Europa Press. El director del Centro de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad y miembro del Comité Especial creado por el Gobierno para la gestión del ébola, Fernando Simón, ha señalado, en cuanto a la salud de Teresa Romero, que «va mejorando poco a poco» y, aunque se ha mostrado cauto, «parece que va bien, la infección está prácticamente controlada pero tenemos que ver cómo van los órganos. Aunque hay signos de esperanza«.
«Se puede decir que la carga viral, que es lo que indica la infección, es actualmente muy, muy baja, lo cual implica que la infección está prácticamente controlada; quedan por recuperar alguno de los órganos, concretamente los pulmones. Sin exagerar con la alegría creo que vamos tienen motivos para estar un poco menos preocupados», ha añadido.
Asimismo, ha vuelto a explicar que los 15 contactos de la auxiliar en cuarentena preventiva están asintomáticos hasta la fecha, y, en los casos en los que llevan ya más de 15 días, ya se puede decir que es poco probable que desarrollen síntomas. «El periodo de incubación es de dos a 21 días, pero es cierto que a partir del día 12 o 13 empieza a ser menos probable que se desarrollen síntomas», ha afirmado.
Para Simón no es necesario revisar el protocolo de vigilancia que marca 21 días para el desarrollo de la enfermedad, pese a que algunos estudios abren el periodo hasta los 42 días. «Es cierto que algunos casos podrían tener una incubación mayor (…), en todas las enfermedades hay situaciones extrañas pero en el ébola el periodo de dos a 21 días es bastante acertado», ha afirmado este experto, quien califica esa probabilidad de «marginal».
Preguntado por la capacidad del Hospital Carlos III de asumir más casos en aislamiento, así como confirmaciones por ébola, ha explicado que el centro tiene capacidad para asumirlo siempre que el ritmo sea el que se produce en estos momentos. «Si hubiera un explosión de casos sospechosos habría otras alternativas que está preparando la comunidad de Madrid», ha advertido.
En cuanto a futuros contactos de gente con el virus, entiende que «no se puede elevar el nivel de pánico al estado de encerrar a todos» porque «no tendría ningún sentido». En su opinión, «hay que aleccionarlos y dejarles claro que si tiene cualquier mínimo síntomas que sean claros y honestos, porque en esto no se va a culpar a nadie de anda».
Asimismo, «la población puede estar tranquila» de que «si un contacto mientras está en la calle tiene fiebre, va a su casa, se encierra y llama a los servicios de salud publica, entonces la población no ha estado en riesgo de infectarse», ha explicado.