Redacción. Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada por ébola, está estable y «hay ciertos indicios que pueden indicar cierta esperanza» en su evolución, ha informado Fernando Simón, director del centro de alertas y emergencias del Ministerio de Sanidad y miembro del comité especial para la gestión de la enfermedad en España.
En rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa, donde ha tenido lugar la reunión del comité, Simón ha explicado que «es una enfermedad muy grave y hasta que no salga de ella no se puede garantizar nada», aunque ha reconocido «algunos indicios» que permitirían albergar «cierta esperanza» en la evolución de la auxiliar de enfermería porque la carga viral se está reduciendo.
«La carga viral que tiene Teresa se está controlando y se está reduciendo, lo que es un punto importante para pensar que hay altas esperanzas de que la infección este en proceso de control, pero hay que tomarlo con cuidado. Obviamente una persona con ébola está siempre en estado crítico y, además, a medida que se propaga puede haber afectación en órganos y esto independientemente del control de la infección puede hacer que la progresión sea al contrario de lo que nos gustaría», ha declarado.
El portavoz ha recordado que la paciente ha pedido expresamente que no se de mucha información sobre su situación médica y que se respete la intimidad y confidencialidad, algo «con lo que estamos muy de acuerdo los médicos», ha subrayado.
Del mismo modo, ha indicado que se están investigando las posibles causas de la infección de Teresa Romero y ha resaltado que todas las personas que estuvieron en contacto con el misionero Manuel García Viejo y con la propia enfermera están «en monitorización activa», mientras que las 15 personas consideradas «contactos de alto riesgo» están ingresadas en el Hospital Carlos III de Madrid y permanecen en cuarentena hospitalaria para garantizar que si alguno de ellos desarrollara síntomas de la enfermedad se pueda evitar el contagio.
«Ello garantiza que el riesgo que pudiera haber para la población con casos secundarios al paciente actual está en un nivel de control muy, muy elevado», ha subrayado.
Simón ha asegurado que aunque se baraja como causa un «posible accidente fortuito en la retirada de los equipos de protección personal», «las investigaciones se van a llevar a cabo hasta el final» porque podría haber algunos otros puntos que habría que verificar.
El miembro del comité ha recordado que el contagio de Teresa Romero «no solo tiene implicaciones a nivel de la Comunidad de Madrid», por lo que existe una coordinación «muy estrecha» entre ésta, el Ministerio de Sanidad, y el hospital donde se está tratando a la paciente. «Existen implicaciones nacionales e internacionales importantes, estamos ante una situación que no se ha dado nunca fuera de zonas muy concretas del continente africano».
«Tenemos comunicaciones constantes con la OMS, con la UE y con el Centro Europeo de Control de Enfermedades«, ha comunicado Simón, recalcando la presencia del sábado, 11 de octubre, de «dos expertos de este centro que han estado trabajando con nosotros para valorar nuestro trabajo. «Han considerado que se está haciendo un trabajo de muy alto nivel», ha recalcado.
Preguntado por el informe de este centro europeo en el que se aseguraba que «la infraestructura del Carlos III no está diseñada para el ébola», Simón ha explicado que «estuvieron hablando con la dirección del centro a quienes plantearon posibilidades de mejora».
A su juicio, todas las acciones que se han realizado incluso en las estructura «las han considerado de un nivel muy alto y de gran calidad» pero eso no quiere decir que «no existan posibilidades de mejora».
«Estamos ante situaciones que no se conocían en Europa y, obviamente hay trabajo para que podemos aprender de esta situación. Uno de los puntos, que se ha comentado, es el tamaño de las exclusas que eran pequeñas para algunas situaciones concretas», ha indicado el experto.
El miembro del comité ha confesado que sus miembros están trabajando «en todo tipo de escenarios posibles a partir de ahora» ante una epidemia con características «que no se había dado nunca». «Es la primera vez que ha afectado a zonas urbanas y a países que no tienen fronteras comunes, y la primera vez que existen superdiseminadores, una o dos personas que por eventos sociales, fundamentalmente entierros, han producido un gran número de contagios secundarios en África».
Finalmente, ha indicado que los expertos del Centro Europeo de Control de Enfermedades están atentos a la situación que se vive en España o la que está viviendo EE.UU desde la mañana del 12 octubre, donde un sanitario de Dallas que atendió a la primera víctima mortal de ébola en este país, ha dado positivo por el virus.
«Por esta razón estamos previendo todos los posibles escenarios y, con ello, todos los planes que fueran necesarios desarrollar para esos escenarios por poco probables o extraños que pudieran parecer», ha concluido.