Ana Amador. Una tormenta se puede contemplar desde la ventana, escuchar la lluvia caer, sentir la fuerza del viento e incluso sobresaltarse cuando suenan con estruendo los truenos y un rayo ilumina la oscura noche. Sin embargo, para algunos aficionados a la meteorología cuando el cielo se tiñe de gris surge la oportunidad perfecta para salir a cazar las imágenes más hermosas de nubes, granizadas e incluso trombas marinas.
En España, los amantes de esta práctica se reúnen en torno a la Asociación de Cazatormentas y Aficionados a la Meteorología (ACAMET) o Cazatormentas, una web que permite conocer y comentar en los foros la actualidad del tiempo en nuestro país e incluso otros fenómenos extremos meteorológicos del mundo, como el huracán ‘Marie’ (categoría 5) que actualmente azota el Pacífico Norte.
El proyecto Cazatormentas surgió gracias a la idea de Pedro C. Fernández, Daniel Díaz y José Antonio López y se ha convertido en un punto de referencia. Desde esta web, miles de aficionados muestran sus vídeos y fotografías, herramientas muy últiles que se emplean para averiguar los procesos físico termodinámicos que se producen dentro de la nube.
Según Pedro C. Fernández, ingeniero técnico de Medio Ambiente, ser cazatormentas es un hobby que “mezcla ciencia y aventura” y cuyo objetivo es “conocer cómo se comportan las tormentas a través del trabajo de campo y entender todos los mecanismos que están ocurriendo dentro de la nube. De este modo se comprueba si son ciertas las teorías que hay sobre esas tormentas o si hay algo que corregir”. Además, tomar esas imágenes desde “primera línea de fuego es algo que también beneficia a la Agencia Estatal de Meteorología”, explica este experto.
En España hay miles de personas interesadas, aunque esta actividad baja considerablemente debido al buen tiempo y las vacaciones. Así que, con la llegada del otoño, las lluvias torrenciales en el Mediterráneo o las ciclogénesis explosivas en Invierno la participación en los foros y las redes sociales se multiplica.
Para realizar esta actividad se emplean cámaras de vídeo, fotográficas y estaciones meteorológicas portátiles por si necesitan hacer alguna medición de lluvia, velocidad del tiempo y temperaturas a tiempo real. “Gracias a Internet y con un smarthphone se puede acceder a satélites, imágenes de radares meteorológicos e informaciones de las distintas estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología”, explica el cazatormentas.
Los fenómenos más destacados
Los fenómenos estrella para los seguidores de la meteorología son los “huracanes, tornados y rayos”, aunque Férnandez afirma que el seguimiento depende de la región. Por ejemplo, en Canarias se presta especial atención a los sistemas tropicales que parten de Cabo Verde cuando se desplazan de su zona habitual de movimiento. Eso es algo que se vive con gran atención desde la mítica temporada de huracanes de 2005 y la tormenta tropical Delta, que ocasionó grandes daños en las islas de la zona.
Por otro lado, el tornado es el fenómeno más llamativo, aunque también son más difíciles de cazar. Algunos privilegiados, como el cazatormentas Alberto Lunas, han tenido la oportunidad de viajar a Estados Unidos para trabajar codo con codo con storm-chasers profesionales, aunque no es algo muy frecuente debido a los costes económicos que supone.
Para los interesados en este tipo de tomentas severas que no puedan viajar a Estados Unidos, hay países como Francia en los que también se pueden observar. Según Pedro C. Fernández, “son tornados muy parecidos a los que se registran en Estados Unidos, lo que ocurre es que allí suelen alcanzar su máxima expresión. Los que suceden en Europa están llegando a ser F3 e incluso en Francia hay registrados históricamente F5”.
Otra práctica que disfrutan los aficionados es fotografiar los rayos nocturnos, aunque “es peligroso porque no dejas de estar exponiéndote a ser alcanzado por uno”. Afortunadamente en España no se ha tenido que lamentar ninguna muerte por capar estas imágenes aunque sí han sufrido algunos accidentes.
La emoción de captar esas hermosas imágenes y estudiar el tiempo es un hobby que también conlleva peligros. Entre sus muchas andanzas, el equipo de Cazatormentas destaca la peligrosa aventura que vivió en julio de 2007 al subir al pico Mulhacén en Sierra nevada (Granada). Según narra este experto, “ascendimos y las nubes subieron de forma espectacular, así que nos atrapó la tormenta. Pasamos muchísimo miedo porque cuando va a caer un rayo normalmente hay algunos síntomas, como calambres cuando tocas a algún compañero. En ese momento incluso sentimos descargas eléctricas subir desde las piedras al interior del zapato. Fue espectacular y bastante peligroso, así que salimos de allí en estampida. Los rayos empezaron a caer a nuestro alrededor, pero final no nos pasó nada salvo algunos golpes por el granizo. Esa es la aventura en la que hemos pasado más miedo”.
A pesar de estos riesgos, cada día hay miles de personas alrededor del mundo que observan el cielo y se unen a estos círculos para tratar de descubrir los misterios de la madre naturaleza, cuya fuerza se transforma en ocasiones en fenómenos de gran belleza pero cuyos efectos afectan a la vida de millones de personas.