Conocer el genotipo del virus del papiloma humano permitirá determinar el riesgo de padecer cáncer

Los científicos ponen de relieve la importancia de dentificar el genotipo del VPH.
Los científicos ponen de relieve la importancia de dentificar el genotipo del VPH.
Los científicos ponen de relieve la importancia de dentificar el genotipo del VPH.

Europa Press. Ginecólogos y patólogos del Hospital del Mar de Barcelona han evaluado la utilidad de identificar el genotipo del virus del papiloma humano (VPH), implicado en el desarrollo de las lesiones preinvasoras malignas del cuello uterino, y concluyen que permite determinar el riesgo real de desarrollar cáncer invasivo.

Según ha informado el centro en un comunicado, el estudio ha sido uno de los cuatro trabajos galardonados en el World Congress for Cervical Pathology and Colposcopy, y su aplicación ofrecería un seguimiento personalizado y adecuado para cada caso y evitaría tratamientos innecesarios.

El responsable del estudio, Josep Maria Solé, ha señalado que hay unos dos millones de mujeres de 15 años afectadas por lesiones epiteliales escamosas de bajo grado causadas por el VPH en la Comunidad Europea, por lo que ante su alta incidencia y heterogeneidad «es fundamental disponer de marcadores de progresión que permitan saber el riesgo real de desarrollar cáncer».

Ha añadido que hasta el momento las técnicas disponibles sólo permitían discriminar entre los VPH de alto riesgo y los de bajo riesgo, pero el hecho de conocer el genotipo del VPH permitirá determinar exactamente su peligrosidad y actuar en consecuencia.

Las lesiones cervicales intraepiteliales escamosas son lesiones preinvasoras malignas de las células de cuello uterino y se dividen en lesiones de bajo riesgo (Lsil) -las más comunes y que en el 70% de los casos se resuelven sin tratamiento- y las de alto riesgo (Hsil).

El estudio ha analizado el genotipo del virus del papiloma presente en 143 mujeres diagnosticadas de Lsil y los ha clasificado en categorías para determinar el posible riesgo de progresión hacia una lesión de alto riesgo que tienen distintos genotipos, y así ofrecer tratamientos y seguimientos distintos en cada caso.

El equipo ha seguido la evolución de estas mujeres durante un periodo de dos años para establecer que, si el genotipo es VPH16, el riesgo de progresión hacia una lesión de alto riesgo es del 32,1% y más rápida.

Por otro lado, el riesgo del genotipo VPH18 es del 14,3%, y se reduce hasta el 5,8% en los otros VPH de alto riesgo; en el caso de no detectar ningún virus de alto riesgo, la progresión es prácticamente nula.

El descubrimiento puede suponer un cambio en el protocolo de tratamiento de esta patología, según Solé, ya que en caso que el genotipo sea VPH16 o 18, sería conveniente indicar un examen del cuello del útero y un control estricto para estudiar cómo evoluciona la paciente.

El diagnóstico habitual de estas lesiones es la citología o el test de Papanicolau, que permite identificar cambios anormales en las células del útero producidas por el VPH , que se transmite normalmente por contacto sexual; 12 de los 40 tipos del virus se consideran de alto riesgo porque pueden iniciar un cáncer cervical.

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