se desobstruya la arteria más territorio de músculo podremos salvar. Hay que tener en cuenta que lo que determina la supervivencia a largo plazo es la función del ventrículo izquierdo, y ésta depende de la cantidad de zona muscular afectada.

Al llegar al hospital se le harán una serie de pruebas y, si se confirma el diagnóstico de infarto, se procederá a administrarle una medicación que tiene como objetivo desobstruir la arteria coronaria ocluida por el trombo. Posteriormente lo más probable es que se someta a un cateterismo para valorar el estado de las arterias coronarias y la función ventricular. Si se aprecian obstrucciones significativas se tratarán implantando un muelle (stent) que restablecerá el flujo sanguíneo coronario.

Bien, y ¿qué ocurre después? ¿Cómo va a vivir este paciente el resto de su vida? ¿Qué limitaciones, si es que las hay, tendrá?

Contestando por orden a estas preguntas, lo que viene después dependerá del estado del ventrículo izquierdo. Si la función que ha quedado es adecuada, tomará un tratamiento y hará una vida normal, lo cual contesta ya a la segunda pregunta. Deberá llevar una vida sana, haciendo ejercicio aeróbico (andar, nadar, pasear en bicicleta, etc), abandonando los hábitos tóxicos (tabaco, consumo excesivo de alcohol) si los tenía y controlar los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes, dislipemia) si padece alguno de ellos. La vida sexual de esta persona (pregunta frecuente tras un infarto) no tiene por qué verse limitada si la capacidad funcional, estimada por una prueba de esfuerzo, es normal.

En definitiva, es importante acudir cuanto antes al médico cuando los síntomas antes citados se presentan porque, como dice un axioma, el tiempo es músculo y el músculo es vida.

Aunque a veces la evolución no es buena, todo hay que decirlo, no tiene por qué quedar limitada la vida de un paciente que ha sufrido un infarto agudo de miocardio si se han hecho las cosas bien y pronto.

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