Detenidas 95 personas de una red que robaba en domicilios de España y otros siete países

Redacción. La Policía Nacional y las fuerzas de seguridad de siete países europeos han desmantelado una red criminal europea dedicada a los robos en domicilios y han detenido a un total de 95 personas que se desplazaban continuamente por el continente para perpetrar los asaltos. En España han sido arrestadas un total de 49 personas, la mayoría de origen georgiano y hay otras 27 imputadas por su relación con esta red a la que se le atribuyen decenas de robos. Los materiales sustraídos podrían estar valorados en cientos de miles de euros.

Se trata de una operación conjunta de la Policía Nacional española y los cuerpos de seguridad de Francia, Suecia, Grecia, Alemania, Portugal , Rumanía y Austria, con la coordinación de Europol, según ha explicado el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, en una rueda de prensa concedida para ofrecer detalles de este operativo internacional.

Cosidó ha recordado que la cifra de robo en viviendas en España era una de las principales preocupaciones de la Policía por lo que se ha felicitado por esta operación. Los detenidos actuaban en toda España, pero especialmente en Madrid, Barcelona, Tarragona, Córdoba , Valencia, el País Vasco y Logroño.

Al menos 29 robos en España. Han sido incautadas numerosas joyas, relojes de gran valor, material informático y hasta algún lingote de plata. La investigación aún tiene que determinar el número exacto de delitos cometidos por esta trama, pero Cosidó ha admitido que al menos tienen registrados 29 robos en viviendas, una cifra que podría aumentar a medida que avancen las pesquisas.

El director general de la Policía ha destacado en lo que va de año se han puesto en marcha cerca de 400 investigaciones contra este tipo de delincuencia itinerante y se han registrado 700 arrestos , lo que ha significado un descenso del 20 por ciento de este tipo de delitos en la demarcación de la Policía Nacional.
Según ha explicado el responsable de la operación, la investigación arrancó en 2010 cuando la Policía detectó un incremento en este tipo de robos usando «métodos sofisticados» en diferentes provincias. Los investigadores llegaron a la conclusión de que iban cambiando de domicilio en domicilio para realizar sus actuaciones. A lo largo de los distintos países en los que operaban, la red contaba con hasta 300 pisos de seguridad, 60 de ellos en España.

Método ‘bumping’. Entre las características de esta red destaca el método que empleaban para robar en las casas. Usaban el método ‘bumping’, recientemente en auge y que consiste en el acceso a las viviendas usando unas llaves maestras, ganzúas fabricadas por ellos que entran en todas las cerraduras y con las que consiguen abrir las puertas. No eran violentos y en ocasiones entraban en casas sin que la familia fuera consciente del robo hasta una semana después, según ha explicado el encargado de la investigación.

Una vez que efectuaban el robo, en tres días máximo se deshacían de todos los objetos de valor. Los enviaban por paquetería o con ellos mismos en viajes particulares como si fuesen de vacaciones a su país. Manejaban poco dinero en efectivo y una parte se la quedaban ellos y otra era destinada a la organización para la financiación de los pisos y otras necesidades entre las que se incluían el pago a abogados.

Se dividían en células y cada una estaba formada por entre siete y ocho personas. Cada uno estaba especializado en una función. «Había un jefe, pero no puedo mencionar nada sobre ese tema», ha respondido el responsable policial al ser preguntado por el capo de la trama georgiana que, según los primeros análisis no tenían preparación militar.

Se movían con facilidad y lo que determinaba el lugar de actuación era el nivel aparente del barrio. Permanecían en un punto geográfico hasta que sentían la presión de las autoridades, momento en el que se ponían en contacto con la organización para que que les enviase una nueva documentación falsa con nuevas identidades, en muchos casos de otros países europeos.

No hay ningún español vinculado a la trama, que en su inmensa mayoría está formada por georgianos y algún armenio. Los arrestados en España serán juzgados por las autoridades españolas y en caso de ser condenados no serán trasladados a su país salvo que exista una orden de extradición, según ha informado la Policía.

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